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Tal y como le prometí a Willy, al amanecer lo busqué por el barco.

No lo encontraba, y pensé que se había dormido.

Opté por esperar.

- ¡Tierra a la vista! - Gritó alguien.

Miré a mí alrededor, y ví a Willy arriba del barco, deslizándose por la cuerda por la que probablemente subió.

Lo saludé con una sonrisa.

- Buenos días, al parecer alguien está emocionado de llegar.

- Sí, ni te lo imaginas. Estoy impaciente por ver las Galerías Gourmet.

Sonreí ante su entusiasmo, y entonces él empezó a... ¿cantar?

- Tengo este viejo abrigo y mi maleta...

- Au revoir, chef! - Dice un hombre, animado.

Willy sigue moviéndose por el barco, yo me dedico a seguirle con mi guitarra.

- Tengo botas agrietadas en los... pues.

Una mujer le echa agua por error y se disculpa, Willy solo ríe por lo bajo, en señal de que no le importa.

- Tengo que arriesgar porque esta vida aprieta...

Y entonces hace girar a la mujer, sacándole una sonrisa.

- Tengo que esforzarme mucho, o no llego a fin de mes.

Entonces añado un acorde de guitarra, para acompañar su canción.

Él me sonríe y sigue cantando, yo simplemente le sigo.

- Hoy vender bombones es lo que persigo. He invertido todo lo que tengo aquí.

El capitán le lanza una moneda y ambos bajamos del barco, subiendo al techo de una camioneta.

- Tengo doce monedas en mi abrigo.

Algunos se despiden de él, mientras que Willy levanta su sombrero.

- Y cien sueños... en mí.

Entonces me sonríe.

- Me alegra que me acompañes hasta allí.

Oh cierto, lo acompañaré hasta las Galerías Gourmet y luego iré en busca de un local en el que cantar hoy. Estoy ansiosa.

Le sonreí y seguimos charlando hasta llegar a lo que parece ser la plaza principal de la ciudad.

Ambos bajamos de la furgoneta, entonces él volvió a cantar.

- Hay un restaurante bueno en cada calle... El brandino y el famoso Parisién.

- ¿Mapa de restaurantes señor?

- Gracias. - Dice él mientras lo compra.

Me acerco y ambos lo observamos.

- Tengo un mapa para no perder detalle... - dice orgulloso, pero entonces ve a un joven limpiándole el zapato. - y ya me han volado dos monedas en un santiamén...

Río levemente y nos acercamos a una mujer que vende frutas y verduras.

- Si me falta cualquier cosa la consigo..!

Entonces se le cae la calabaza que agarró debido al tren que pasa cerca de nosotros.

Nuevamente, su zapato se ensucia.

- Son 3 soberanos, joven.

- Aunque el precio no resulta valadí...

- Si rompes la calabaza la pagas. - Dice ella.

Sweet Like Honey [Wonka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora