Four

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Dolor de cabeza.

Eso era lo único que sentía mientras iba en la parte trasera de aquel patrulla, el mal llamado Travolta iba al volante, Conway de copiloto iba haciendo dios sabe que mierdas en la tablet, realmente a él no le interesaba nada de eso, estaba concentrado en no partirse la cabeza contra la ventana del patrulla en una solución desesperada de aliviar ese dolor.

Él iba tan sumido en su dolor y el superintendente en la tablet, que ninguno de los dos se percataron que el comisario había desviado su camino de comisaría, a una heladería ubicada cerca de garaje central, hasta que aquel acento inundó en el patrulla fueron consientes del lugar en el que estaban, ambos hombres sorprendidos de diferentes formas.

- Trucazo me vas a explicar ya mismo, ¿por qué mierda me has traído hasta aquí!? -

- ¿No me entiendes, neno? este anormal quería un helado, lo traje por su helado para que dejará de dar por culo, que más da... -

- ¿¡QUE MÁS DA!? no somos sus putas niñeras Freddy a ti te falla la puta cabeza! -

Mientras la discusión entre esos dos hombres se desarrollaba, Gustabo se tomó la libertad de salir del patrulla y entrar a aquella heladería, al final a eso habían venido, a comprar SU helado, se quedó un buen rato hipnotizado por la cantidad de nieves que estaba viendo hasta que una voz femenina lo interrumpió.

- Buenas tardes!!!, ¿puedo tomar tu orden? -

- Emm si, hola, te podría molestar con un cono... - Pensó, él no llevaba ni un centavo encima, así que ¿quién pagaría su helado?, mientras pensaba eso su vista se desvió hacía el carro policial, vio al comisario, si él lo llevó, no le haría daño a nadie que también lo invitará a su cono de helado, ¿no es así?

- Si disculpa, ¿podrías darme un triple cono? -

- Claro que si, ¿podrías decirme que sabores quieres en tu cono? -

Y volvió su vista al mostrador lleno de diferentes sabores de nieves y pensó que si lo dejarán comerse todo lo que estaba ahí sería el ser más feliz del planeta, pero por el momento solo podría probar tres de ellas.

- Sí, sería fresa, algodón de azúcar y galleta. -

Y justo después de eso sus acompañantes entraron a la heladería también, mientras se iban acercando a él, la señorita se ponía manos a la obra con su 'pequeño' helado.

- Espabila, Gustabin, no tenemos tiempo de sobra para gilipolleces. -

- Que aguafiestas eres, Papu, déjame comer en paz, 4 años sin probar un helado no veas tú la locura que me desencadenó. -

- Eso, ahora echemos la culpa al helado de tus desórdenes mentales, tira caña! -

Dijo amargamente mientras volvía a retomar su camino hacía el patrulla, dejando al rubio con el pelinegro esperando la nieve de uno de ellos.

- Así que Freddy, ¿eh? te salió mal el tratar de suplantar a John Travolta, no te duro mucho el papel, en mi opinión deberías de mejorar en la actuación... -

- Que me cuentas, Gustabiño ¿no me tomabas del pelo cuando decías que no me reconocías tú? -

- Eeeeh no, ¿por qué haría algo así? realmente no me acuerdo mucho más allá de tu voz, no sé quién eres. -

- Joder si que quedaste loco eh, mi nombre es Freddy, Freddy Trucazo, comisario por obligación de esta lamentable ciudad. - Le dijo mientras le estiraba la mano, dando a entender que se estaba presentando, así que rápidamente tomó su mano devolviendo el saludo.

- Yo soy Gustabo García, con B de bombón, estoy vivo por obligación y amenazas de Castro, un gusto. -

- Si pavo no hace falta la presentación, a mi no se me fue el puto tornillo, aún te recuerdo. -

Arrullo de Estrellas. ᶦˢᶦᵗᵃᵇᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora