Felix odia a los alfas puros. Para el todos son unos idiotas esclavos de sus impulsos. Sus olores lo marean, sus actitudes lo irritan.
Realmente no es capaz de estar cerca de ellos mucho tiempo.
Las almas predestinadas son solo un mito. Pero Felix d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No quiero ir.
¡No quiero ir al colegio! ¡No quiero ver a Hyunjin!
¡Esto es tan vergonzoso!
Desde que mi madre me hizo recordar las visitas de Hyunjin durante mis tres días de celo, solo puedo sentirme avergonzado.
¡Lobo tonto, torpe, débil y dependiente! i¿Por qué tenías que ser tan.. Meloso con el?!
¡Mamá hasta dijo que varias veces nos vio besándonos pero no hizo nada! j¿Por qué no hizo nada?! tenía que echar a Hyunjin como buena madre sobreprotectora!
Más que arrepentido porque al fin y al cabo era mi tonto lobo el que había estado tomando el control, me siento muy avergonzado. Sé lo infantil y berrinchudo que me puedo llegar a poner durante mi celo, ¡Por favor, conozco perfectamente a mi idiota lobo!
Recuerdos fugaces de ambos sentados y yo solo acurrucado en el es lo que más se reproduce en mi mente. Mi lobo ronronea feliz pero yo solo puedo sentir mi rostro arder por vergüenza.
Esto es terrible. ¿Por qué justo cuando me había decidido a poner fin a este juego de enamorados?
Me molesta tener que aceptar que, realmente, recordar eso me hace sentir bien, me causa calidez y hace que mi corazón se acelere.
Pero se supone que había dicho que tengo que evitar sentirme así.
—Cariño? ¿No irás hoy? —oigo a mi madre al otro lado de la puerta.
Vuelvo a dejarme caer sobre el colchón. Se me hace tarde y ni siquiera he hecho más que sentarme en mi cama. Suspiro hondo y enciendo mi lámpara de noche, ni siquiera he encendido las luces de la habitación así que las pequeñas estrels se ven con claridad en el techo.
—No, mamá. —respondo y me vuelvo a meter debajo de las sábanas, tapándome con el hasta por debajo de mis ojos para mirar atentamente las luces que la lámpara crea.
—Está bien, cariño. —agradezco que mi mamá no insista ni entrea mi habitación.
Por un par de minutos solo miro al techo, no tengo ni siquiera sueño para volver a dormirme.
Mis ojos se humedecen sin yo esperarlo. Pero no rechazo ese impulso. Sollozo bajito y siento la primera lágrima deslizarse por mi mejilla.
No quiero enamorarme de Hyunjin.
Pero el es tan lindo, torpe y atento que cada que recuerdo mis momentos cerca de el no puedo evitar sonreír o sentirme cómodo.
Aún no confío del todo en el y eso también me hace sentir mal.
Todo sería mucho más fácil si tan solo el fuese un alfa común…
Buscarlo durante mi celo me lo esperaba, pero no que el viniera a cuidarme durante él y mucho menos que recordar estar acurrucado en el me haga sentir tan bien.