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Lena Luthor pov

Ignoro los saludos nostálgicos de algunos empleados, todas las mañanas es lo mismo, los mismos saludos y proactividad, todo para poder notarlos y tal vez premiar a uno u otro. Como si no me causaran demasiado estrés a lo largo del día. Selecciono el piso treinta, ansiosa por entrar a mi habitación lo más rápido posible, saco el celular de mi bolso y reviso algunos mensajes, pero solo respondo el de Samantha.

El sonido del ascensor anunciando que he llegado al piso deseado llega a mis oídos al cabo de unos minutos, salgo de la caja metálica rumbo a mi oficina, todo aparentemente normal, salvo el extraño nerviosismo de Eve, mi secretaria tiene su forma inquieta cada vez que llego. Samantha siempre dice que hago que las mujeres se sientan intimidadas, pero en este momento parece angustiada por algo.

— Señorita Luthor... — Me detengo cerca de la puerta. — Muy temprano llegó una chica, dijo que necesitaba hablar contigo y que era urgente.

— ¿Dejó contacto?

— Está en su habitación, se negó a salir de aquí. La amenacé con llamar a seguridad, pero ella dijo que conocía a la Sra. Arias.

— Bien...

Abro la puerta de mi habitación, lista para decirle al extraño que se vaya, recorro la habitación con mis ojos hasta detenerme en la mujer sentada frente a mi escritorio, los mechones medianos dorados con gruesos rizos en las puntas me atraen. Como si sintiera mi presencia, la mujer se giró, mirándome con orbes azules, que extrañamente me resultaban familiares.

— No dejes que nadie me moleste hasta el primer encuentro. - Advertencia Eva.

— Sí señorita Luthor!

Entro cerrando la puerta de mi habitación, me dirijo a mi mesa tratando de ignorar la presencia del extraño, cuando me acomodo miro a la rubia y la veo mordiéndose el labio inferior con nerviosismo.

— ¿Vas a hablar o exigiste una reunión conmigo sólo para admirarme? — cuestiono con impaciencia después de tantos minutos de silencio.

— L-Lo siento... — Comienza, noto el movimiento de sus brazos, pero lo ignoro. — Probablemente no me recuerdes, nos conocimos en C'est La Vie y tenemos un problema.

— ¿Perdon? — Se levanta, la veo comenzar a caminar de un lago a otro frente a mí.

—Tuvimos sexo esa noche, Señorita Luthor. De hecho, tuvimos relaciones sexuales toda la noche y llego tarde a mi período.

— ¿Y dónde encajo yo en esto, señorita?

— Ahora, sé que no llegaste a donde estás con este tipo de pensamiento o cuestionamiento, sé que eres alguien más inteligente que eso. — Me relajo en mi silla mirándola. Impasible por fuera, pero sorprendida por su audacia por dentro. — ¡Te digo que posiblemente yo esté embarazada y el niño sea tuyo!

— ¿Cuántos años tiene señorita...?

—Zor-El.

— ¿Cuántos años tiene la señorita? ¿Zor-El?

— ¿Qué tiene que ver mi edad con nuestro problema?

— Responder a mi pregunta.

— Veinticuatro.

— Está bien, estoy absolutamente seguro de que es una chica inteligente o algo parecido. — Arquea la ceja en mi dirección. — Ya que recuerdas bien que tuvimos relaciones sexuales esa noche, debes recordar que usé condón, ¿verdad?

— Veo que te acordaste de mí… — La veo apoyar sus manos en el respaldo de la silla. — Señorita Luthor, esa noche te enojaste porque el condón se rompió al poco de empezar y te lo quitaste, ¿no recuerdas que te corriste dentro de mí sin condón? Y para ser claro, hiciste esto siempre.

Bebé a bordo - Karlena / SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora