08; El colchón en el piso del dormitorio de Heeseung.

1.7K 126 21
                                    

Las palabras del flamante nuevo esposo de Sooyoung eran las más bonitas que Jake había escuchado en mucho tiempo, objetivamente. Hablaba de amor, de compromiso, de elecciones para toda la vida. Había centenas de copas alzadas en el salón, y el doble de ojos lagrimeando. La tía de Heeseung a su lado gimoteaba también, secándose constantemente las mejillas con un bonito pañuelo bordado, pero Jake no podía dejar de mirar a Heeseung.

Heeseung, con su saco caro, para el que había estado ahorrando desde que se enteró de la próxima boda de su mamá. Heeseung, con sus ojos humedecidos y con esa expresión de hámster constipado que ponía cuando intentaba contener la sonrisa y fallaba estrepitosamente. Heeseung, quien temblaba más temprano ese día en la iglesia, mientras su mamá leía sus votos. Heeseung, quien después de volver de saludar a su mamá por última vez antes de la ceremonia, se había dejado abrazar por Jake mientras le mostraba a escondidas las fotos del vestido blanco, y no paraba de repetir: "Se ve bonita, ¿verdad?", intentando que no se notara las ganas que tenía de llorar. Heeseung, quien le había besado en la frente, el día anterior, en el tren, sin mediar explicación alguna, sin disimulo, ni culpa, ni miedo. Heeseung, quien le había ayudado a elegir la ropa para la boda, porque Jake tenía pánico de no estar a la altura de las circunstancias. Heeseung, quien, una noche, desnudo a su lado en la cama de Jaeyun, le había contado que su mamá había pensado darle una invitación aparte para él, y que ni ella ni Eunchae habían disimulado la sonrisa cuando él explicó que no sería necesario, que lo llevaría de +1.

Heeseung, quien, cuando Changmin se giró hacia él y su hermana para dedicar a los tres la última parte de su brindis, todavía se sonrojó un poco.

—Pues, como mi genial hijastro— dijo Changmin, y Jake sonrió bien ancho cuando Heeseung se señaló a sí mismo haciéndose el sorprendido. —Si, tú. Como Heeseung dijo, somos una familia ahora, y les agradezco a todos por compartir esta noche tan importante con nosotros.

Luego el ruido de los cristales, y los abrazos, y el aplauso, y Heeseung secándose las lágrimas antes de abrazar a su mamá y largarse a llorar otra vez.

──₊˚⊹ ୨ৎ ──

Más tarde, en casa de los recién casados, Jake estaba echado en el sillón, intentando concentrarse en su celular para no quedarse dormido. Había llegado el día anterior a Australia, pero pese a ser sólo un invitado más, no había quedado exento de obligaciones en aquel momento tan ajetreado. Quizá no había tenido que, como Heeseung, pasearse por toda la ciudad, comprando nuevos copetines a último momento. Ni, como Eunchae, ir a buscar personalmente a la maquilladora a quien se le había arruinado el auto.

Su colaboración consistía en entretener a los más pequeños de la familia extendida de Sooyoung, y para eso había tenido que levantarse muy temprano, mientras el resto de los adultos lidiaban con el salón y demás cuestiones organizativas. No es que a Jake le molestara. De hecho, le gustaba sentirse útil en un momento así, y además, después de criar a tantas hermanas, tenía facilidad con los niños.

Pero ahora que todo había pasado, y que estaban de vuelta en casa de Heeseung, las pocas horas de sueño y los incansables correteos por el patio de esa mañana, le pesaban, dejándolo exhausto.

Heeseung se sentó a su lado, pesadamente. Bostezó sin disimulo, antes de reposar la cabeza sobre su hombro.

—¿Pudieron organizar todo?— preguntó Jake mientras bloqueaba su celular y lo guardaba en el bolsillo.

—Sí, no sé cómo— respondió. —era como un tetris en el refrigerador.

Jake tarareó la musiquita del clásico videojuego, como la recordaba, y Heeseung rió muy fuerte, mientras se acomodaba cada vez mejor en el hueco del cuello de Jake.

𝖻𝗈𝗇𝗂𝗍𝗈 ( 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗍𝗂 ) ֶָ֢⊹𐙚 𝗵𝗲𝗲𝗷𝗮𝗸𝗲ᵃᵈᵃᵖᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora