Rosina se mordió el labio, moviéndose de nuevo. Sus bragas estaban absolutamente empapadas y estaba empezando a preocuparse de estar arruinando el sofá también. Robándole una mirada a Lucia para asegurarse de que su atención este fija en la pantalla, paso la mano entre sus piernas para asegurarse. El sofá estaba todavía seguro, pero sus muslos estaban mojados ahora también. Enderezándose Rosina cruzo las piernas con la esperanza de ocultar su excitación.
Lucia se había fijado en el movimiento de Rosina por la esquina de su ojo. Vio como Rosina paso la mano entre sus muslos y vio que estaba mojada. Ahogó un gemido, volviendo su atención a la televisión. El corazón le latía salvajemente en el pecho.
"Oh, mierda. Ahí mismo. Ahí Camila". Lauren gimió. Tenía las piernas a cada lado de la cabeza de Camila y su espalda se arqueó. La única parte de la cabeza de Camila que se podía ver su lengua lamiendo el sexo de Lauren.
Rosina se quedó sin aliento "Oh".
Lucia volvió a analizar a Rosina.
Estaba sonrojada respirando con dificultad, y ahora se retorcía constantemente. Estaba claro que estaba totalmente excitada y con necesidad de un poco de alivio "¿Estás bien Rosi?".
"Yo... Yo creo que mi pulso se ha elevado y que estoy experimentando hipersensibilidad ante los eventos que están sucediendo en la... en la pantalla".
Rosina no estaba segura de si lo que decía tenía sentido. Ya no era capaz de completar una oración. Toda su atención se centraba en los latidos de su centro y la humedad absorbiendo sus bragas.
Lucia se sonrojó al decir esto, pero llevaba su famosa sonrisa. "¿Sabes si tienes que... Eh? Que masturbarte... puedes. Yo no te juzgare ni nada".
Lucia se encogió de hombros como si fuera normal ver porno con tu mejor amiga mientras se masturba.
Rosina miró a Lucia. Un fuerte gemido de pantalla y la imagen de Lauren moviéndose hacia abajo sobre la cara de Camila borraron su mente, bajo una pierna al suelo y dejo la otra doblada en el sofá. Lucia trago saliva, cuando le había sugerido esto a Rosina, había tenido la intención de que Rosina permanezca sentada.
Nunca espero que Rosina le de una visión clara de su ropa interior empapada.
"Mierda... Mierda... No pares Camila". Lauren estaba obviamente cerca de alcanzar el climax.
Sin embargo, fue el ruidoso gemido de Rosina "¡Oh dios mío... sí!" El que capturó toda la atención de Lucia. Rosina había deslizado su mano hacia abajo en sus bragas y Lucia podía ver el ligero movimiento de sus dedos mientras estos bailaban alrededor de sus pliegues.
La cabeza de Rosina se volvió para mirar la pantalla y su estómago se ondulaba con el esfuerzo controlado para no meterse los dedos en el coño. Lucia no podía apartar los ojos. Sabía que estaba mal, pero la televisión no tenía nada en comparación a ver a Rosina masturbarse, era erótico sensual, e igual a cada uno de los sueños húmedos de Lucia.
"Rosi..." Lucia exhalo su nombre, sus ojos color negro oscuro ahora.
Rosina puso su atención en Lucia.
Podía ver cómo Lucia no apartaba su vista de la mano dentro de sus bragas y respiro hondo para no gemir "Dime".
"No puedo dejar de verte". Lucia admitió. El sexo, la lujuria y la excitación habían inundado su vergüenza. "Dime qué me detenga".
Rosina negó con la cabeza. "No quiero que te detengas". Fue entonces que los ojos de Lucia capturaron los de Rosina. "Quiero que me mires Lu, me pongo demasiado caliente cuando me miras".
"Está bien" Lucia asintió en silencio.
Su mirada oscura aterrizó de nuevo en el centro de Rosina.
Rosina noto que Lucia la veía, sintiéndose increíblemente sexy y traviesa. Era una combinación pecadora y sabía que no iba a durar mucho más tiempo. Deslizó dos de sus dedos dentro de su coño y gimió fuertemente "Si... oh, dios mío... uhhh".
La televisión se había ido a otra pausa comercial, pero nadie se había dado cuenta. Lucia podía decir que Rosina estaba bailando al borde de su orgasmo. "Vamos, correte Rosi" Lucia dijo con voz áspera.
Sus pupilas dilatadas se dirigieron a Lucia cuando su orgasmo se estrelló contra ella. Metiendo sus dedos dentro y fuera rápidamente, Rosina se corrió, arqueando la espalda gritando de placer. Su cuerpo se estremeció antes de aterrizar de nuevo en el sofá, respirando pesadamente.
Tragando saliva lentamente Rosina deslizó sus dedos temblorosamente fuera de sus bragas. La atención de Lucia, se sintió atraída por ellos, queriendo probarlos.
Rosina miró a Lucia, con los ojos abiertos. Ahora que su excitación estaba mas controlada se dió cuenta de lo que acababa de hacer. Busco por cualquier signo de arrepentimiento o vergüenza "Yo..." Rosina se sonrojó.
Lucia sonrió, nunca había visto a Rosina avergonzada antes. "Eso fue lo más caliente que eh visto en mi vida Rosi, no sabía que tenías un punto de excitación al ser observada".
"Gayness". Rosina sonrió, sabía que Lucia estaba tomándole el pelo "Solo contigo".
Lucia asintió, al no ser capaz de mantener su mirada lejos de sus dedos. Entendiendo, Rosina deslizó la mano por su cuerpo hasta llegar a su boca, chupando sus dedos. Hizo todo un espectáculo lamiendo sus dedos hasta limpiarlos y sacarlos de su boca. Lucia gimió bajo, aprobando lo que vio.
"Jesus" Lucia se quedó sin aliento, tuvo que apretar sus puños para mantener la calma.
Rosina se rio, una risa gutural que hizo que Lucia se moje aún más de lo que ya estaba.
"¿Quieres probarlos Lu?".
"Yo... nosotras, nosotras no podemos..."
Lucia balbuceo atrapada con la guardia baja. Esta fue la reacción que Rosina había esperado. Poco a poco empujándose a si misma a una posición sentada junto a Lucia inclino su barbilla para mirarla.
"Estoy bastante segura de que cruzamos la línea a principios de esta noche y no tengo ningúna intención de volver" Rosina la miró a los ojos.
Lucia le imitó antes de que sus ojos cayeran a mirar a los labios carnosos de Rosina "Voy a besarte ahora".
Levanto la mano para detener la respuesta de Rosina. "Y luego vamos a ver el resto de este documental porque está jodidamente caliente..."
"Ese lenguaje". Rosina interrumpió, sonriendo tontamente.
"Y entonces..." Lucia siguió con una sonrisa. "Voy a follarte en cada rincón del apartamento".
Rosina se estremeció ante el reto, aún sabiendo que podía ser imposible en una sola noche, Lucia interrumpió sus pensamientos al estrellar sus labios contra los de ella en un ya esperado beso.