004. ☆⌒(ゝ。∂)

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—No no, hasta que llegue el día que tengamos que hacer ejercicio— no quiere decir que iban a tener relaciones sexuales porque sólo quiere verlo como un trámite. Las películas que siempre le enseñaba que al momento de tener relaciones sexuales las personas involucradas iban a terminar enamoradas terminaron en falsedades, porque no siempre era eso.

Tragó saliva más fuerte al sentir a Jimin menear sus caderas en su miembro, rozando sus cuerpos. De verdad se sentía demasiado bien, tan bien que Taehyung abrió su boca al
sentir sobre su pantalón el bulto del menor, si.

Gimió cuando volvió a sentir el movimiento igual de fuerte, y ahora esas manos bajaron hasta donde estaban esas traviesas caderas, impulsando a moverlas como antes.

— ¿Puedo? Tus manos no te obedecen — no recordaba la voz de Jimin tan seductora de ese modo, su voz salió más ronca, tanto como le gustó sentir la lengua del menor en su cuello y sus labios atrapar la piel de ahí, succionando levemente.

— Solo no intentes meterlo todo

El menor sonrió porque su mayor había cedido a sus encantos, caminó hasta su cama, agarrando un cojín para ponerlo en el suelo y arrodillarse en el, frente a donde Taehyung estaba sentado.

Puede que había soñado eso, pero solo una vez en su vida y fue cuando estaba caliente de ver esos videos que nunca había visto. Miro a los ojos del pelinegro, que alzó su ceja y su barbilla comenzó a temblar, indicándole que estaba nervioso.

— No estés nervioso — un beso sobre la tela, que hizo a Taehyung temblar y levantar levemente sus caderas, sacando leves suspiros, y seguían teniendo ropa. — Te prometo que te va a encantar —

Ambas cabezas comenzaron a doler para Taehyung, una porque ya estaba dura y la otra porque quería pensar otra cosa que no fuera que el amor de su vida le iba a hacer una mamada, ya estaba seguro que le iba a encantar, porque iba a venir de Jimin, y todo lo que viniera de él le encantaba, fuera pequeña cosa.

Elevó sus caderas para que el menor pudiera quitar el pantalón, y volvió a alzar una sonrisa tierna cuando notó el bulto entre la tela azul rey, uno grande. Sus manos se dirigieron a él y volvió a besar, tensando el cuerpo de Taehyung. 

— Tan grande, tan mío —no servía para el mayor que su mejor amigo estuviera diciendo eso, porque sentía su miembro palpitar de placer y lo último que quería era hacerle saber a Jimin que su toque lo ponía duro. — ¡Está palpitando! —

— ¡No grites! — Taehyung acaricia la cabeza del menor, incitandolo a alejarse de su falo pero el otro seguí ahí, sonriendo. No sabía que le gustaba ese ángulo del menor donde estaba junto a su pene, acariciándolo. — Solo hazlo ya, me tengo que ir —

Suspiró cuando sintió el frío golpear su miembro, que había sido liberado, pero sintió que su respiración se cortó al momento que sintió la mirada fuerte de Jimin en el, que tenía su boca abierta, la cerró para tragar saliva, y la volvió a abrir, haciendo a Taehyung cerrar sus ojos para evitar ponerse más ante la imagen de su mejor amigo viendo su miembro duro, que falló porque el menor relamió sus labios y sus dedos fueron hasta la punta rojiza, acariciándola con su índice.

Hacía círculos con el, y después con su pulgar comenzó a jugar con el líquido pre-seminal que salía de ahí, soltando una pequeña risa.

La punta rojiza del miembro brillaba por el mismo líquido que brotaba de ahí, y sus manos se aferraron a la silla cuando sintió los labios de Jimin dar un piquito ahí, haciéndole gemir levemente.

— ¿Cómo te masturbas? — su dedo índice y medio comenzaron a masajear la punta, y Taehyung como pudo alcanzó papel del escritorio, agarró una noble cantidad, y se apartó levemente del menor para mostrarle.

Con el líquido pre-seminal que estaba en la punta comenzó a acariciar todo el tronco, y empezó a mover su muñeca en movimientos suaves, pero rápidos, sacando suspiros calientes de su boca que maldecía levemente. Jamás pensó que estaría masturbándose frente al chico de sus sueños, que tenía un rostro concentrado ante las acciones del mayor. Las manos de Jimin apartaron las de Tae, y su boca fue hasta la punta, dejando saliva para poder hacer la acción mejor.

Las manos calientes del menos se sentían mil veces mejor que sus manos frías, la boca tibia de Jimin recibía la punta casi con felicidad, y los ojos de Taehyung se dirigieron hasta esos labios que apresaron su miembro, y quiso gritar cuando sintió esa lengua envolverse en la punta rojiza, abrazándola en calor.

Reviró sus ojos, soltó una leve maldición, y se apoyó por completo en el respaldo de la silla, dejando que el menor recibiera su miembro con alegría.

Se notaba la inexperiencia del otro, pero aún así se sentía como el cielo para el mayor, que pensó que Jimin siempre sería mejor ante cualquier persona.

Recordó su primera vez, con un padre de familia que tenía experiencia con su lengua, pero no se le podía comparar con el toque inocente del menor. Nada se le podría comparar a ser tocado por la persona más especial de su vida, y Taehyung lo comprobó. Sintió su respiración entrecortada cuando sintió las muñecas de Jimin moverse en su tronco, de arriba hacía abajo, sacándole varios suspiros y quejidos que no quería callar, pero debía.

Mordía su muñeca para evitar soltar maldiciones y sentía la boca de Jimin recibir su miembro, que ahora metió leves centímetros más para volver a intentar enrollar su lengua en él, y Taehyung maldijo alto cuando vio y sintió la cabeza del menor moverse en el mismo movimiento de sus manos, arriba y abajo, succionando, el cielo para el pelinegro.

Se relajó, cerró sus ojos, y se dispuso saliva y semen saliendo de ahí. 

— Escúpelo si quieres, no es...

Jimin lo había tragado con sus ojos cerrados, y luego volteó a ver a su mayor, sin fijarse que su rostro seguía teniendo rastros de líquido blanco.

— ¿Lo hice bien? ¿Te gustó?

Taehyung con el papel que había obtenido antes limpió el rostro del otro, y le sonrió.

— Sí, muchas gracias por eso — ¿Por qué agradeció? Ni él sabía, pero alzó
una media sonrisa al ver a Jimin sonreír cerrando sus ojos, sus mejillas rojas, y sus labios algo hinchados, y tragó saliva, tratando de no ponerse duro otra vez.

— Creo que me tengo que ir-

— ¡No, quédate! — unas manos rogonas en su brazo que estaba subiendo sus pantalones, y vio ese puchero. Se sentó en la cama del menor con esa media sonrisa, y Jimin volvió a reír. — Eres el mejor, ¿Sabías? — un beso en su mejilla y prendió la tele que tenía en su cuarto para ver algún programa juntos, y Taehyung no pudo borrar de su memoria lo que había pasado ese día.

diet of sexㅤㅤ੭ㅤㅤvminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora