Tres

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Carlos anteriormente podía contar los días mas felices de su día con su mano, pero desde que conoció a Jane, todo los días se convirtieron en una típica novela de amor en donde él, jamás se cansaría de verla. Desde que se conocieron ambos hicieron "click", se entendían, empatizaron con el otro y entendieron tantos sus perfecciones e imperfecciones.


Desde esa vez en la cafetería no pudieron evitar verse de nuevo, y así la siguiente, y la siguiente y la siguiente; aunque no siempre Carlos iba a visitarla, aveces era ella o quedaban en un punto en concreto, pero a pesar de eso, ahí estaban al lado del otro cual pulgas; eran tal para cual.

Pero el día de hoy, no se había levantado como otros días, hoy andaba con un mal sabor de boca y algo cabizbajo, no sabía el por que, aunque tal vez se debía por que no durmió bien ayer o algo así.

Su teléfono vibro y lo agarro, su sonrisa floreció al ver que era Jane, le había mandado un mensaje, pero este parecía serio, ella quería que fuera a Volterra urgentemente para enseñarle algo, sin dudarlo hizo lo posible para encontrar un boleto de camión que lo llevara. Al conseguirlo salió corriendo de inmediato ya que el camión saldría en casi hora y media, por lo que se iría así de informal, ya que eso no le importaba solo le importaba el bienestar de Jane.

Llego unos minutos antes de que el camión cerrara y se subió, se sentó en uno de los asientos disponibles (el de hasta adelante) y esperó ansioso el trayecto.

Sus ojos iban y venían del reloj de su teléfono, hacia el de su reloj y por al del camión, sintió los minutos eternos, pero al parece runa deidad en el cielo ya que habían llegado, fue el primero en salir al abrirse las puertas. Corrió lo mas rápido que pudo, al parecer la ubicación que le mando indicaba que era al gran Castillo que se encontraba ahí, era una zona turística, ¿tal vez ella quería una cita ahí?

Cuando llegó pudo ver que estaba cerrado, extrañado le mando un mensaje el cual a los segundos fue respondido por ella, diciendo que una mujer le abriría las puertas. No fue tanto el tiempo que espero ya que la mujer (guapa a su parecer) le abrió las grandes puertas del castillo, se vió imponente.

—— ¿Tu debes de ser el joven Soler verdad?—— le preguntó la mujer de pelo rubio oscuro con una sonrisa amable.

—— Así es —— le contestó

—— Bien, la señorita Jane le espera allá adentro —— ella se hizo a un lado para que pasará adentro.

Cuando entró ella de manera rápido se posicionó a su lado y lo guío durante todo el trayecto, a pesar de que el trayecto fue bastante tranquilo y silencioso (lo suficiente para apreciar la decoración) pudo notar algunas miradas lastimeras de ella, no entendía el por que, pero  no le interesaba en nada.

Seguimos caminando hasta llegar a un par de puertas de maderas muy altas, la mujer se acercó para abrir las grandes puertas, mostrándose un gran salón con lindos toques victorianos, pero, lo que más destacó fueron los tronos posados entre el final y el medio del salón, al igual, que a sus lados, personas vestidas con la vestimenta con la que conoció a Jane por primera vez.

—— ¿Oh, Carlos? —— una voz conocida se asomó del silencio pulcro, gire mi cabeza y ahí estaba ella, su Jane.

—— Hola —— sonreí a penado, ella se acercó a mi a paso lento, no mentiría que si le puso nervioso —— ¿para qué me llamaste Jane?

—— Tu... sabes que eres importante para mi, ¿verdad? —— él asintió levemente en signo de afirmación —— es por eso... que quiero revelarte un secreto íntimo, ¿podrás guardarlo?

——¡Claro...!, jum... digo por supuesto—— reí nervioso por la situación vergonzosa y ell me acompaño con una risa linda —— ¿quieres ir a un lugar más privado...?

—— ¡No!, esta bien, puedo aquí, no te preocupes—— ella alzó su cabeza mostrándome unos ojos cafés, paso levemente sus manos por mi pecho acariciando, parecía dudar al ver como mordió su labio —— No me juzgaras, ¿verdad?

—— Jamás


Jane se alejó unos pasos hacia atrás, es su vida inmortal ella había experimentado este nerviosismo, pero como siempre dicen: "siempre hay una primera vez". Ella lentamente dirigió sus manos hacia sus ojos tocando en la parte de su iris, "rasguñando" aunque en realidad estaba quitándose las lentes de contacto. Carlos intentó detenerla al pensar que se estaba haciendo daño, pero en el momento en el que Jane paró, lo que eran un par de ojos cafés fueron remplazados por un par de ojos rubís que lo miraron fijamente, se sintió indefenso por la intensa mirada, esos ojos parecían los de un depredador cazando a su presa, ya no eran los dulces ojos de la chica la cual se enamoró.

—— Ja-jane... ¿qué significa esto? —— involuntariamente señalo hacia sus ojos (ahora rojos) con nerviosismo.

—— Carlos.... —— ella caminó de nuevo hacia él a paso lento, por inercia él retrocedió pero de un momento a otro ella ya estaba frente a él, no lo vió venir pero si notó cuando ese par de ojos rubís estaban muy cerca.

—— ¿Si...?

—— Yo.... soy.... —— la mano derecha de Jane fue a parar en el cuello de Carlos, se paro de puntitas y con todo su esfuerzo se poso a la altura de su cuello —— soy un vampiro
































































FIN

𝐌𝐈𝐋 𝐇𝐎𝐑𝐀𝐒 ━━ Jane VolturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora