Enfermizo

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Mire mi mesa aburrido, primer día de clases, primer día de tortura, como odiaba este lugar. Ha mi lado estaba el bastardo que había conocido hace un año, lo odiaba con toda mi alma por lo que me había hecho sufrir, cuantas veces llore por su culpa, por una supuesta amistad. Mi mente solo lo maldecía mientras fruncía el ceño en clara molestia, ¿Por qué no se callaba de una puta vez? Un suspiro largo y abrumado se escapo de la comisura de mis labios mientras la maestra se presentaba frente a toda la clase donde la gran mayoría eran nuevos, excepto 7 alumnos y entre ellos estaba yo, hacía un calor infernal y yo me sentía realmente incomodo con aquel uniforme caluroso. De repente mi ceño se frunció más cuando el bastardo de mi lado se puso a empujarme y molestarme, realmente no me podía quejar, era la única persona con la que a este punto podía juntarme.

 - Joder... ya deja de molestar imbécil. -Murmure con clara molestia mientras el se reía de mi ceño fruncido, todos los del salón creían que el y yo éramos amigos pero estaban muy lejos de la verdad. Lo aparte de mi y solo volví a suspirar acomodando mi cabeza sobre mis brazos recostándome en la mesa. -

- Atención chicos, por favor silenció, como la gran mayoría de aquí son nuevos podremos las sillas en circulo, tendrán 5 minutos para hablar con la persona a su lado derecho y luego se cambiaran de lugar de nuevo -Menciono la maestra, todos enseguida se movieron para quitar las mesas y colocar las sillas en circulo, frustrado y con dolor de cabeza por el calor me levanté y me senté en una silla a la zar. -

- Comiencen. - Dio la orden la Miss. Mire a quien estaba a mi lado derecho, un chico alto y robusto con el cabello negro desordenado, se veía bastante mayor y me pregunte que si había repetido de año, de repente sus ojos se encontraron con los míos y me saludó nervioso. -

- Hola... Soy Darren, es un gusto... - Dijo con timidez, me quede mirando por algunos segundos su rostro rojo de la vergüenza, se veía tierno para ser tan grande y tener una voz tan jodidamente grave, lo mire con curiosidad y una sonrisa de diversión se formo en mis labios secos. -

- ¡Hola! Soy Ares pero todos me dicen Isaac, es mi segundo nombre, es un gusto Darren. - Dije con mi mayor energía, quería verme buena onda, no podía pasar lo mismo del año pasado, no de nuevo... - Supongo que eres nuevo, yo llevo en este basurero desde el año pasado pero eso ya lo debes de saber por lo escandaloso que soy... - Dije mientras notaba el claro nerviosismo del chico más alto - ¿Nervioso?. -Pregunte- 

- Si... no me encanta ser el nuevo, disculpa la pregunta imprudente pero... ¿Eres un chico? - Pregunto nervioso. -

¡Claro que lo era! ¿Acaso no me veía lo suficiente masculino? ¿Mis nombres no lo hicieron obvio? Trate de no fruncir el ceño, el calor me tenía más gruñón que de costumbre, aunque ya de por si lo era, me fastidiaba la gente desconfiada pero tenía que entenderlo, el era nuevo y quizás yo era la primera persona con la que hablaba. Respire profundamente y le di una sonrisa a su mirada nerviosa.

- No te preocupes, si, soy chico, quizás no lo parezca pero lo soy, cambiando de tema, cuéntame de que liceo vienes, me matas con lo poco hablador que eres. -Dije con una sonrisa bromista mientras el comenzaba a hablar. -

Dios, sinceramente para mi mente desgarrándose por el calor el era muuuy aburrido, pero no es como si pudiera hacer mucho. Hable con otras tres personas y mientras hablaba con un imbécil con cara de pedófilo note como la silla a mi lado estaba vacía, no le iba a dar importancia hasta que levante la mirada y vi a un chico con mascarilla, cabello largo desordenado y enredado que tenia una botella de gaseosa en sus manos y la mirada baja sin hablar con nadie, rápidamente me sorprendí y me sentí mal al verlo solo, sabía que era nuevo asique lo llame con la mano, costo que se acercara pero finalmente lo hizo, se sentó a mi lado y voltee a mirarlo con una sonrisa. 

No logramos seguir con estoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora