Heroína Tobiichi

Capítulo 18 : Breaker Angel [CENSURADO] 1 - Cómo termina el mundo

¿Alguna vez te has preguntado cómo terminaría el mundo? ¿Sería una fuerte explosión o un gemido silencioso? ¿Sería la tercera guerra mundial o algo que sucedería más allá de las estrellas?

Un joven se paró en el borde del edificio mientras observaba cómo ardía la ciudad de Tengu. ¿Cuántas veces había sucedido eso? ¿Cuántas veces había visto esa escena?

Una vez más no pudo evitarlo. No pudo salvar a nadie.

" Nos estamos quedando sin oportunidades", dijo una voz en el fondo de su cabeza. "Solo quedan unos pocos plazos que no se han desperdiciado".

"Entonces, sigamos intentándolo", respondió. "No podemos rendirnos todavía. Me niego a rendirme".

—Como siempre, dices las cosas más dulces —dijo la voz, que parecía encogerse de hombros—. Pero te estás quedando sin energía. Si vuelves a usar la Bala Doce, no tendrás suficiente energía para otra. No sin ya sabes qué.

—Entonces, es nuestra última oportunidad —dijo, mientras una pistola de chispa aparecía en su mano—. Perdón por haberte obligado a hacer esto, pero...

—Lo sé, lo sé —dijo la voz—. Después de todo, eso es parte de lo que eres. No puedo quejarme por eso. Esperemos que la próxima línea temporal tenga la oportunidad que necesitamos.

—Sí. Nos vemos al otro lado. —Respiró profundamente y se formó un reloj en su ojo izquierdo, las manecillas se acercaron a las 12 en punto—. ¡Sí, claro! —Y dicho esto, se pegó un tiro en la cabeza.

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Era una mañana tranquila en la ciudad de Tengu. No se incendiaba nada y no se oían explosiones en la Tierra. Todo estaba en paz.

Origami se despertó lentamente esa mañana, sintiendo mucha presión sobre sí misma. Finalmente había logrado aceptar el efecto emocional que el hecho de sellar a los Espíritus tenía sobre ella, por lo que para ella, la sensación de tener a alguien encima de ella no era una gran preocupación. La pregunta surgió principalmente de quién era esta vez.

Considerando que podía sentir dos grandes montículos presionándose contra ella, estaba apostando por Miku. Cuando abrió los ojos, la saludó la visión de un cabello verde.

Natsumi, entonces. Supongo que esa fue otra apuesta que Origami perdió consigo misma.

No le sorprendió especialmente ver a Natsumi en su forma adulta. Después de todo, no era como si los espíritus perdieran todos sus poderes al ser sellados.

Con un pequeño gemido, Natsumi levantó la cabeza, mirando a Origami con ojos coquetos. "Buenos días", dijo con ese tono de voz sensual que le gustaba usar en esa forma.

Sin dudarlo un momento, Origami le dio a Natsumi un beso rápido en los labios, lo que provocó que volviera a su forma normal en una bocanada de humo. Sin embargo, esto no cambió el tamaño del negligé que llevaba puesto, lo que dio como resultado la adorable imagen de la pequeña Natsumi casi desnuda con ropa fina que le quedaba varias tallas más grande.

—Buenos días, Natsumi —respondió Origami, antes de rodearla con sus brazos y darse la vuelta para quedar de costado—. Y buenas noches.

—¡Hola! —gritó Natsumi, con una voz más afectuosa que molesta. Ese era el tipo de «amor» que parecía funcionar entre los dos; ambos intentaban sacar de quicio al otro y disfrutaban de la pérdida.

Sorprendentemente, ese era el secreto de la paz mental de Origami. Después de unos meses que, desde la perspectiva de un adicto al sexo, se definirían como abstinencia (objetivamente hablando, no lo era, pero aun así ayudaba), Origami había encontrado la mentalidad que necesitaba para sentirse cómoda con todo esto. En pocas palabras; a la mierda. Ahora era solo una parte de ella, y después de unos meses de contenerse y descubrir que extrañaba activamente la intimidad, podía aceptar que ahora era solo esa persona con muchas amigas, y que compartían sus emociones físicamente. Era extraño, claro, pero como parecía que no había mucho que Origami pudiera hacer al respecto, bien podría aceptarlo.