Capitulo II: Malas experiencias

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Después de 4 años de matar a mi padre y vivir aquí decidí trabajar, ayudarle a oveja negra a comprar una hermosa casa e irnos de este asqueroso lugar. Cumplí los 21 y le propuse al jefe de oveja negra a trabajar con el.

Oveja negra tenía una regla con sus clientes y eso era... NUNCA ENAMORARSE. Yo nunca supe que era eso del amor, solo veía a los hombres como unos idiotas que buscan solo su placer y que lo único que debemos saber de ellos es que son mentirosos. Mi primer día tenía que ser importante, el jefe invitó a unos colegas de el para hablar de negocios, me dijo que me pagaría el doble si yo le hacía quedar bien enfrente de ellos, yo acepté sin importar nada. Estaba mentalizandome para lo de hoy en la noche, no sabía cómo vestirme o como maquillarme.

Levanté la vista y vi la cama de oveja negra, ya que de día ella salía a trabajar y de noche se quedaba aquí a producir más dinero. Me acerqué a su cama y me acosté, sentí que algo me pico, quite las cobijas y encontré una prueba de embarazo positiva.

- Oveja...- susurré

Salí de ahí y bajé hacia la salida, por desgracia me encontré a Yailin, era como oveja negra pero ella era la Encarnación del mismo diablo, pues ella tenía a sus pies a los hombres que ella quisiera y terminaba robándoles. A nosotras nos hacía la vida imposible, una vez a oveja negra le rompió todos sus regalos y le dijo a Rolán. Este no se quedó de brazos cruzados y la castigó, a mí no me decía nada ya que solo era una inquilina que ni siquiera tenía negocios con el, rara era la vez que bajaba a estar con el bartman de ahí.

Le hablaba solamente a clientes frecuentes, rara era la vez que les aceptaba algo, ya que no quería problemas con ovejita. Estaba tan metida en mis pensamientos que choque con ella, ambas nos caímos y me incorpore rápido.

- ¡FIJATE CULICAGADA! - me gritó Yailin

- Fue un accidente Yailin, no fue para tanto - le dije sin verla

Ella solo me miró mal, sabía que si me hacía algo oveja negra no dudaría en dejarla pelona. Tampoco abuso de eso solamente que se cuando echo a perder las cosas pido disculpas y sino pues que se jodan.

Me dirigía a la salida y en eso apareció Rolán; oveja negra ya me había dicho que no me le acercará y mucho menos que tuviera negocios con el. Ella decía que sino le hacía caso las consecuencias serían graves.

- Hola ___, ¿A donde te diriges? - me dijo sonriendo

- Rolán... - lo miré y me hice a un lado

- Pregunté algo ___ - me bloqueó el paso total de la puerta

Regla número 1: NO HAGAS CONTACTO VISUAL CON NADIE.

- Voy a salir - no lo miré y me quedé quieta

- Sobre el trabajo ____, debes de ofrecerme algo que demuestre tu lealtad hacia mi - sonrió

- No tengo nada que ofrecerle señor - le dije nerviosa

- Claro que tienes algo... Tú virginidad serviría - se relamió los labios

Yo lo mire asqueada y le di una bofetada, salí de ahí y me dirigí a donde oveja negra trabajaba, ella se vendía en la calle de día y de noche en el burdel. Me puse mi iPod y unos audífonos para poner música.

Oveja me los había regalado en mi cumpleaños, decidí usarlo ya que la música me tranquilizaba, al llegar pude verla hablar con un tipo que ya conocía, su nombre era Lunay oh bueno así se hacía llamar.

- Vamos nena, te daré lo que quieras, solo quiero que vengas conmigo - le dijo Lunay a oveja negra

- Que no Lunay entiende - ella estaba fumando un cigarrillo y lo veía mal

Narcos (Anuel AA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora