At All Cost | Jercy.

Navidad | Parte 2.

Traigo esto después de una eternidad, DISCÚLPENME. Espero aún estén interesados en esta linda familia, porque prometo que habrá más y con menos tiempo de espera. 

Comenten qué les gustaría leer de esta bonita fantasía, que yo tomaré todo en cuenta. ¡Disfruten la lectura!

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Aunque Jason y Percy evitaron que sus amigos organizaran una enorme fiesta de bienvenida para Nico y Hazel cuando la adopción se volvió oficial, no se pudieron zafar de una reunión para recibir navidad todos juntos. No estaban seguros de que sus pequeños se sintieran cómodos con el ruido y la atención, pero al preguntarles parecían incluso entusiasmados, así que pusieron los planes en marcha tan pronto como obtuvieron la respuesta.

Nico y Hazel no eran los únicos pequeños de la gran familia que Jason y Percy habían formado con sus amigos. Estaba Dafne, la pequeña niña de 3 años de Grover y Enebro, además de Estelle, la hermana de Percy. La gran cantidad de 4 niños fue suficiente para Jason y Leo, quienes pensaron en construir una pequeña ciudad tamaño infantil en el jardín del hogar Grace-Jackson era una fantástica idea, poniendo manos a la obra en secreto para sorprender a todos con su gran hazaña.

Una semana antes de navidad, la casa de Percy y Jason parecía una villa navideña en miniatura. Nico había pasado el último mes reproduciendo casi a diario El Extraño Mundo de Jack, así que su papá pensó que era una excelente idea traer la Aldea Navideña a la realidad para ellos. Tenían pequeñas casas de madera decoradas con bastones y duendes, series de luces colgando por doquier, la vía de tren funcionando alrededor y puestos de caramelos y galletas para disfrutar mientras jugaban.

Cuando Percy volvió a casa esa noche luego de haber pasado la tarde con su madre, casi se le detiene el corazón al ver su hogar convertido en el plató de una película navideña, y estuvo a punto de llorar cuando vio a Jason metido en un diminuto vagón de tren junto a Nico y Hazel, quienes reían sin parar mientras Leo fingía darles un tour por la villa desde el asiento del conductor. Era raro ver a su niño tan desenvuelto, riendo a todo pulmón y con una enorme sonrisa en los labios. Hazel intentaba salir de su sitio para pasarse a otro vagón, mientras Jason maniobraba con ambos para evitar que se cayeran, pero el que estuviera haciéndoles cosquillas no le hacía más sencilla la tarea.

Mirando la escena, Percy sintió que ya nada le hacía falta en la vida. Tenían amigos increíbles, dos pequeños maravillosos y al mejor esposo que podría haber imaginado jamás. ¿Qué podría pedir para navidad si él ya lo tenía todo? Simplemente, la sabiduría para mantener todo aquello unido con todo su amor.

La noche del 24 de diciembre llegó. Hazel no había dormido durante toda la noche, y aunque el matrimonio tenía unas oscuras ojeras por este hecho la pequeña decidió que pasaría la tarde entera durmiendo en su cuna, lo que al menos les daba algo de espacio para preparar su hogar. Nico parecía un poco nervioso y había decidido quedarse pegado a Thalia mientras Percy y Jason iban de un lado para otro organizando los últimos detalles. El pequeño de cabello oscuro le tenía mucho cariño a su Tía, y era una de las pocas personas con quien podía quedarse tranquilo sin que sus padres estuvieran presentes. Por esa razón ella podía llevarlo a pasear de vez en cuando, aligerar la carga su hermano y su cuñado cuando el trabajo era demasiado y divertirse con su sobrino durante horas. En una ocasión no lo devolvió hasta dos días después y a Percy casi le da un infarto cuando lo vio con tatuajes falsos en sus brazos, pero esa es otra historia.

—¿Está todo bien? —preguntó la pelinegra, pues Nico llevaba buen rato en silencio moviendo sus piecitos de manera nerviosa. Se habían sentado en la escalera donde podían ver a Jason y Percy ir de un lado a otro, al parecer eso le daba algo de calma, pero no podía estar del todo tranquilo.