Cap.04

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Los cuatro amigos estaban almorzando en la lujosa cafetería de su exclusiva escuela. Hera, Woo-Jin, Ri-an y Yuna discutían animadamente sobre sus planes para el fin de semana en la cabaña de Woo-Jin. La mesa estaba llena de exquisitos platillos y bebidas caras, reflejando su estatus privilegiado.
Woo-Jin: (emocionado) Mi cabaña es perfecta para un fin de semana de relax. Tiene todas las comodidades, podríamos hacer una fogata y contar historias de terror.
Hera: (sonriendo mientras juega con su cabello) ¡Suena genial! Y también podemos hacer una caminata por los senderos. He oído que la vista es increíble.
Ri-an: (mirando a Yuna con una leve sonrisa) ¿Qué dices, Yuna? ¿Te animas a explorar el bosque con nosotros?
Yuna: (sonriendo mientras toma un sorbo de su bebida) Claro, suena divertido. Además, hace tiempo que no pasamos un fin de semana así.

De repente, Kang se acercó a su mesa con una expresión de enfado, atrayendo la atención de todos.
Kang: (molesto) ¿Qué está pasando aquí?
Ri-an: (sin levantar la vista y con desprecio) ¿Qué te importa?
Yuna: (con una sonrisa sarcástica) ¿Tienes algún problema, Kang? Parece que ya no tienes derecho a cuestionar mis decisiones y con quién me relaciono.
Hera: (con desprecio) Te puedes ir, estábamos en algo importante y no estás invitado.
Kang: (mirando a Yuna con frustración) Esto no termina aquí. En algún momento tendrás que hablar conmigo, Yuna.

Después de que Kang se fue, los cuatro continuaron planificando su fin de semana.
Woo-Jin: (mirando a Ri-an) Podemos llevar las motos todoterreno y recorrer los alrededores.
Ri-an: (asintiendo) Y no olvidemos el lago. Podemos llevar la lancha y pasar el día en el agua. Yuna, ¿qué actividad te gustaría hacer más?
Yuna: (pensativa) La idea de la fogata y las historias de terror suena bien. Podríamos hacer eso la primera noche.
Hera: (emocionada) ¡Perfecto! Ya me veo envuelta en una manta junto al fuego, con malvaviscos y todo.

Al terminar el almuerzo, les quedaba una clase más. Cuando iban de camino al aula, Yuna se detuvo.
Yuna: (deteniéndose) Adelántense, necesito ir al baño antes de entrar a clase.
Hera: (ofreciéndose) Te acompaño.
Yuna: (asintiendo) Está bien, vamos.

En el baño, mientras se retocaban el maquillaje frente al espejo dorado, Jae-yi entró y se paró detrás de ellas. Hera la miró con indiferencia y desdén.
Hera: (con sarcasmo) ¿Te podemos ayudar en algo?
Jae-yi: (ignorándola y dirigiéndose a Yuna con los ojos llenos de lágrimas) Yuna, tenemos que hablar. Déjame explicarte cómo pasaron las cosas.
Yuna: (sin dejar de maquillarse, con frialdad) Ya no tengo nada que hablar contigo. Perdiste esa oportunidad cuando decidiste ocultar la verdad.

Yuna terminó y salió del baño, seguida de Hera, que lanzó una mirada de desprecio a Jae-yi.

Hera: (con una sonrisa de despedida) Nos vemos.

Mientras caminaban hacia su clase, Hera le preguntó a Yuna:
Hera: (con curiosidad) Yuna, ¿te parece si vienes hoy a mi casa para que me ayudes a hacer mi maleta para nuestro fin de semana?
Yuna: (asintiendo distraídamente) Sí, claro.

Después de la clase, mientras guardaban sus cosas, todos habían salido del salón excepto Yuna y Ri-an. Ri-an se acercó lentamente a ella, provocando que Yuna se pusiera nerviosa.
Ri-an: (con voz suave) ¿Qué tal si vamos juntos a la cabaña? Podríamos salir antes que los demás.
Yuna: (nerviosa) Ri-an, ¿qué estás haciendo?
Ri-an: (acercándose más, con una sonrisa enigmática) Me evitaste en la sala de descanso, pero aquí no tienes para dónde huir.Esto solo es un juego para ti, Yuna, ¿o sientes algo más?

Yuna, nerviosa y con los dos lo suficientemente cerca para sentir sus respiraciones, respondió:

Yuna: (tratando de mantener la compostura) Ri-an, ya me tengo que ir. Hera me está esperando.
Ri-an: (sonriendo y levantándole la barbilla suavemente) No irás a ningún lado hasta que contestes mi pregunta.

La tensión entre ellos era palpable y estaba creciendo. De repente, un ruido los interrumpió, haciendo que se separaran y voltearan. Hera, sorprendida por lo que acababa de ver, dijo:
Hera: (sorprendida) Perdón, ¿interrumpo algo?
Ri-an: (molesto) ¿Tú qué crees?
Hera: (nerviosa) Yo solo venía a decirle a Yuna que si ya estaba lista para irnos a mi casa, pero mejor la espero afuera.
Ri-an: (con frialdad) Sí, sería lo mejor.
Yuna: (rápidamente) No, espérame, ya me iba.

Yuna se acercó a Ri-an y le susurró al oído con sarcasmo:
Yuna: (susurrando) Nos vemos después, amor.

Después, salió del salón dejándolo allí. Mientras salían del salón, se escuchó a Ri-an gritar:

Ri-an: (con una mezcla de frustración y deseo) ¡No podrás escapar de mí para siempre, Yuna!

Yuna solo rió al escuchar eso. Mientras iban de camino a la casa de Hera, esta la llenaba de preguntas sobre su relación con Ri-an.

Hera: (con entusiasmo) Yuna, tienes que contarme todo. ¿Cómo empezó esto con Ri-an? ¿Cuánto tiempo llevan juntos?
Yuna: (sonriendo con picardía) Calma, Hera. Todo a su tiempo. No quiero arruinar la sorpresa.

Hera y Yuna llegaron a la casa, una enorme mansión con jardines exuberantes. Mientras subían al dormitorio de Hera, esta seguía haciendo preguntas.
Hera: (curiosa) ¿Y cómo es Ri-an en privado? Siempre lo he visto tan frío y distante.
Yuna: (pensativa) Ri-an puede ser complicado. A veces parece que tiene dos caras, una para el público y otra para... bueno, para alguien más cercano.
Hera: (sonriendo) Me alegra que estés con él. Siempre pensé que había algo entre ustedes.

Yuna solo sonrió, pensando en la complejidad de sus sentimientos hacia Ri-an. Ayudó a Hera a preparar su maleta mientras la tarde pasaba entre risas y charlas. Sabía que el fin de semana en la cabaña sería crucial para entender mejor sus propios sentimientos y las verdaderas intenciones de Ri-an.

La noche cayó y Yuna regresó a su casa, sintiéndose agotada pero ansiosa por lo que vendría.

Holaaaaa.... Como están ? Es la primera vez que los saludo solo para preguntarles ¿qué tal les va pareciendo la historia ? ¿Qué le cambiarían ? ¿Qué le agregarían ? Los estaré leyendo , si nada más que decir nos vemos el siguiente capítulo!

Intrigas en Hwang Donde viven las historias. Descúbrelo ahora