Capitulo 4

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Estoy sintiendo algo agridulce ahora mismo

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Estoy sintiendo algo agridulce ahora mismo.

Bueno, mi lobo sobretodo.

El está feliz, muy feliz de lograr tener a su omega caminando a su lado por fin, su aroma llegando a mi olfato desde hace mucho rato.

Pero no puede hacer mucho bajo efectos del
neutralizador.

Estoy seguro que quiere marcarlo con mi aroma, que quiere acercarse, conectarse con su omega.

Pero no puedo hacer nada de ello.

Es gracioso, la única persona con la cual me siento conectada con mi lobo, necesita que me desconecte de el para estar cerca suyo.

Cuando me di cuenta que el problema era mi aroma, recordé porqué lo vivía ocultando. Es empalagoso, desagradable para algunas omegas, no es un olor imponente, pero sí muy fuerte debido a mi casta.

Admito que estaba empezando a pensar que podía andar por ahí sin ningún neutralizador.

Mi lobo quería y a la vez no, quería acercarse a Felix y si eso significaba no poder rodearlo de mi aroma, estaría dispuesto a aceptarlo.

Jamás había conocido a alguien con un olfato tan sensible como para marearse de esa forma al sentir mi olor. Parece un omega peculiar.

Aunque su esencia sí es muy agradable, mi alfa ruega por esconderme en ese cuello y olfatearlo hasta el cansancio.

Lo miro de reojo al caminar. Se ve especialmente atractivo con una media cola de caballo, algo desordenada, tenía un toque fresco y casual con su vestimenta simple.

Nunca se me había hecho tan lindo un omega.

En el instituto se habla mucho de el. Muchos expresan su deseo de tener una oportunidad con el, pero parece ser muy duro con los alfas a pesar de atraerlos tanto. Es masculino, lindo, carismático y todo lo que puede llegar a ser atractivo para algún alfa.

No parezco ser la excepción.

Pero, ¿Cómo culparme? Los cabellos morenos rebeldes sobre su frente, su pequeña cintura marcada por sus jeans de cintura alta, sus brillantes ojos y esos labios en forma de corazón. Por más que solo sea mi lobo el caprichoso de estar con el, es un omega increíblemente guapo y lindo.

El voltea, sé que notó mi mirada. Volteo al frente y fingo demencia con algo de vergüenza. Siento como algo de calor llega a mis mejillas. Quizá sí lo estaba mirando de más.

Quizá he sido un poco molesto. He estado dejando a mi alfa muy al mando y he actuado como un cachorro muy molesto y fastidioso.

Jamás había estado así, quizá por eso ya no quiero retenerlo, no cuando por fin está más vivo que nunca.

Pero si quiere a el omega, debe calmarse, y retenerse un poco, si es posible.

Solo debo lograr que afloje esa aura tan dura a su alrededor.

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