Prólogo

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- (¿Dónde estoy) - Dijo un joven de no más de 19 años - 

Nuestro protagonista se encontraba en medio de un bosque, el clima estaba nublado y por ende estaba lloviendo fuerte. Volteó a todos lados mirando donde se encontraba pero lo único que lograba ver era árboles y más árboles. Se estaba haciendo demasiadas preguntas del como es posible que haya llegado ahí, lo ultimo que recuerda es que estaba peleando contra...

- ¿Quién esta ahí? - Mirando hacia un arbusto -

Se puso en alerta al ver que escuchó un ruido en el arbusto, saco su espada que tenia en la espalda y se puso en posición de combate, el sonido se iba haciendo fuerte mientras el se preparaba para un combate, hasta que vio a un oso de color marrón demasiado grande salir de ahí.

- Solo es un maldito oso - Guardando la espada -

El oso lo vio y se abalanzó hacia el rápidamente pero lo esquivo haciéndose a un lado.

- Oye amigo, no tengo tiempo para esto, no se donde demonios estoy -

El oso volteó y trato de darle un zarpazo pero el se movió hacia atrás evitándolo, el oso se levanto en dos patas tratando de intimidarlo, el joven aprovecho este momento y le dio un fuerte golpe en el estomago mandándolo a volar contra una árbol. 

- No soy de golpear animales, pero tu empezaste - Retirándose del lugar - 

Comenzó a caminar hasta encontrar una casa que estaba en el filo de una colina, se dirigió ahí para ver si podía encontrar un refugió, en el caso de que no haya nadie.

- ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? - Tocando la puerta -

Adentro se escucho el ladrido de un perro y una motosierra, el joven se estaba preparando para pelear hasta que alguien abrió la puerta y vio a un rubio de no más de 16 años, a lado de el estaba un perro de color naranja con... ¿Una motosierra en la cabeza?.

- ¿Quién eres tu? - Preguntó el joven con algo de cansancio - 

- Solamente vengo por algo de refugió, no se como llegue a este lugar - 

- ¿Cómo se que no nos harás daño? - Preguntó desconfiado, ya que vio que tenia una espada en la espalda -

- Si lo dices por esto, ten por seguro que no haré nada, solamente quiero descansar tranquilo - Dijo cansado -

- ¿Tú que opinas Pochita? - Pregunto al ¿Perro? que solamente soltó un ladrido - Esta bien, puedes quedarte, pero te aseguro que no es mucho - Abriendo la puerta - 

El protagonista entró a la casa y vio que había unas cuantas cosas como una escalera, paneles de madera, estantes viejos, etc. Sintió pena por el joven, tenía curiosidad por ver como llego hasta tal punto de terminar en la pobreza, pero no quiso preguntar al respecto por privacidad. 

- Ponte cómodo - Sentándose en un colchón viejo - 

- (¿Con qué?) - Mirando al rededor, encontró una sabana tirada así que se sentó en eso - 

- ¿Dices que no sabes como llegaste a este lugar? - Preguntó el rubio - 

- Nop, no se como terminé aquí - Respondió - Una pregunta - Llamando la atención del rubio - ¿Qué es eso? - Señalando a Pochita - 

- Es un demonio - Dándole un poco de pan a Pochita - Es mi mejor amigo, me ayudo en muchas ocasiones -

- Ya veo... (Así que estoy en otro ¿Mundo?) - Se quedo pensando - 

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