Bajo el Cielo Roto

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Parte Final: Bajo el Cielo Roto

La vida en Ponyville se había asentado en una calma rutinaria, pero llena de la calidez y la compañía de sus amigos. La carrera anual en Sweet Apple Acres se había convertido en un símbolo de la fortaleza y el amor entre Rainbow Dash y Applejack. Sin embargo, la tranquilidad a menudo oculta las sombras que se esconden debajo, esperando el momento adecuado para emerger.

Los meses pasaron y el invierno se asentó en Ponyville, trayendo consigo una paz invernal que envolvía el campo en una manta de nieve. Una mañana, mientras Rainbow Dash y Applejack trabajaban juntas en la granja, recibieron una visita inesperada de Twilight Sparkle, quien parecía preocupada.

“¡Hola, chicas!” saludó Twilight, su voz temblando ligeramente. “Necesito hablar con ustedes sobre algo urgente.”

Applejack dejó de cargar fardos de heno y se acercó a Twilight, preocupada por su tono. “¿Qué pasa, Twi?”

Twilight tomó un respiro profundo antes de hablar. “He estado investigando algunas anomalías mágicas en Equestria y descubrí que el sello que reparamos en el Bosque Everfree está fallando nuevamente. Algo más poderoso está tratando de liberarse, y esta vez podría ser mucho más peligroso.”

Rainbow Dash y Applejack intercambiaron miradas serias. “¿Qué necesitamos hacer?” preguntó Rainbow Dash, lista para cualquier desafío.

“Necesitamos volver al Bosque Everfree y reforzar el sello, pero esta vez requerirá un ritual más complejo y peligroso,” explicó Twilight. “No puedo hacerlo sola. Necesito la ayuda de todas ustedes.”

Applejack asintió, decidida. “Estamos contigo, Twi. Hagamos lo que sea necesario.”

El equipo de amigas se reunió y se preparó para la misión. La atmósfera en Ponyville se volvió tensa mientras las seis amigas se adentraban en el Bosque Everfree una vez más. El bosque, oscuro y retorcido, parecía más amenazante que nunca.

Llegaron al claro donde la antigua piedra rúnica había sido restaurada anteriormente. Esta vez, las runas brillaban con una luz roja y pulsante, y una energía oscura se filtraba a través de las grietas en la piedra.

“Debemos actuar rápido,” dijo Twilight, comenzando a preparar el ritual. “Todas necesitamos canalizar nuestra magia y concentración en la piedra al mismo tiempo.”

Las amigas se tomaron de las manos, formando un círculo alrededor de la piedra rúnica. La energía a su alrededor se intensificó, y comenzaron a sentir una fuerza tirando de ellas, tratando de romper su conexión.

“¡No se rindan!” gritó Twilight, enfocando su magia en la piedra. “¡Podemos hacerlo juntas!”

El ritual era agotador, y cada una de ellas sentía el peso de la magia oscura tratando de separarlas. Rainbow Dash y Applejack se miraron, sabiendo que su amor y su amistad eran su mayor fortaleza.

Sin embargo, algo inesperado ocurrió. Una figura sombría emergió de la oscuridad, una entidad que parecía ser la fuente de la energía maligna. La figura se dirigió hacia ellas, su presencia provocando una oleada de miedo.

“¿Quién eres?” exigió Twilight, manteniendo su concentración en el ritual.

“Soy el Guardián del Sello,” respondió la figura con una voz profunda y resonante. “He sido liberado por su intervención. Ahora, debo reclamar lo que es mío.”

El Guardián levantó una mano, y una ráfaga de energía oscura se disparó hacia el círculo de amigas. Rainbow Dash, con sus reflejos rápidos, se interpuso, protegiendo a Applejack del ataque. El impacto la lanzó al suelo, dejándola sin aliento.

“¡RD!” gritó Applejack, corriendo hacia ella.

“Estoy bien,” dijo Rainbow Dash, levantándose con dificultad. “No podemos dejar que nos separe.”

Twilight, viendo la gravedad de la situación, hizo un último esfuerzo para completar el ritual. “Necesito que todas pongan su máximo esfuerzo ahora. Esta es nuestra única oportunidad.”

