Capítulo Cinco

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Se acercaba la hora del mediodía y los trabajadores de las oficinas se preparaban para el almuerzo.

Mingyu y Wonwoo, un poco tiesos, se acercaron a la entrada de Conroy and Co., Inc. Wendy no había contestado las llamadas telefónicas del demonio o del ángel.

—Menos mal— dijo Wonwoo.

—Todos merecemos la dignidad de una reunión cara a cara.

—Eso dices. Cada vez que pones la cara sales abofeteado. Es mejor que dejes que me ocupe de esto. Sé lo que decir.

—Sabes exactamente lo que me gusta. Algún día vas a tener que decirme cómo un ángel sin pecado supuestamente sabe....Oye, ahí está.

Wendy había salido del edificio, en compañía de un hombre joven regordete con gafas y una camisa a rayas, con una mancha en la corbata. Ella los vio y se detuvo. Después de un intercambio de murmullos con el hombre, dio un paso a un lado. Observó el par acercarse a ella con los brazos cruzados sobre el pecho y el ceño fruncido. El joven se retiró y observó desde la acera, con los ojos entrecerrados en perpleja preocupación.

Prevenido por su postura, Mingyu se detuvo justo fuera del alcance de las posibles bofetadas. —Hey, nena. Te perdiste anoche.

—Voy a apostar que lo hice.¿Qué fue todo eso?

—¿La oportunidad de llegar a conocerte mejor?

—Sé todo lo que necesito saber de ti. Como por ejemplo, que eres un canalla y un idiota. "Vienes a mi casa cuando chasqueo los dedos y dormir conmigo o se acabó" ¿Qué diablos fue eso? ¿Crees que voy a ceder sólo porque amenazaste con marcharte? Si querías dormir conmigo, ¿por qué no le preguntaste?

—¿Habrías dicho que sí?

—Por supuesto que no. Eres un idiota desconsiderado.— Ella se giró a Wonwoo y este se sobresaltó. —Ya basta con la sonrisa burlona. No eres mejor. Estas sobre mí como la suciedad en la alfombra, y apenas puedo conseguir un beso de buenas noches. Estar contigo es como salir con mi abuelo. ¿Y dónde estuviste anoche? Te llamé porque estaba molesta por este pedazo de basura. Gracias por un montón de nada. ¿Por lo menos les gustan las chicas?

Mingyu tartamudeó algo. Wonwoo se mantuvo en un silencio prudente.

—Cállate —espetó Wendy a Mingyu cuando fue a decir algo. —Ni siquiera trates de explicarlo. Sé exactamente lo que pasó anoche.

Wonwoo palideció. —¿En serio?

—Por supuesto que sí. Es tan obvio. Aquí, juntos. Los dos lo planearon todo, ¿no es así? Dos viejos amigos, seguro, vamos a divertirnos un poco con la niña estúpida. Apuesto a que planearon ese ultimátum, ¿verdad? Seguro que corriste a su casa en cuanto te llamó diciendo que me aparecería anoche. A continuación, se sentaron a beber cervezas y tener una buena risa a mi costa mientras me esperaban.¿Crees que sólo porque eres tan guapo, voy a caer sobre ti? Bueno, ¿adivinen qué? No soy tan tonta. Eres un desgraciado y tú eres un burro, y ninguno de ustedes sabe nada de mujeres, y he terminado con ustedes dos, perdedores. — Se metió entre ellos y se dirigió a la acera, donde el joven regordete esperó. Caminaron cogidos del brazo. El hombre lanzó una mirada breve y confusa sobre su hombro a ellos. Wendy no se molestó con una mirada. Tenía la espalda rígida que decía todo.

Mingyu y Wonwoo permanecieron en un silencio atónito y miraron a la pareja salir.

Finalmente Mingyu dijo: —¿Qué demonios ha pasado?

Wonwoo se encogió de hombros. —Creo que acabamos de ser arrojados.

—¿Qué? — Boquiabierto Mingyu miró hacia Wendy y a su nuevo compañero. —Está bien. Explícame esto lentamente, en pequeñas palabras. Soy el infierno en la tierra y tú eres una encarnación del Cielo. Los dos estamos fuera de la escala. Somos lo que las mujeres fantasean cuando están golpeando a sus maridos. ¿Y ella nos echó? ¿A ambos? — movió su mano para indicar al hombre regordete.— ¿Por él?

—Al parecer era lo que quería.

—¡Pero ellos no saben lo que quieren! ¡Ese es el punto!

—Ella lo hace.— Asintió con la cabeza tras Wendy.—Tal vez deberíamos haberle pedido consejo desde el principio. Nos habría ahorrado una gran cantidad de errores.

—Pero... —Mingyu farfulló. —Estamos... y él...

—Físicamente imperfecto— coincidió Wonwoo. —Ni malo ni bueno. En definitiva, un hombre humano. Exactamente lo que una mujer humana quiere. Compasivo, lo suficiente para preocuparse por sus necesidades, pero malo, lo suficiente para mantener su interés. Tenía razón. No deberías haber sugerido un trío.

—No pareces demasiado molesto al respecto.

—Los seres humanos rechazan la salvación divina diariamente. Uno se acostumbra al final.

—¿Todavía serás su guardián?

—Supongo, hasta que yo diga lo contrario, aunque no estoy seguro de por qué lo necesita. Cualquier mujer que pueda resistirse a la vez a un demonio y a un ángel sin duda puede cuidar de sí misma.

—Huh. —Mingyu lo considerado. —No creo que esto fuera una misión de verdad. Seguro que querían que nos reuniésemos. Quiero decir, hemos estado bailando alrededor del otro por 1.600 años y ninguno de los dos se movió. Tal vez alguien se impacientó y utilizó esta ficha como catalizador. Es lo que el infierno haría.

—Tonterías. El cielo nunca aceptaría colaborar con esto. —Una pizca de duda manchaba su tono.

—Por supuesto que no. Tonto de mí. —Se rió Mingyu entre dientes y miró a Wonwoo y después a Wendy y a su elección de compañero. —Me pregunto qué haría falta para que rompieran.

—Ni siquiera lo contemples.

—Aguafiestas —Mingyu metió las manos en los bolsillos. — ¿Quieres volver a casa?

—Me preguntaba cuando lo preguntarías.


***

Esta vez llegó a la cama, a pesar de que se cayó dos veces.

Las alas de Wonwoo le impedían golpear el suelo. Durante una pausa en la acción, Mingyu fue por unas cervezas. Se sentaron en la cama bebiendo mientras esperaban que sus carnes se recuperaran.

—¿Cuánto tiempo puedes permanecer así? — Dijo Mingyu, rozando su dedo sobre el antebrazo aterciopelado de Wonwoo.

—Siempre y cuando quiera. — Devolvió la caricia en el hombro de Mingyu. —Creo que lo voy a mantener por un tiempo. He llegado a acostumbrarme a ello.

—Lo mismo digo. Pero esto si me lo quedo. — Mingyu levantó su cola brevemente antes de colocarla sobre las piernas de Wonwoo posesivamente.—Y será mejor que te quedes con esas alas si sabes lo que es bueno para ti.

—En privado, por supuesto. En público es otra cosa. Los mortales son muy cerrados de mente.

—Déjalos mirar. Es bueno para el alma. —Tomó un trago de cerveza. —He ganado.

—¿Cómo dices?

—La apuesta. He ganado.

—Ciertamente no lo hiciste. Wendy te rechazó.

—Pero tú no lo hiciste. Algo positivo. Se demostró que las chicas y chicos buenos se sienten atraídos por los chicos malos.

—Y los chicos malos sienten lujuria por los chicos buenos. No intentes negarlo.

—Lo que sea.— Se rió y le dio al muslo de Wonwoo con el suyo. —No eres un buen chico, sabes.

—No eres tan malo como pretendes.

—¿Eso crees? Entonces necesitas ampliar tus horizontes. Tenemos siete pecados capitales que pasar, bueno, tal vez cinco por ahora. Voy a dedicar el resto de la eternidad a arrastrarte a los problemas como para ahogar toda una legión de arcángeles.

—Entonces voy a dedicar el resto de la eternidad para mantenernos a los dos fuera de esos problemas.

—Buena suerte con eso.— Chocó su botella contra la de Wonwoo, y luego besó a su ángel caliente y travieso en los labios. —De aquí a los siguientes dieciséis siglos.

Fin

😇😈❤️‍🔥

Bad Boys [Meanie || Minwon]Where stories live. Discover now