Llegó la mañana y Yori se levantó como de costumbre para empezar su rutina e irse a trabajar, olvidó completamente todo el debate que empezó la noche anterior, y no tenía idea de lo que empezaba a desarrollarse en ese hilo gracias a su comentario
Gracias a su distracción no se dió cuenta de todo lo que estaba sucediendo gracias a sus dos simples comentarios, ya luego vería las consecuencias de haber defendido a sus más grandes ídolos sin pensar bien en sus palabras
El ambiente en su oficina era el mismo de siempre, le sorprendía lo rápido que se podía calmar la gente después de un ataque kaijuu, pero, de cierta forma le beneficiaba, así podía seguir haciendo dinero de lo que más le gustaba: los chismes, o más exactamente sus curiosas anécdotas
Yori Tsumura era parte de una editorial de revistas, su pequeño departamento se encargaba de pequeñas historietas infantiles para agregar a una sección semanal de la revista, ésto en realidad no era un puesto cuando Yori llegó a la empresa, pero el señor Hanzo, dueño de la revista, tuvo que ingeniárselas para incluir semejantes fantasías y barbaridades en su revista, se sacó esa sección de la manga y puso a trabajar a Tsumura lo antes posible junto a cuatro empleados más, las anécdotas, cuentos y fábulas que Yori contaba le dieron el lugar #3 a la revista, a nivel nacional... Por ello y desde que empezó a trabajar, Yori agradeció a todos los dioses y nombró a su vocecita de la suerte
Tan pronto llegó a su oficina y saludó vagamente a sus compañeros encendió su computadora y empezó a escribir rápidamente, antes de que la idea que tenía se esfumara, o se tornara confusa
— Oye, Tsumura, ¿Fuiste al juego de los Giants, cierto?
— ¡Oh, justo cuando ese gigantesco lagarto atacó! ¿Qué pasó, eh? ¿Vas a escribir algo de eso?
Sus compañeros comentaron, sin embargo, Yori apenas soltó un par de balbuceos para responder, y siguió escribiendo
— uh... ¿Yori?
— Estoy ocupado...— levantó la mirada, presionando un par de veces la tecla de espacio, esperando recuperar la palabra que necesitaba
— ¿Ocupado para ver todo lo que causaste? Maldito cobarde— Kento rió burlón, asomándose al ordenador de Yori
— ¿Lo que causé? ¿Ahora qué hice? Estos dos días estuve ocupado, primero, huyendo de mi posible muerte y luego, tratando de mantener el poco orgullo que me queda como fan de Sato...
— Ah, que sensible... ¿Tanto te gusta ese jugador? Ni siquiera tienes su tarjeta... Además, con lo de ayer no creo que te sigas humillando al llamarte a ti mismo "fan de Kenji Sato"
El sonido de las teclas se detuvo, Tsumura miró a su compañero Koichi con una ceja arqueada y suspiró profundamente
— Él solo estaba teniendo un mal día, ¡A todos los deportistas les pasa! Es un humano igual que todos, él también puede cansarse, ¡No dejaré de ser fan de él ni de los Giants solo porque tuvo un mal día!
Sus compañeros sabían que Yori era alguien fiel a dicho deporte, aunque no lo practicara, sabían que era el tipo de persona que llenaría su casa de pancartas de los Giants y los apoyaría hasta su muerte, como cualquier abuelito con su equipo favorito de fútbol, pero sus compañeros no se referían a eso
— Yori, nosotros estamos hablando de tus tweets ayer, ¿Por qué pusiste algo así?— Koichi volvió a mirar su celular y dejó salir una risa seca y burlona— ¡Mira eso! ¿"Ultraman y Kenji Sato se merecen más apoyo y aprecio de nuestra parte, de cierta forma lo están haciendo todo por nosotros"? ¡¿Qué es esa basura?! ¡Pusiste a todo Japón en tu contra con esa mierda barata!
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Lost And (Then) Found- [Kenji Sato X Oc]
RandomAdemas de defender Japón y tratar de salvar su reputación como jugador estrella, Kenji Sato tendrá que arreglárselas para lidiar con la única persona que ha logrado sacudirle el suelo, un simple oficinista con un carácter difícil, y un orgullo tan g...