Nerd (Rivari)

•● Baloncesto ●•

Hoy tenían clase de educación física y a Samantha se le daban bastante bien los deportes. Tanto que la profesora le dijo que si seguia así podria estudiar profesorado de educación física y podría ganar una beca.

La profesora dijo que jugarían al baloncesto asi que tendrian que hacer dos grupos. Capri y Aldo fueron elegidas para armarlos. Se turnaban para denominar a que equipo iba cada uno y a Samantha la eligieron tercera para jugar en el equipo de Aldo. Siguieron eligiendo hasta que quedaron sólo dos alumnos, Nuvia, una chica bajita pero con una linda sonrisa, y Abril.

A Samantha no le asombraba el hecho de que ella quedara última ya que su destreza para los deportes es tan nula como la de Samnatha para caminar con tacones.

A Samantha le recordó una vez en una clase jugando al soccer, claramente Abril no sabía jugar así que cuando le pasaron el balón, ella en lugar de patearla al arco, la tomó con sus manos y la levanto en su cabeza celebrando como si hubieran ganado el partido. Desde ese día ya nadie la elige y mucho menos la toma en cuenta en las clases.

La profesora tocó el silbato dando comienzo al partido, Aldo tenía el balón picándolo mientras corria acercándose a la cesta rival. Samantha comenzó a correr para que le pasara el balón y así anotar.

Luego de 20 minutos la profesora dió por terminado el partido el cual por
supuesto ganó el equipo de Samantha.

Samantha se sentía un poco mal por Abril ya que nadie le pasó la pelota
ella corrió de un lado al otro esperando que alguien haga paces con ella pero eso nunca sucedió.

Cuando fueron a los vestuarios ella ya estaba ahí. Al parecer estaba
teniendo problemas con sus agujetas y en un parpadeo ella estaba en el
suelo sobando su rodilla.

Risas provenían de los alumnos mirando a Abril en el suelo humillada.

Suspirando Samantha fue hasta ella y le tendió una mano. Ella dudando la aceptó y se levantó del húmedo suelo.

- Hmm gracias... - dijo tímida.

- Por nada - respondió normal.

Samantha terminó de ducharse y cambiarse y salió de los vestuarios.

Unos pasos apresurados se escuchaban detrás de ella.

- Hey.

Ahí estaba la pesada sonriente. Esta chica no se cansa de verdad - Pensaba Lauren.

- Hola.

- ¿Donde vas? - preguntó interesada.

- A mi casa

- ¿Puedo ir contigo? - preguntó con esperanza.

- No.

- Oh vamos.

- No.

- Porfiiiis - hizo un puchero.

- Escucha Abril - comenzó a hablar deteniéndose en frente de ella - Yo sólo te ayude a levantarte porque todos se estaban burlando de tí y no me gustaría que eso me pasara a mí así que te ayude. No lo hice porque me agradaras, ¿de acuerdo?. Tengo que irme, adiós.

Samantha se fue con paso firme a la salida. Abril se quedó parada
pensando en lo que había sucedido.

Una sonrisa apareció en su cara.

- No me rendiré hasta que seas mi amiga, Samantha - Susurró la castaña felizmente.