𝗧𝗘𝗡

44 10 1
                                    

Estaba siguiendo el lento paso de Jiseok por los pasillos, él tenía su mochila vieja y percudida de osito y el paquete vacío de sus pastillas en la mano, observándolo como si fuese algo magnífico

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba siguiendo el lento paso de Jiseok por los pasillos, él tenía su mochila vieja y percudida de osito y el paquete vacío de sus pastillas en la mano, observándolo como si fuese algo magnífico. Se acercó lentamente a él, no sabia si el efecto de la medicación lo pondría agresivo esta vez, temía que su respiración errática y acelerada lo moleste, y tocó su hombro para darlo vuelta suavemente.

— Pequeño, regresa a tu camilla ¿si? No puedes pasear por los pasillos o van a regañarte.

Sin decir nada caminaron los dos juntos hasta su habitación.

— Jungsu, por favor juega con él un momento ¿si?

— Por supuesto.

Aquel chico se levantó de su camilla y se sentó al lado de Jiseok en el suelo, el cual al notar esta presencia levantó su mirada encontrándose con la suya.

— ¿Te encuentras bien?

Esa sonrisa… Si tan solo supiera lo que desencadenó en él.

( . . . )

Iba pasando el tiempo, los jóvenes de dieciséis y dieciocho años se hacían cada vez mas cercanos y esto le encantaba. Podría pasar horas con Jungsu jugando con él y siendo feliz por un rato, o al menos hasta que su medicación dejara de hacer efecto.

Cuando se cayó aquel día pisando su bata sin querer, no pudo ver a Jungsu a la cara, se pasó el día llorando diciendo que se reían de él, las enfermeras apenadas sabiendo que no había nadie mas en esa habitación que su amigo y él. Se animó a pedir disculpas aún con un sabor amargo en la boca y la lengua entumecida, solo para obviar el hecho de que Jungsu no estaba enojado con él.

En el patio del hospital, estaban en hora de recreación, ambos sentados juntos.

— ¿Quieres algo de comer?

Simplemente asintió en silencio, no le gustaba mucho hablar mientras estaba con efectos.

Cuando Jungsu volvió, tenia una de sus manos detrás de él, activando la curiosidad en Jiseok.

— ¿Eso detrás?

Le sonrió. Cuando terminaron de comer Jungsu tocó el hombro de Jiseok para llamar su atención, estaba algo ido, y le extendió la mano con un chocolate que tenia una pequeña notita pegada.

“Te quiero, amigo.”

( . . . )

Jiseok se había acostumbrado a caminar de la mano de Jungsu, las enfermeras les sonreían cada que los veían y eso le hacia sentir no tan raro.
Habian acordado que luego de la recreación irían al salón de la doctora Hwa, la encargada del cuidado de Jiseok, y luego volverían a su habitación.

— Casi llegamos.

Le dijo, Jungsu ya lo sabia pero no dijo nada.

Cuando llegaron, el mas bajo tomó el cuello de la camiseta de Jungsu para darle un beso en la mejilla, cayendo al suelo luego de hacer eso.


La linterna encendiéndose y apagándose en sus ojos lo estaba poniendo nervioso, pero sentía la presencia de Jungsu con él así que todo estaría bien.

( . . . )

Era de noche, su abuela le había llevado sus auriculares viejos y le regaló un CD de música mezclada. Sonrió mientras escuchaba las canciones románticas de la lista y sin darse cuenta estaba escribiendo en su cuaderno su vida con Jungsu a su lado.

( . . . )

— ¿Otra vez?

Regañó. Jiseok no había dormido bien y estaba sentado a su lado en la camilla ajena, mirando hacia abajo y sin decir nada. Probablemente Jungsu no le hablaría en todo el día gracias a esto.

Y así paso, estuvieron todo el día juntos como siempre, como chicles, pero las palabras no eran dirigidas por parte del mayor, siempre que Jiseok intentaba hablar no le hacia caso y lo dejaba pasar, él sabe que a Jungsu no le gusta esto de evitarlo, pero sabía que era por su bien. Por eso le gustaba.

( . . . )

Gritaba histérica por los pasillos el nombre de Jiseok, se había vuelto a ir de su lugar sin avisar y posiblemente estaba haciendo alguna de sus travesuras o jugando donde no debía, y cuando lo encontró estaba en el patio con un muñeco que le había dado Jungsu.

— Vamos adentro, Jiseok.

Solo asintió, tomó su mano y volvieron adentro sin rechistar.

( . . . )

— ¿¡Que mierda es esto!? ¡Vengo a visitar a mi hijo y veo esto tirado en el suelo! ¡¡Me dijeron que estaría solo!!

Gritaba la mamá de Jungsu sosteniendo el cuaderno de Jiseok en sus manos, justamente en las páginas describían una historia de amor entre ambos chicos, ella sabía que Jiseok estaba enfermo. No lo quería cerca de su hijo.

— Por favor no grite, hay mas pacientes-

—¡No me importa! Voy a sacar a mi hijo de este maldito loquero, él esta aquí por problemas de salud, no mentales.

— Señora su hijo tiene un TCA avanz-

— ¡Cierra la boca!

( . . . )

No podía creerlo.
El único amigo que había hecho en los tres años que lleva internado se había ido, para siempre.

— Estuvo en su cama todo el día, no quiere volver a salir. Lo quiere a él.

— No podemos hacer nada, dale sus pastillas y que duerma un rato…

Solo quería llorar luego de escuchar a la doctora Hwa aceptar a que lo durmieran con drogas. Él sabia que estaba enfermo, enfermo de la cabeza, así le habian dicho sus padres durante toda su vida, hasta que su abuela ganó el juicio.

— ¿Dónde estás, Jungsu?

Sollozó.

Toda su vida había estado solo, pero cuando Kim Jungsu, un chico alto, lindo, bondadoso y gracioso entró a la fría habitación, él sintió un cálido abrazo al corazón que no sentía desde hace años. Jungsu era como sus pastillas, solo que no tenia que estar medio dormido para poder vivir.
Amaba a Jungsu, se sentía amado por Jungsu.

¿Y ahora?

Jiseok estaba solo.

Jiseok siempre estuvo solo.

Jiseok siempre estuvo solo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝖲𝗈𝗅𝗈. ꞉ jungjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora