Maestra | Camila Gip

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Lauren 29
Camila 23

Camila POV

Estoy perdida. Estoy completamente pérdida y desesperada por ella. Por Lauren Jauregui. Por mi maestra.

Soy estudiante de Stanford University, al sureste de San Francisco. Estoy en mi último año de la carrera de Administración Empresarial para así poder tomar las riendas de la empresa que fundó mi padre, Alejandro Cabello. Pero, en los últimos 2 meses, toda mi atención ha estado dirigida a la nueva maestra, Lauren Jauregui.

Lauren Jauregui. Solo con pensar en ella ya estoy dura. Con su cabello largo y sedoso de un color negro como la noche, su piel blanca y probablemente la más suave, sus penetrantes ojos verdes, sus labios rosados y carnosos, sus lechosos senos que tanto quiero tocar y probar, sus piernas que tanto quiero sentir alrededor de mi cintura y la mejor parte; su trasero. Ese que pide a gritos ser azotado, ese al que quiero morder y marcar como mío. Ese que me tiene hipnotizada, al igual que toda ella.

Pero hay un problema. Lauren cree que soy muy joven para ella y que no podemos estar juntas por qué es mi maestra. Pero no importa, por qué haré cualquier cosa para hacerla mía para siempre, y el que seamos vecinas, me facilita las cosas por mucho.

Como en este momento. Hoy es sábado en la tarde y estoy en el porche de mi casa sentada junto con mi perro Thor, un gran danés de 2 años. Estoy observando a Lauren que se ve muy entretenida cuidando de su jardín de flores y estoy disfrutando mucho de la vista que me da de su trasero. Lauren está ligeramente agachada e inclinada, haciendo que su trasero quede perfectamente parado en el aire, dándome unas hermosas vistas y eso me tiene muy dura y caliente. Estoy haciendo un esfuerzo sobrehumano para no ir hacia ella y tomarla como un animal en celo.

A veces creo que disfruta torturandome a sabiendas de que me gusta y que estoy desesperada por ella. Sé que también le gusto pero ella está muy convencida de que no podemos ser más que maestra y alumna.

Cuando empieza a anochecer, Lauren recoje sus cosas del jardín y entra a su casa. Por suerte para mí, la ventana de su habitación está justo enfrente de la mía y cuando subí a mi habitación con el plan de tomar un baño, no esperaba ver a Lauren frente a su ventana, desnudándose. Inmediatamente mi polla cobró vida y no pude hacer más que ver cómo se iba quitando poco a poco la blusa e iba dejando al descubierto su plano abdomen y sus senos cubiertos por un sujetador de encaje negro. Solo Dios sabe cuánto deseé estar ahí para arrancarle ese sujetador y comer sus pechos como si mi vida dependiera de ello.

Para mi mala suerte y la de mi polla, que para este punto estaba palpitando y derramando líquido pre-seminal en mis pantalones, Lauren se percató de mi mirada y con mucha rapidez cerró la ventana, quitándome esa maravillosa vista, pero no por mucho.

Lunes.

El lunes llegó, y aquí estoy sentada en clase, esperando por ella, con la esperanza de poder hablarle. Lauren llega justo a tiempo y nos saluda con esa melodiosa voz.

- Buenos días. - Y ahí está, esa voz que tanto quiero escuchar en otras circunstancias.

- Buenos días. - Respondemos todos.

Hoy como todos los días estoy celosa. Celosa por las miradas que le dan mis compañeros a Lauren. Celosa por qué no puedo golpearlos por mirarla de esa forma por qué solo le traería problemas a ella y eso significa más tiempo sin ella. Y ya no puedo permitirme pasar un día más sin probar sus labios.

Cuando la clase termina, espero a que todos salgan para cerrar la puerta con seguro y "hablar" con Lauren. Cuando Lauren escucha el "click" de la puerta se voltea y me dice:

One Shots Camren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora