🤖Reconfortante 🌹

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Ship: Hex x Senpai

¿Tiene sentido el ship? No, pero hey, quedan bonitos... ¿Cierto? 😭

El sol estaba en su punto más alto, se podía escuchar a los niños jugando y a las felices parejas teniendo citas y todas las demás cursilerías, bla, bla, bla, hacia el clima perfecto para simplemente salir y ser feliz por los parques en esa hermosa tarde de sábado. Bueno, casi todos lo eran, excepto nuestro rubio fresa, quien se encontraba deshecho observando la nada en la sombra de un viejo roble intentando estar lo más alejado posible del resto de personas, solo quería un rato de paz, más aún luego de que su novia le hubiera terminado. Fue todo tan repentino, esa perra simplemente le arruinó el día... Al principio estaba tan emocionado de pasar tiempo con ella, ¿pero ahora le salía con que le gustaba una mujer? Oh, por favor, era tan ridículo que lo dejara por eso... ¡Hasta le había comprado chocolates! Y ahora se los tenía que comer de mala gana para no desperdiciar.

Le estaba prestando demasiada atención a esa ruptura, y eso que él había tenido varías novias antes ¿Acaso no podía encontrar de una vez a su media naranja? Alguien que haga su corazón latir con fuerza, que esté con él toda la vida, talvez eso nunca llegaría y menos sabiendo la "terrible" persona que se consideraba.

No, ya no debía pensar en eso, simplemente iría por las calles y conquistaría a alguna chica para no pasar su próximo viernes solo.

Eso es, simplemente tenía que buscar un buen par de tetas ¿Qué tan difícil podría ser? Él era encantador, carismático, guapo, inteligente y todos los halagos existentes en el diccionario, mujeres de todo el mundo deberían hacer fila para estar con él.

(...)

Pues tampoco tanto, al final, termino peor, ya estaba atardeciendo y el día solo empeoró, hasta se topó con ese horrible gusano y su novia que le intentaron sacar tema de conversación. El rubio apenas habló, no estaba de humor y la última vez... prefería olvidarse completamente de eso.

No quería regresar a su solitaria casa, independizarse, ya no sonaba tan bonito cuando regresaba a casa, solamente él en un piso no muy grande, lo que cubría su trabajo como mesero en una cafetería, y el dinero que a veces sus padres le daban, nunca le alcanzaba para nada fuera de lo "necesario".

Perdido en sus pensamientos y buscando los últimos rayos de sol antes de que el cielo oscurezca, entro a una de las canchas de básquet, sentándose en la cuarta fila sin percatarse del robot que hacía algunos tiros. ¿Ya que le podía importar? Después de la secundaria parecía que su vida solo decaía, no pudo conseguir una beca, su trabajo era mal pagado y la mayoría de las veces los clientes le gritaban por estar irritados, oh y por supuesto si no necesitara el dinero les regresaría él gritó y un par de insultos extra. El frío que empezaba a sentir recorriendo su cuerpo lo hizo estremecer, en este momento debería estar teniendo una cena romántica en el departamento de la castaña.

No pudo retener más sus tímidas lágrimas que empezaron a salir de sus ojos recorriendo sus mejillas, se tapó la cara con sus manos apoyando sus codos en las rodillas. Ni siquiera era tan grave lo que le pasaba, ¿Por qué lloraba por algo tan ridículo? Era lo que repetía en su cabeza intentando detener sus sollozos. Pudo reaccionar cuando sintió tocando su hombro algo parecido a una ¿mano? Lo sentía más como la mano de un lego, además de parecer hecha de metal.

- Hey, ¿te encuentras bien?

La voz robótica y artificial resonó en su cabeza por un instante, volteó la cabeza lentamente, sacando las manos de su cara. Tenía una expresión disgustada, no le gustaba que extraños se metieran en sus asuntos y menos si estaba en un momento vulnerable. Aunque viéndolo mejor y haciendo un poco de recuerdo, alguna vez lo había visto en las fiestas de GF junto a otras dos personas que no le importaban mucho.

