Felix odia a los alfas puros. Para el todos son unos idiotas esclavos de sus impulsos. Sus olores lo marean, sus actitudes lo irritan.
Realmente no es capaz de estar cerca de ellos mucho tiempo.
Las almas predestinadas son solo un mito. Pero Felix d...
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Quiero gritar.
¡Quiero gritar!
Con la cara enterrada en mis manos, suelto un grito de frustración retenido.
¡No me ha vuelto a hablar ese alfa tonto!
Aún sigue mirándome en los pasillos, varias veces hemos mantenido contacto visual, parece mantener su distancia.
i¿Pero tanta insistencia para satisfacerse con un tonta cita?!
Bueno, cita no le llamaría... Quizá solo una salida, sí.
Pero aun así, ¡¿Por qué estoy molesto?! i¿Por qué lo busco en todos lados también?!
- Uh... Veo que ahora tú también lo miras todo el rato, que ternura. - Jeongin aparece de la nada y ruedo los ojos.
- Cállate.
Cuando volteó hacia el frunzo el ceño al ver un envase plástico y un vaso de bebida para llevar en sus manos.
- ¿Fuiste a comprar merienda?
El me da una amplia sonrisa. Una sonrisa muy sospechosa. Es su sonrisa de que algo hizo.
- Te lo manda tu alfa. - dice y estira sus brazos hacia mi.
Inmediatamente lo miro con extrañeza.
- ¿Que dices?
-Vino hacia mi, me preguntó si era yo tu mejor amigo o algo y me dijo que te diera esto de su parte. -explicó mientras seguía tendiéndome lo que tenía en mano.
Mi mirada se desvía a los lados, buscándo a ese alfa puro en algún lado.
Lo consigo a lo lejos, en otra mesa con otro alfa al lado, pero me está mirando a mi.
Por alguna razón me siento nervioso. Mis manos sudan un poco y mi corazón aumenta su ritmo. Rápidamente volteo y tomó de las manos de Jeongin ambos envases.
Me siento en la mesa, el envase triangular es transparente, pero parece tener un papel en la parte de adentro de la tapa, el de la bebida está caliente y desprende esa esencia imposible de no reconocer.
¿En serio era verdad lo de llevarme algo dulce?
Trago grueso, pensando que quizá así podría tragarme mi desenfrenado corazón y a mi omega idiota que brinca emocionado por la atención de la alfa.
Jeongin parece divertido por mi expresión, le doy una mala mirada mientras se sentaba frente a mi con una risa.
Abro dónde está el pastel, es el mismo que pedí hace dos días cuando salimos juntas. Tomo la nota que está en el interior de la tapa.
«Deberias sonreír más, tus dientes son muy bonitos