♡VIII. PARAISO

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Asmodeus

『Al regresar a su Palacio, Asmodeus estaba pensativo por aquella discusión. Le había dejado sensible, no dejaba de darle vueltas al asunto y le puso a recordar cómo había sido su primer amor fallido, llevándolo así a convertirse en una "bestia desalmada" a la cual solo le "importaba" el placer sexual, ya que no era capaz de satisfacer su corazón roto』.


Asmodeus: Esto del amor no es lo mío... Mammon tiene razón... ¿estaré listo realmente para volver a arriesgar así a mi corazón? ...No creo que tolere una decepción más... ―Bull y Ram solo le observan, ambos preocupados y dejándose llevar por la melancolía de Ozzy, odiaban ese sentimiento―.


『Cuando Lucifer se reveló contra su padre, buscando igualdad, arriesgo a sus demás hermanos los cuales se pusieron de su lado. Todos siendo expulsados del cielo. Entre ellos, se encontraban seis ángeles de diferentes edades, cada uno con virtudes e idealismos al igual que Luzbel.

Dios le dijo a su ángel más preciado: "Todos ellos obtendrán voz y pensamiento propio, te invadirán con preguntas y te exigirán un espacio en tu reino. Cada uno de ellos serán los pecados que estarás condenado a pagar una y otra vez".

Dios: Estarás condenado por tu soberbia y el sonido de tus arpas; gusanos son tu lecho, y cuervos te traicionarán como tú lo has hecho conmigo... ¡¿Cómo es qué del cielo?! Oh , hijo mío... Derribado fuiste al abismo, tú que debilitabas naciones enteras... Tú que decías en tu corazón: " al cielo y gobernare a tu lado, padre".

mi trono por encima de las estrellas y me sentaré sobre el monte de la congregación, los lados del norte, para no verte nunca más.

Ahora los que te vean, te mirarán fijamente y te avergonzaran, diciendo: "¿Es este el hombre que hacía temblar la tierra, que trastornó los reinos de Dios, que convirtió el mundo en un desierto? ¿Acaso ese es el creador de la desilusión y la destrucción?".

Luego de aquella reprimenda, no recuerdo nada... Lucifer y nosotros descendimos al Seol... Un lugar frío y sombrío a sus inicios... Y sí...nos dolió mucho al caer del cielo, dolió más en el corazón. Dolió más que las raspaduras, más que los golpes y quemaduras...

Los ángeles, ahora demonios, nos acogieron. Lucifer se encargó de hacer del Infierno un lugar mejor, como él lo deseaba en el Cielo.

"Hágase su voluntad en el Infierno como era en el Cielo".

Aquel lugar frío y sin vida, pronto lo convirtió en un jardín hermoso, lleno de luz y esperanza... Aún mantenía sus poderes y a nosotros nos enseñó a desarrollar los nuestros...

Él no pecaba de envidia, él no temía que nos desenvolviéramos en nuestras virtudes, al contrario, nos alentaba a ser mejores, mejores que él sin miedo alguno.

Aún recuerdo mi forma angelical. Era un joven de tez bronce, cabello ondulado de color castaño claro el cual llegaba debajo de los hombros, con ojos avellana, era un joven con cuerpo escultural, aun así, seguía siendo tímido y callado.

Mammon al igual que yo, era joven y hermoso, el favorito de Lucifer. De cabello azabache, lacio y largo. Piel de porcelana y ojos de un amarillo brillante, como los de una serpiente.

Nosotros conservábamos nuestras alas, ya que Lucifer nunca nos las arrancó. Fuimos testigos de cómo él se había desecho de las suyas y de cómo su aureola se iba apagando con los años al igual que su radiante luz y sonrisa que le caracterizaban.

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