Sabía que no debería mirar, pero no podía apartar la mirada del pelirrosa. Era adictivo, más bien era adicto. No podía detenerse. No quería detenerse.
Todo comenzó a la tonta edad de 18 años con un joven Megumi despeinado y cubierto de ropas negras, siendo obligado a asistir a una "estúpida competición de estúpidos pegándose sin sentido" gracias a su mejor amiga (y prima) Maki, un año mayor que él. ¿El verdadero motivo por el cual Megumi fue arrastrado? La pelinegra estaba enamorada hasta las trancas de Nobara, quien la había invitado al torneo en apoyo a su mejor amigo, haciendo crecer un sentimiento inquieto en el estómago de la Zenin, prácticamente rogándole a Megumi que la acompañara para apoyo emocional. Entre quejas de parte del pelinegro y la mala orientación de la mujer, terminaron por llegar una hora más tarde de lo acordado.
A día de hoy, Megumi agradece eternamente a Maki y a Nobara por esa tarde donde conoció a Itadori Yuuji.
El estoicismo en el rostro del pelinegro desapareció tan rápido como se le fue presentado Itadori.
Itadori. Yuuji Itadori.
Un pelirrosa con una sonrisa tan luminosa como el mismo sol, unos ojos tan brillantes como las mismas estrellas y una risa tan encantadora y aterciopelada que acarició el corazón de Megumi Fushiguro tan suave pero tan brusco al mismo tiempo... Una combinación perfecta.
Poco más puede añadirse a parte del crush instantáneo de Megumi, el cual pudo ser perfectamente visible por Maki a través de las gemas esmeraldas del pelinegro, provocando una risa disimulada de la misma, buscando una excusa para apartar a la castaña de aquellos dos.
"Es sexy, es jodidamente sexy. ¿Cómo pude no conocerlo antes?"
Entonces Yuuji fijó su mirada en él y discretamente lo inspeccionó, sonriendo aún más brillante, aún más encantador. —Soy Yuuji Itadori, ¿eres el famoso primo de Maki? Puedes llamarme Yuuji—. Alzó educadamente uno de sus brazos hacia el contrario, mano aún sudorosa por la pelea. Mierda, es demasiado sexy. Rápidamente alzó la suya, la seriedad de su rostro no hacía justicia a todos los pensamientos que cruzaban por su revoltosa cabeza ahora mismo. —Es un placer conocerte, Fushiguro—. Y cuando un beso fue posado con delicadeza en el dorso de su mano, el cual lo hizo contener la respiración por la intensidad de la mirada del boxeador, supo que estaba jodido por aquel hombre.
4 años después
¿La subía? ¿No la subía? ¿Cómo iba a reaccionar el pelirrosa?
A la jodida mierda, Yuuji Itadori, es todo tu culpa, aseguró en su cabeza antes de, efectivamente, publicar la foto (aunque solo a stories, no se creía tan desvergonzado como para publicar una foto tan provocativa de forma permanente).
Analizó la foto nuevamente una vez publicada, viendo cómo rápidamente corazones rojos aparecían por su pantalla con un decena de mensajes poco apropiados. Al final era lo que planeaba obtener, y todo por culpa de un estúpido boxeador que lo tuvo las últimas tres horas malhumorado.
itatiger ha contestado a tu historia.
Dios, habían pasado segundos. "¿Tendrá mis notificaciones activadas también?"
Mordió su labio expectante, en realidad estaba ansioso, deseaba ver las consecuencias de sus acciones, ver qué tan lejos llegaba esta vez. Aún así, esperó unos minutos antes de entrar al chat con Yuuji. Quería hacerlo sentir ansioso también. Quizás y solo quizás, era un poco rencoroso y "todo es culpa de mi padre".
itatiger
?
Ya he visto la foto, puedes borrarla ahora ;)megguro
No tengo porqué borrar nada, soy libre de publicar
lo que quiera, para tu información.
