Capítulo 4: Alegrías y Miedos

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Los primeros meses del embarazo de Apo fueron difíciles. Experimentó náuseas matutinas, fatiga y cambios de humor. Mile estaba a su lado en todo momento, cuidándolo con cariño y paciencia. Lo acompañaba a las citas médicas, le cocinaba comidas nutritivas y le masajeaba la espalda para aliviar sus dolores.

A pesar de las dificultades, Apo también experimentó momentos de gran alegría. Sentía cómo su bebé crecía dentro de él, y cada patada o movimiento lo llenaba de emoción. Mile también estaba feliz y emocionado por la llegada de su hijo. Comenzaron a decorar la habitación del bebé, a elegir un nombre y a imaginar cómo sería su vida como familia.

Sin embargo, en medio de la alegría, también había miedo. Apo se preocupaba por el futuro, por cómo serían recibidos por sus familias y amigos, por cómo criarían a su hijo en un mundo que no siempre era tolerante con las parejas del mismo sexo. Mile también tenía sus propios miedos, como la responsabilidad de ser padre y la posibilidad de no estar a la altura de las expectativas de Apo.

A pesar de sus miedos, Mile y Apo se apoyaban mutuamente y se fortalecían con el amor que sentían el uno por el otro. Sabían que no estaban solos en esto y que juntos superarían cualquier obstáculo que se les presentara.

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