El sol de la mañana se colaba por las rendijas de las cortinas, acariciando el rostro de Apo mientras dormía plácidamente. Un suave ronquido escapaba de sus labios, señal de un sueño profundo y reparador. De pronto, un sonido metálico lo sobresaltó. Despertó con los ojos entreabiertos, buscando la fuente del ruido.
Era Mile, su compañero de piso y mejor amigo, quien se encontraba en la cocina, preparando el desayuno. La luz dorada del sol lo bañaba, creando un halo angelical alrededor de su figura. Apo observó en silencio, fascinado por la belleza natural de Mile, incluso con el cabello despeinado y la ropa del sueño.
Un cosquilleo recorrió su vientre, una sensación extraña que nunca antes había experimentado. Se levantó de la cama, tratando de ignorar la extraña sensación, y se dirigió al baño. Mientras se lavaba la cara, se miró en el espejo y notó un ligero cambio en su rostro. Sus mejillas estaban sonrojadas y sus ojos brillaban con una intensidad inusual.
"¿Qué me está pasando?", se preguntó en voz baja.
Apo se deshizo de la idea y salió del baño. Mile ya había terminado de preparar el desayuno y lo esperaba en la mesa con una sonrisa.
"Buenos días, dormilón", dijo Mile, acomodando un plato de fruta frente a Apo.
"Buenos días", respondió Apo, sentándose a la mesa.
Comieron en silencio, disfrutando de la compañía del otro. Apo no podía dejar de mirar a Mile, sintiendo una atracción irresistible hacia él. Sus pensamientos se llenaban de imágenes de ellos dos juntos, en situaciones íntimas y apasionadas.
De repente, Mile se inclinó sobre la mesa y rozó sus labios con los de Apo. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Apo y sus labios se separaron en un suspiro. Mile sonrió con picardía y le guiñó un ojo.
"¿Te gusta el desayuno?", preguntó Mile con voz ronca.
Apo tragó saliva, sin saber qué responder. La atracción que sentía por Mile era cada vez más fuerte y no podía negarla más.
"Sí, está delicioso", respondió Apo, sin poder apartar la vista de los ojos color avellana de Mile.
Mile se acercó más a Apo, sus rostros a escasos centímetros de distancia. Apo podía sentir el calor de su respiración en su piel y el aroma de su perfume invadiendo sus sentidos.
"Apo", susurró Mile, "¿puedo besarte de nuevo?"
Apo asintió con la cabeza, sin poder articular palabra. Mile sonrió y sus labios se unieron a los de Apo en un beso apasionado. El beso fue intenso y lleno de deseo, como si llevaran años esperando este momento.
Apo se dejó llevar por la pasión del beso, olvidando todas sus dudas y miedos. En ese momento, solo existía Mile y él, unidos por un amor que ni ellos mismos comprendían.
El beso terminó con un gemido ahogado de Apo. Se miraron a los ojos, jadeando por aire, y en ese instante supieron que sus vidas habían cambiado para siempre.
HOLIS REGRESE DESPUES DE UNOS LARGOS AÑOS ESPERO LES GUSTE LA HISTORIA, NO CONTIENE NADA HOT ES PURO AMOR.
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Un Lazado Inesperado
Fiksi PenggemarLa historia comienza con un encuentro inesperado en un bar, donde Apo y Mile se sienten atraídos el uno por el otro. A pesar de las diferencias en sus personalidades y estilos de vida, ambos se embarcan en una apasionada relación que los lleva a des...