❛Ꮆolden Years❜

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-Ambientado en la serie "los años dorados"

-Escenario: alguna ciudad de EE.UU

-Las edades aumentan un año (o dos) entre cada fragmento

[#1. Cuando te conocí]

Era una tarde cálida de verano en un pequeño pueblo rodeado de espesos bosques y verdes colinas. Los rayos del sol se filtraban a través de las hojas, creando patrones de luz que danzaban en el suelo del bosque. Los pájaros cantaban alegremente y el suave murmullo del arroyo cercano añadía una melodía tranquila al ambiente.

En el centro de este idílico escenario se encontraba un claro encantado, un lugar al que pocos niños del pueblo se aventuraban a ir. Sin embargo, dos almas jóvenes estaban destinadas a encontrarse allí.

Alastor, un niño tranquilo y curioso con un aire de misterio, caminaba por el bosque con un libro bajo el brazo. Sus ojos castaños brillaban con una mezcla de sabiduría y curiosidad. Aunque a menudo prefería la soledad, ese día algo lo había impulsado a explorar más allá de los confines de su hogar.

En el otro extremo del claro, ___, una niña traviesa y llena de vida, estaba ocupada construyendo una pequeña cabaña de ramas y hojas. Sus risas resonaban en el aire mientras corría de un lado a otro, sus cabellos alborotados ondeando al viento. ___ tenía una energía contagiosa, y cualquier cosa que encontrara en el bosque se convertía en su juguete o su próximo gran proyecto.

Alastor llegó al borde del claro y se detuvo, observando con curiosidad a la niña que no parecía notar su presencia. Después de unos momentos, decidió acercarse silenciosamente. Cuando estaba a unos pocos pasos, una rama crujió bajo su pie, llamando la atención de ___.

—¡Oh, hola! —dijo ___, deteniéndose en su construcción y mirándolo con ojos brillantes—. ¡No te había visto antes por aquí!

—Hola —respondió Alastor con una sonrisa tímida—. Soy Alastor. ¿Qué estás haciendo?

—¡Construyendo una cabaña secreta! —exclamó ___ con entusiasmo—. ¿Quieres ayudarme?

Alastor dudó por un momento. No estaba acostumbrado a interactuar con otros niños, pero la energía de la pequeña era irresistible. Asintió y se acercó, dejando su libro a un lado para unirse a la construcción.

Trabajaron juntos durante horas, riendo y compartiendo historias. ___ le contó a Alastor sobre sus aventuras en el bosque, sobre cómo una vez había seguido a una familia de conejos hasta su madriguera y cómo había encontrado una piedra que parecía brillar con luz propia. Alastor, a su vez, le habló sobre los libros que leía y las historias que le gustaba imaginar.

A medida que el sol comenzaba a ponerse, el claro se llenó de una luz dorada. La cabaña estaba casi terminada, y ambos niños se sentaron a admirar su trabajo.

—Esto es genial —dijo sonriendo ampliamente—. ¡Eres un buen amigo, Alastor!

Alastor sintió una calidez en su pecho. No estaba acostumbrado a tener amigos, pero algo en la naturaleza libre y alegre de ___le hacía sentirse cómodo y feliz.

—Tú también eres una buena amiga, ___—respondió con una sonrisa sincera.

Desde ese día, el claro encantado se convirtió en su lugar especial. Cada tarde se encontraban allí para construir, explorar y dejar volar su imaginación. Alastor encontró en ___ una compañera de aventuras que equilibraba su tranquilidad con una chispa de travesura, mientras que ___ descubrió en Alastor a un amigo con quien podía compartir sus sueños y secretos.

Alastor x tn || One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora