Sex Doll

♡V. COMPASIÓN

COMPASIÓN

Asmodeus x Fizzarolli

『Asmodeus el cuarto hermano de los 7 pecados capitales, el penúltimo hermano entre los varones, estando por arriba de Mammon.

Una criatura única, la encarnación de la lujuria y el deseo. Un fanático de lo exótico y lo sensual, con el don de enamorar a cualquiera con su suave y seductora voz, con la facilidad de hacer mojar a quien quisiese. El soltero más codiciado de todos los Anillos del Infierno.

Contaba con una figura única, de espalda ancha, abdomen marcado, unos brazos fornidos capaces de enrollarte con solo uno de ellos, manos y dedos de gran tamaño y de un vigoroso grosor, capaz de adecuar su cuerpo a cada situación. Un gigante con un noble corazón.

Tenía un dulce azul cian en su abundante y larga melena de fuego, la cual llegaba por debajo de sus hombros, con vello en su amplio pecho, brazos, piernas y... bueno, todo un personaje digno de seducir a todo el infierno.

Definitivamente su belleza exótica no era digna del cielo. Era algo desconocido, todo un dios, como su nombre lo dice... Era como estar bajo un hechizo satánico.

Siempre le acompañaban Bull y Ram, una extensión de él mismo, porque un solo rostro no era suficiente para expresar sus emociones. Bull era su lado salvaje, irracional, protector, pasional y ardiente, mientras que Ram era su lado delicado, sentimental, empático, lleno de ideas cursis y hasta románticas, las cuales, Asmodeus intentaba no prestarle mucha atención, ya que, si bien era la encarnación de la mismísima Lujuria, no podíamos negar que este ya se había enamorado alguna vez en el pasado y no tuvo un final feliz, así que era mejor mantener fuera a Ram de vez en cuando, solo para no salir heridos los tres.

Mammon había pedido algunos "ajustes" en el cuerpo de Fizzarolli, para su propio disfrute y también para aquellos que estuvieran dispuestos a pagar por probarlo.

Ordenó que a su bufón se le amputaran sus piernas y brazos para en algún futuro este estuviera listo para recibir aquellas prótesis por parte de Ozzy. Bueno... también pidió que se le hiciera una vagina digna de sentir placer y excitación, que fuera capaz de mojarse, que contara con vulva y clítoris, y por supuesto, sin que Fizzarolli estuviera enterado.

Si bien, Mammon era un maldito misógino de mierda, amaba los genitales femeninos, le volvía loco. El hecho de tener que convivir con mujeres para conseguir algo de ello le parecía tortuoso y si ahora su aprendiz tenía ambos genitales eso solo lo volvería más perfecto y digno de ser llamado su "Muñeca Sexual".

Han pasado meses después de las cirugías, meses en los cuales el pequeño cuerpo de Fizzarolli ha sufrido de cambios extremos, causándole inseguridades.

Al estar vulnerable y desamparado, el pobre diablillo ha recibido baños de esponja de ayuda de los súcubos, ya que les fue ordenado que ningún ente masculino vea a su bufón desnudo. El joven no ha tenido ganas ni tiempo de verse así mismo al espejo, no se ha sentido raro, aún no sabía de su nueva adquisición, no se había auto explorado a solas y por supuesto, las enfermeras no le notificaron nada.

Unos pasos se avecinaban por un amplio pasillo, es así como Asmodeus da su primera visita a Fizzarolli en aquel lujoso y exótico hospital. Solo para los más vanidosos y banales diablillos, súcubos e íncubos que deseasen alguna operación estética y alocada.

Una de las enfermeras guía al Rey de la Lujuria señalándole donde es la habitación, abriendo la puerta, como si aquello fuera en cámara lenta y como si se tratase de un sueño. Yacía él en aquella camilla, viendo hacía la ventana, con enormes ojos magenta, bañados en melancolía, una boquita rosada y triste, con un rostro adorablemente demoledor, como si este hubiese estado llorando todo el día. De piel de porcelana, sin brazos ni piernas, con sus cuernos destruidos y siendo cubiertos con un dulce gorro de bufón. Portaba un adorable y sexy leotardo de color negro, el cual dejaba ver sus inexistentes extremidades. Aquella escena hizo que el corazón del grandulón cayera en pedazos sin siquiera aún conocerle』.