Dos actores reconocidos mundialmente, Juanjo y Martin, se ven obligados a actuar en la misma película, ¿El problema? Que se enamoraron en una playa cuando eran jóvenes y no habían vuelto a coincidir nunca desde que uno le rompió el corazón al otro y...
Como somos ansiosos nos hemos metido en el agua sin siquiera haber parado para comer, así que seguimos entre las olas y Juanjo tiene hambre.
—Martiiiiin—Se queja haciendo un puchero que me parece adorable—Tengo hambre vamos a comer por favor.
—Esperemos un rato más—Le digo y él rueda los ojos.
—Lo mismo has dicho hace una hora Amo...—Se calla a si mismo al darse cuenta de lo que estaba a punto de decir. Me sorprendo a mi mismo al sentir un calor que nunca había sentido al escuchar ese apodo y me acerco más a él.
—¿Me has llamado amor?—Le pregunto mientras se me deshace el corazón y él se sonroja intentando negarlo.
—Que va—Dice tratando de disimular—Vamonos que tengo la garganta más seca que Almería—Me pide debido a la sal del mar que ha tragado cuando una ola lo ha embestido por estar despistado mirándome, pero me niego a ignorar el hecho de que me ha llamado amor, así que me lanzo a besarlo—Si intentas distraerme para que no salgamos no funcionará—Me dice y me agarra para subirme a su hombro y sacarme del agua mientras yo me quejo riéndome.
Me estoy enamorando de él.
Me baja de su hombro y lo miro disfrutando de cada uno de sus rasgos faciales. Es perfecto y cuando se gira decido hacerle una foto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Y sería más perfecto aún si fuera tuyo
Pero y si...
Cállate y pídeselo
JUANJO
—¿Vamos a comer a un Italiano?—Le propongo y él asiente con un poco de nerviosismo que trata de disimular.
—Juanjo, quiero decirte algo—Me informa y empiezo a asustarme mientras él coge aire de forma profunda—No me basta con esto tan raro que tenemos—Dice señalándome a mí y luego a si mismo —Me he dado cuenta de que estoy preparado para una relación y de que me he enamorado de tí, Juanjo y quiero estar contigo, quiero despertarme en tu pecho, reírme contigo, explicarte cualquier tontería y que atiendas como si fuera lo más importante de tu día, me encanta que cocines para mí mientras yo canto de fondo, y me encantaría la idea de ser tu novio Juanji—Me confiesa está vez más seguro—¿Que me dices?
Mi corazón se derrite, Martin Urrutia, el chico del que realmente me enamoré en una playa me está diciendo que es mutuo y que quiere ser mi pareja. Me lanzo encima de él y lo levanto para besarlo mientras giramos sobre la arena de la playa, es un beso bastante de película y al bajarlo lo pego a mí de nuevo.
—Así que erez mi dovio—Me susurra con voz de bebé y le beso la mejilla de forma eufórica.
—Soy tu do—Le confirmo y él parece que se funde en mis brazos, lo amo, me quedaría así con él hasta el fin del mundo, nos miramos mientras y nos transmitimos con la mirada todos esos sentimientos que teníamos guardados, sin miedo a abrirnos ante el otro, por qué Martin me ha enseñado ha disfrutar más de la vida, sin tantas preocupaciones y con más calma.