- Sí, estoy... perfectamente bien -Limpió un pequeño rastro de las lágrimas con su manga y se enderezó viendo mejor al robot que lo veía, ¿preocupado? Ew no necesitaba que sientan lástima por él - ¿Y tú eres?...

Vio cómo su pantalla mostraba algo parecido a expresiones, eran de un tono celeste, bastante llamativo, aunque de por sí un televisor con un uniforme de algún equipo de básquetbol ya lo era.

- ¡Hex! Hex el robot, un placer conocerte - Sonaba demasiado feliz, además de la gran sonrisa que Senpai envidiaba un poco.

Extendió su brazo esperando un apretón de manos (si se le podría llamar así) Senpai con desconfianza copió el gesto estrechado como presentación.

- Senpai... puedes llamarme Senpai - Intento poner su mejor sonrisa para no ser grosero, aunque aún se sentía mal, podría esperar para ir a llorar en casa.

- Y dime Senpai, ¿por qué llorabas? - Su tono, por más metálico que fuera, sonaba verdaderamente preocupado, como si fueran amigos de años o como si los problemas de los demás fueran la gran cosa. Obviamente, también resistía a decirle que se vaya a meter en sus asuntos.

- No es... nada.

- ¿Seguro? - Le volvía a insistir volviendo a colocar una mano en su hombro, estar tanto tiempo con alguien como Whitty seguro le dio algún tipo de habilidad para hacer hablar a las personas de sus sentimientos.

Volviendo al de ojos azules que ahora tenía un nudo en la garganta intentando parecer lo más normal posible metiendo y sacando las manos de sus bolsillos con una parte de su rostro ligeramente morado (odiaba ese rasgo, ya que aparecía cuando estaba triste o enojado) Esperaba que el otro notara su incomodidad o sus ganas de no hablar del tema.

Podía empujarlo y tirarle algún insulto, mirarlo con asco, entre otras cosas. Pero para su propia sorpresa el robot lo había abrazado, la sensación era rara, muy rara, no era esa textura humana, aunque tampoco era desagradable, solamente lo podría describir como raro y... reconfortante. Un abrazo que sabía que necesitaba, pero su orgullo y vergüenza lo obligaban a ignorar.

Lo abrazo devuelta colocando su mentón sobre el hombro, volviendo a derramar lágrimas para desahogarse con el plus que ahora sentía unas caricias en su espalda que lo consolaban.

Cuando se sintió mejor fue apartado por el mismo Hex para verlo a la cara, una cara sonrojada por la vergüenza de haber llorado frente a un perfecto extraño.

- ¡Me alegra que estés mejor! - Senpai no había dicho eso, que se calle y lo siga abrazando, se sentía jodidamente bien.

- Seh, lo siento... por... por eso.

- Sin problemas, bro - Se alzó de hombros - No te puedes culpar por tus sentimientos.

Se rascó la nuca apenado, aun conservando ese tono rojizo en sus mejillas que aumentaba ligeramente.

- Oye Senpai, mañana vamos a salir unos amigos míos al karaoke que queda por la estación de policías, ¿quieres venir?

- Puedo ser perfectamente un asesino - Dijo ya sonriendo, le agradaba lo rápido que el otro entraba en confianza.

- Ya tengo muchos de eso, ¡uno más no hace daño!

Senpai soltó una carcajada mientras empezaban a caminar.

- ¿Te gusta el básquet?

- Odio los deportes.

- Oh, ¿¡y te gusta Hatsune Miku!? La idol

- ¡Oye! ¿Qué clase de pregunta son esas?...

Suspiró, le agradaba el giro final que tomó su día. Pudo encontrar un posible amigo y aunque no lo supiera, futura pareja.

- Sí... me encanta Hatsune Miku.

Me salió más largo de lo que esperaba.

Con este ship que ni Dios conoce se inaugura este libro.

♡ Escritos De Ships (Senpai x All) ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora