Un Girasol en Busca del Sol

Conflictos Habituales

¡Hola internet! Tengo una especie de debilidad por el Komahinaegi, aparte del Naegamigiri es mi OT3 favorito de todo Danganronpa. ¡Disfruten!

Advertencias de la historia:
>Referencias y spoilers a Danganronpa Trigger Happy Havoc y Danganronpa 2: Goodbye despair.
>No me gusta el japañol pero se usan los honoríficos de los nombres.
>Probablemente OOC (Out Of Character/Fuera del personaje), aunque intente mantener la caracterización lo más cercana.
>Hay una leve escena smut Komaegi al comienzo del One-shot, no es realmente explicito, pero si quieren saltarlo lleguen hasta la primera separación de los girasoles y soles.

Notas de la historia:
>Expertos en Esperanza, es una sección especial enfocada meramente en Komahinaegi, esta historia se ubica despues de los eventos de Danganronpa 3: Hope Arc.

Resumen de la historia:
Un día prácticamente normal en la vida de Hinata, Naegi y Komaeda.

Expertos en Esperanza
Conflictos Habituales
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Komaeda cerró los ojos, dejándose envolver por una calma absoluta mientras estaba junto a Naegi.

La tranquilidad que lo invadió fue tan profunda que sintió que podría quedarse dormido mientras lo complacía. Cada caricia y susurro eran notas en una melodía que solo ellos dos podían oír. El placer se intensificó con los jadeos y gemidos ahogados de Naegi, creando una sinfonía perfecta que acompañó el momento.

Komaeda deseaba más que nada quedarse así, junto a Naegi. Cada segundo a su lado lo hacía sentir vivo de una manera que pocas cosas lograban. Sin embargo, era consciente de que nada bueno duraba para siempre.

Finalmente, sintió cómo Makoto se estremeció bajo su toque. Komaeda, con una mezcla desafiante de deseo, ignoró la advertencia implícita en un gemido ahogado por Naegi y se dejó llevar por el momento. Disfrutó del sabor de su pareja alcanzando el clímax en su boca, un acto de entrega y conexión que lo llenó de profunda satisfacción.

Con una sonrisa traviesa, se enderezó lentamente, sus ojos nunca perdiendo de vista el rostro jadeante de Makoto. Saboreó el momento, relamiéndose los labios con lentitud deliberada, disfrutando del calor que se había extendido por el rostro de Naegi, llegando a sonrojar sus orejas.

Makoto lo miró, sus ojos oscilando entre el reproche y la rendición, y Komaeda se rio suavemente, complacido por salirse con la suya.

Había una parte de él que disfrutaba molestarlo, de poner a prueba sus límites y su infinita paciencia. Le encantaba ver cómo Makoto mostraba su enojo o exasperación por las cosas, revelando una faceta diferente de su siempre optimista y paciente actitud. Era lo que lo hacía tan fascinante para él.

Aunque se deleitaba en estas travesuras, había una línea invisible que Komaeda nunca se permitiría cruzar, un límite que respetaba con una devoción que sorprendía incluso a él mismo. Porque, a pesar de todo, lo que sentía por Makoto iba más allá de un simple juego o una atracción superficial. Había un profundo afecto, un vínculo fortalecido por el tiempo compartido y la confianza brindada, aunque Komaeda a menudo dudara de merecerlo.

Por eso, después de cada travesura, lo consolaba con besos de disculpa, suavizando cualquier rastro de molestia con ternura y cariño. Se acercó lentamente, sus manos acariciando la piel cálida de Makoto, y depositó besos suaves en su hombro, ascendiendo lentamente por su cuello hasta llegar a sus mejillas sonrojadas. A pesar de la tentación de morderlas como si fueran manzanas, continuó hasta besar la frente de Makoto, sintiendo cómo se relajaba bajo su toque.

Y cuando Komaeda escuchó un suspiro escapar de los labios de Makoto, no pudo evitar sonreír, satisfecho de haber hecho feliz a Naegi esta vez.

—Makoto-kun—murmuró por el placer de hacerlo, manteniendo aún el honorífico en su nombre. Aunque a veces sentía que sonaba tonto usarlo en este punto de su relación, una parte de él insistía en hacerlo. Inseguro y temeroso de perder esa familiaridad y comodidad con él.