El Comienzo de una Nueva Vida

Capitulo 64

Capítulo 64

Cinco días después.- Uzushiogakure.-

Menma se sentía desfallecer, nunca había utilizado verdaderamente su poder demoniaco como lo llamaba su madre, lo único que utilizaba de ese poder eran sus llamas azules pero no era suficiente como para sentirse muy cansando como ahora. En estos últimos cinco días desde que llegaron a la aldea del remolino, el antiguo hogar de su madre, habían estado entrenando sin parar sobre todo con su poder demoniaco, en estos cinco días, su madre le había enseño a utilizarlo mejor y sobre todo a comenzar a fusionarse más con su otro yo.

Pero esta era la primera vez que pudo lograrlo un poco y hacer que su otro yo apareciera un poco mas a su voluntad, toda su mano derecha al igual que su pierna derecha se habían vuelto totalmente negra con algunas marcas azules y en los dedos poseía garras, también la parte derecha de su rostro se había vuelto negra como si una sombra se la hubiera tragado y su ojo brillaba intensamente de un azul eléctrico, y la mitad su cabello se había vuelto color blanco pero las puntas eran azules. Pero lo que mas le intrigo fue que la parte izquierda de su cuerpo aunque permaneció casi igual hubo ligeros cambios, como sus facciones de su cara se volvieron mas finas y salvajes, las marcas de sus mejillas se volvieron más prominentes y de color negras, su cabello se erizo mas, y su ojo se volvió de un color rojo carmesí con la pupila rasgada, y tanto en las uñas de su mano y pie eran puntiagudas y filosas, sin olvidar también los colmillos en su boca.

De esta forma tan extraña comenzó atacar a su madre con todo, pero no importaba que tanto la atacara o que tan fuerte o poderoso lo hiciera, era como si su madre pudiera leer todos sus movimientos y ataques como si nada. Incluso cuando la ataco por primera vez con el Rasengan, el cual había logrado hacer solo dos días antes de que lo hubieran mandado a llamar a la torre del líder clan. No pudo hacerle nada aunque hubiera estado sorprendida al verle lograr hacer el Rasengan.

-¿eso es todo lo que tienes?.-pregunto Jin con indiferencia mientras miraba con aburrimiento a su hijo, lo hacía apropósito para ver que reacción tenía su hijo.

Ante eso Menma miro con algo de ira a su madre, sabía que se estaba burlando de el para provocarlo y ver que reacción tenia, y aun sabiendo eso, no podía evitar sentir esta ira hacia ella y también hacia el mismo al saber que no importara lo que hiciera, no podría derrotarla.

-bueno ya que no me vas atacar, lo hare yo.- dijo Jin.

La pelirroja sin esperar alguna respuesta y en solo un parpadeo apareció frente de un Menma muy sorprendido que llevado por sus instintos cruzo los brazos frente a el para protegerse justo a tiempo del puñetazo que le dio su madre, y aunque por unos segundos pareciera que lograría protegerse y mantenerse en el lugar, no fue asi, al ser mandado a volar varios metros y chocar contra un árbol, el cual partió a la mitad y siguió unos pocos metros mas antes de detenerse en el suelo. Después de varios segundos, Menma como pudo se levantó del suelo y miro sus brazos, el brazo izquierdo se veía rojizo y muy maltratado, pero poco a poco se iba sanando, mientras el brazo derecho el cual era totalmente negro, vio como en este había unos pequeños agujeros en los cuales escurría una sustancia negra y algo viscosa que al caer al suelo pareciera derretirlo, pero segundos después esos agujeros poco a poco se iban cerrando hasta quedar como nueva la mano.

Pero no pudo admirar mas, antes de que su madre volviera atacarlo y esta vez no tuviera tiempo de reaccionar por lo que recibió el golpe de lleno en el lado derecho de su rostro.

-¡nunca bajes la guardia!.-

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