Con renovada determinación, las amigas canalizaron toda su magia hacia la piedra rúnica. La luz roja se intensificó, y la energía oscura comenzó a retroceder. El Guardián, dándose cuenta de que estaba perdiendo su control, lanzó un último ataque desesperado.

“¡No puedo detenerlo sola!” gritó Twilight, sintiendo la presión abrumadora.

Rainbow Dash, con su espíritu indomable, se levantó una vez más y voló hacia el Guardián. “¡No dejaremos que ganes!” gritó, lanzándose contra él con toda su fuerza.

El impacto fue devastador. Una explosión de luz y oscuridad envolvió el claro, y cuando la energía se disipó, el Guardián había desaparecido. La piedra rúnica estaba reparada, pero Rainbow Dash yacía en el suelo, inmóvil.

Applejack corrió hacia ella, sus ojos llenos de lágrimas. “¡RD! ¡No me hagas esto!”

Rainbow Dash abrió los ojos lentamente, una sonrisa débil en su rostro. “Lo logramos, AJ. Lo logramos juntas.”

“Por favor, no me dejes,” suplicó Applejack, sosteniendo su casco.

“Siempre estaré contigo,” susurró Rainbow Dash, antes de cerrar los ojos por última vez.

El dolor en el corazón de Applejack era indescriptible. Las demás amigas se reunieron a su alrededor, sintiendo una mezcla de triunfo y pérdida. Habían salvado Equestria, pero a un costo inimaginable.

Los días que siguieron fueron difíciles para todas. Applejack, devastada por la pérdida de Rainbow Dash, trató de mantenerse fuerte por su familia y amigos, pero el vacío en su corazón era profundo.

Ponyville se unió para honrar la memoria de Rainbow Dash. Una gran ceremonia se celebró en Sweet Apple Acres, donde todos compartieron historias y recuerdos de su valiente amiga. La carrera anual se convirtió en un evento en memoria de Rainbow Dash, simbolizando su espíritu indomable y su amor por Applejack.

Mientras la vida continuaba, Applejack encontró consuelo en los recuerdos que compartía con Rainbow Dash. En las noches, miraba las estrellas y sentía que Rainbow Dash la miraba desde el cielo, su espíritu siempre presente.

Un día, mientras trabajaba en el campo, Applejack encontró una carta escondida en el granero. Era la carta que Rainbow Dash había escrito antes de su enfrentamiento final con Lightning Dust.

“Querida AJ,

Mañana enfrento a Lightning Dust. Sé que esto es peligroso, pero también sé que debo hacerlo para proteger a todos. Pensar en ti me da la fuerza que necesito. Prometo que regresaré a casa.

Con todo mi amor,
RD.”

Las lágrimas fluyeron libremente mientras Applejack leía la carta. Sabía que Rainbow Dash había cumplido su promesa de proteger a todos, incluso si significaba sacrificar su propia vida.

Con el tiempo, Applejack encontró una nueva forma de seguir adelante. Honrando la memoria de Rainbow Dash, continuó trabajando en Sweet Apple Acres, manteniendo vivo el legado de su amor. Aunque la pérdida siempre sería una parte de ella, Applejack también encontró fuerza en los recuerdos y en el impacto que Rainbow Dash había dejado en sus vidas.

Cada año, durante la carrera en memoria de Rainbow Dash, Applejack se aseguraba de compartir la historia de su valentía y su amor, inspirando a otros a ser fuertes y valientes en sus propios desafíos.

En el corazón de Applejack, Rainbow Dash siempre sería una presencia constante, una estrella brillante que guiaba su camino. Y mientras caminaba por los campos de manzanas, sentía el viento en su rostro, como si Rainbow Dash estuviera volando a su lado, recordándole que su amor era eterno.

Así, bajo el cielo amplio y lleno de estrellas, Applejack continuó su vida, llevando consigo el legado de Rainbow Dash y la certeza de que el amor verdadero nunca muere. Las tormentas pueden pasar, pero los lazos forjados en el amor y la amistad permanecen, más fuertes que cualquier oscuridad.

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⏰ Última actualización: Jun 26 ⏰

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Rainbow Dash's Heartfelt ConfessionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora