Cristo. Este es el demonio más incompetente que Louis haya conocido. Si no hubiera visto el rojo de sus ojos no creería que era un demonio en absoluto. ¿Cómo consiguió este trabajo si no está tratando de convencer a Louis para que negocie? ¿O es sim...
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Aproximadamente un mes después de que Liam y Louis comenzaran a cazar juntos, Louis comenzó a sentir picazón. El trabajo no había ido bien; El aquelarre que buscaban era viejo, sabio y engañoso, la gente seguía muriendo y las bolsas de protección que encontrarían en la escena nunca conducirían a ninguna parte. Las brujas estaban entre los trabajos que menos le gustaban a Louis. Las brujas eran humanas y hacían cosas malas porque querían, no porque estuvieran programadas en su especie, aunque lo suficiente vendieron sus almas a cambio de sus poderes que Louis razonó que no estaba haciendo nada más que provocar lo inevitable y salvar a la gente en el proceso, matándolas. Aún. Las brujas eran las peores, y matar al último miembro del aquelarre no le dio a Louis la satisfacción que normalmente daba una cacería completa, sólo le dejó un mal sabor de boca.
Liam estaba conmocionado, lo notaba. Se había quedado tranquilo y serio, todo ojos de cachorrito que hacía que a Louis se le erizara la piel al mirarlo. Sabía que debería haberle ofrecido algún tipo de consuelo, pero no estaba seguro de qué decir.
"¿Quieres ir a emborracharte?" preguntó, en cambio.
Unos cuantos tragos más y la picazón había aumentado; Liam estaba hablando, pero a pesar de los valientes intentos de Louis, tenía dificultades para prestar atención.
"No es que no haya matado a nadie", decía Liam, "no lo sé, tal vez fue la placa, o, no lo sé, siento que sigo esperando la confirmación de que se me permitió hacerlo pero-"
"Se te permitió", dijo Louis, e inclinó su botella hacia atrás para terminar lo último de su cerveza. "Te acostumbrarás." Había un chico al otro lado de la barra al que había pillado mirándolo un par de veces y se miraron a los ojos de nuevo. Louis arqueó una ceja y se volvió hacia Liam, quien se retorcía las manos de una manera que Louis trató de no encontrar molesta. Él también había sido un desastre cuando empezó.
Por otra parte, pensó, eras un niño y no un hombre adulto con una carrera en el FBI, pero rápidamente cerró eso y trató de escuchar a Liam por encima del zumbido en sus oídos.
"Esto es para ti", dijo el camarero, colocando otra cerveza frente a Louis. Señaló con el pulgar al hombre que estaba al final de la barra. "De él", añadió, y luego se alejó. Louis miró la botella, las gotas de condensación y el verde de la botella. Si estuviera de otro humor, podría estar irritado porque este tipo había decidido que sólo valía una cerveza barata (sin importar que era lo que Louis ya estaba bebiendo y, por lo tanto, era una apuesta segura), pero tal como estaban las cosas, la picazón que sentía aumentó y se volvió más insistente que nunca, y tomó un largo trago antes de volverse hacia Liam.
"Voy a ir al baño", dijo, y le dio una palmada en el hombro a Liam un poco más fuerte de lo que pretendía. "Estas bien. Lo hiciste bien." Se devanó los sesos por un momento, tratando de pensar si había algo que su padre le había dicho que le hubiera ayudado cuando estaba tan molesto, pero eso fue todo. Estas bien. Lo hiciste bien, chico.
