𝟎𝟏

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CAPÍTULO I
¿Un dólar? ¿Por qué tan poco?

A esas horas, los trenes y las calles de New York estaban casi desiertos, salvo por algunos estudiantes, unos pocos trabajadores que salían temprano, y los matones que iniciaban una pelea contra el chico acorralado justo ahora

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A esas horas, los trenes y las calles de New York estaban casi desiertos, salvo por algunos estudiantes, unos pocos trabajadores que salían temprano, y los matones que iniciaban una pelea contra el chico acorralado justo ahora.

Yasmín suspiró nerviosa al ver cómo le propinaban un golpe en el rostro al pelirrojo, incapaz de intervenir. La escena era nueva para ella; no sabía qué hacer. Sus instintos la paralizaron. Parpadeó incrédula cuando el chico, antes perseguido, comenzó a tomar ventaja en la pelea. Cerró los ojos con fuerza, mientras el subte se llenaba de algunas palabras que no llegó a entender e insultos al aire. A pesar de enfrentar a un grupo de cinco, el joven parecía manejar la situación bastante bien, ignorando los gritos de las mujeres mayores que estaban presentes.

Milagrosamente, el tren se acercaba, y aunque la rubia continuaba petrificada por lo que sucedía a su alrededor, se percató de la llegada inminente del transporte. Ella se apresuró a recoger sus cosas y subir al tren, sin mirar atrás mientras el transporte apenas se detenía. Se camufló entre la multitud que bajaba, aún con la preocupación y desesperación latiendo en su pecho.

Encontró un asiento a pesar de que el tren iba repleto, incluso tras la salida de algunos pasajeros. Suspiró nuevamente y sacó su celular para enviar un mensaje a sus mejores amigos en su chat grupal, sintiendo una ansiedad creciente en su corazón.

Alzó la vista cuando las puertas del tren comenzaron a cerrarse y sus ojos se fijaron en el chico acorralado por los matones. Él logró despegarse tras empujar fuertemente a uno de ellos, dejando su camino libre. Corrió hacia el tren con una diminuta sonrisa arrogante. Justo cuando las puertas estaban a punto de cerrarse, el pelirrojo entró y estas se cerraron tras él, dejando a él grupo de matones insultandolo de miles de formas.

Varias personas lo miraron con confusión y un toque de miedo. Él, respirando con dificultad y sin asientos libres, se quedó de pie, sujetándose de la manija justo enfrente de Yasmín, sin darse cuenta de que era la misma chica que había cruzado su camino antes. Solamente intentaba recuperar el aliento a grandes sorbos, mientras esperaban que el tren comenzara a moverse.

Yasmín lo notó de inmediato, sintiéndose ligeramente intimidada por su altura y su apariencia. Abrazó con fuerza su mochila rosa y miró a su lado, donde una abuelita parecía no darle importancia al chico; no lo juzgaba tanto como lo hacía la joven, quien venía de un mundo aparentemente diferente al que ella se enfrentaba. No podía dejar de pensar en la pelea que había presenciado y en el chico que había sido atacado, ahora justo frente a ella. Se sentía incómoda y confundida, preguntándose por qué no hizo absolutamente nada para ayudarlo.

« No debería juzgarlo... » pensó, e hizo un leve mueca observándolo mientras él estaba distraído.

Su cabello rojo, algo corto y que podría confundirse con un tono naranja, caía sobre sus cejas. Su figura era delgada, pero estaba entrenada y poseía la fuerza que le había ayudado en la pelea de hacía un rato. Su altura lo hacía resaltar en el tren, al igual que su vestimenta holgada, que, aunque básica, llamó la atención de la rubia.

𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒 ➤ txt, choi yeonjun ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora