La Reencarnación de un Héroe

Prólogo

El tren se detuvo con un leve chirrido en la estación de Yokohama, Kanagawa. La puerta se abrió lentamente, y entre la multitud de pasajeros emergió un joven de cabello rubio despeinado, con ojos azules llenos de determinación. Naruto, huérfano desde el ataque del Kaiju Número 6, llevaba una bolsa de ramen en una mano y una mirada pensativa en su rostro.



Mientras subía las escaleras de la estación, sus pensamientos vagaban hacia el pasado. Recordaba claramente el día en que el monstruoso Kaiju Número 6 arrasó con su hogar, llevándose a su familia y a todos los que amaba. Había sido un niño entonces, impotente y asustado, escondido entre los escombros mientras veía cómo su mundo se desmoronaba.Ahora, con casi dieciocho años, estaba a punto de cumplir con su promesa.



Pronto podría presentarse al examen para unirse a la Fuerza de Defensa, el grupo de élite encargado de destruir a los kaijus. Su corazón latía con fuerza ante la perspectiva de vengar a sus amigos, quienes fueron brutalmente asesinados en el último gran ataque en Tokio. Un colosal kaiju había aparecido de la nada, desatando un caos inimaginable. Naruto fue el único sobreviviente de esa masacre, un hecho que lo había marcado profundamente.




A medida que se acercaba a la salida de la estación, una brisa fresca le acarició el rostro, despejando un poco la pesada carga de sus recuerdos. Absorto en sus pensamientos, apenas notó el bullicio a su alrededor. Pero en su interior, una llama ardía con una intensidad feroz. No era solo la venganza lo que lo motivaba, sino el deseo de proteger a aquellos que aún tenían la oportunidad de vivir en paz.



Naruto salió a la luz del día, sintiendo el sol en su piel. Sus pasos eran firmes y decididos, su destino claro. Pronto, muy pronto, demostraría que el dolor y la pérdida podían ser transformados en fuerza y determinación. Pronto, se convertiría en el héroe que siempre había soñado ser, el héroe que el mundo necesitaba para enfrentar a los kaijus.



Con una última mirada al horizonte, Naruto tomó un profundo respiro. La batalla por su futuro estaba a punto de comenzar, y estaba más que preparado para enfrentarla.