𝑴𝑬 𝑨𝑵𝑫 𝑻𝑯𝑬 𝑫𝑬𝑽𝑰𝑳

005, My past life part 2

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Please, please, please, don't prove them right 🎶

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( ¡EL PASADO! )

[1941]

Se tomó unos segundos para recuperar el aliento y pasó tres veces frente al muro de piedra y espero, cada una de las veces con un pensamiento persistente.

"Déjame ver a Tom Riddle".

La sala, cómo siempre complaciente, mostró una puerta de madera, y él no dudo en entrar por ella.

Se revolvió las manos en cuanto entró en la habitación que usualmente compartían juntos, cuando querían escapar de algo, o simplemente privacidad para hablar.

Él era quien había descubierto la habitación inicialmente, un día cualquiera a altas horas de la noche, cuando se encontraba acorralado entre un fantasma y un profesor, en el toque de queda, estaba en problemas. Nunca había tenido detención y no quería empezar ahora, sin contar con el odio colectivo de su casa si perdían puntos por su culpa.

No tenía escapatoria, pero en vista de que su mente solo gritaba por un escondite, de repente una puerta de madera se habia materializado en la pared y él no dudo en lanzarse hacía ella y cerrarla, era un cuarto de escobas.

Varios días después, sin poder quitarse el misterio de la cabeza, cuando se escabullo en la cocina a altas horas de la noche, le preguntó a una elfa doméstica llamada 'Misty' que tan amablemente le estaba pasando de contra bando un pastelillo de frambuesa, sobre esa habitación, resulta que se llamaba 'sala de los menesteres' es una habitación a la que sólo puede entrar cuando tienen una necesidad real. A veces está ahí, y a veces no lo está, pero cuando aparece, siempre está preparada para las necesidades del buscador.

La historia desde ahí es muy simple, el siguió llendo, y cuando entró en confianza con Tom, simplemente surgió el deseo de compartirla.

Cuándo volteó su mirada hacia arriba buscó a Tom por la habitación, se encontraba en el centro de está, de espaldas, frente al fuego, en la gran chimenea de ladrillo, la habitación la habían pensado como un lugar en el que se sintieran cómodos para hablar en privacidad, así que era simplemente una sala de estar con muchos sillones tapizados en algodón, verdes claramente, paredes de ladrillo rojo, una mesa de centro en madera, que tenía encima muchas velas, algunos cojines en el suelo, unas repisas con una gran cantidad de libros y por supuesto, la gran chimenea en el centro de la habitación.

Tom se giró lentamente y él, sin poder evitarlo, se encogió en su lugar, esperando una reprimienda.

Tom siempre era amable, y encantador, pero eso era en público, en privado, y con él, con quién comparte un lazo íntimo, se tomaba las libertades de ser él mismo.

—Buenas noches, Tom —saludó
Harrison, su voz apenas un susurro. Sabía que cualquier tono diferente podría desencadenar algo en Tom, y esta noche no quería más problemas.

—Buenas noches, Harrison —respondió Tom, con una voz suave pero llena de una tensión subyacente—. ¿Por qué tardaste tanto?

—Estaba con Lib y con Luke... y luego me encontré con Malfoy en el camino. Me detuvo para decir algunas estupideces.— Intentó mantener su tono ligero, aunque sentía que su corazón latía con fuerza y evitó enormemente rodar los ojos al hablar del idiota de Malfoy.