MOONLIGHT ➵ ʙᴛs;; knj [✔]

O19

CAPÍTULO DIECINUEVE

Desde la última vez que vio a Minah no ha pasado demasiado tiempo, pero… en realidad, para NamJoon fue como una eternidad, se siente como si esa noche fuera su primer encuentro, como la primera vez que olió su suave fragancia a vainilla, suavizante de ropa y una exquisita mezcla de café mañanero. Desde la cima del altar, la observó sorprendido, casi anonadado preguntándose si no era algún sueño. No, no está soñando, ese brillo en sus ojos es real, muy real.

La muchacha es vista por toda la manada, entre murmullos analizan su porte, olía a la ciudad, a humana. Un aroma repulsivo para la mayoría, menos para él. Sus sentidos se alteran, su respiración comienza a acelerarse con el ritmo de su corazón palpitando a gran velocidad. El lobo reprimido dentro suyo se mueve con desesperación, necesita salir.

— ¡¿Qué es todo esto?! —su padre alza la voz enfurecido— ¡TaeHyung! —ve a su hijo menor caminando hasta acercarse al lado de la humana— ¡Toma a esa humana y devuélvela a donde pertenece! ¡Sabes las reglas!

Los humanos no deben pisar la manada porque su integridad como Clan secreto corre peligro, y TaeHyung acaba de romper una de las primeras reglas.

— Ella no se irá padre. ¿Pueden oírme todos? ¡Esta boda acaba aquí! Ya no hay espectáculo, se acabó.

— Tch, mocoso malagradecido. —murmuró entre dientes— ¡A las mazmorras! ¡Lleven al humano y a mí hijo a las mazmorras!

La paz y tranquilidad de la ceremonia fue rota cuando los hombres de JiWoon, la mano derecha de Jong In, se transformaron listos para atacar. Entre gritos el pueblo comenzó a correr lo más lejos posible, todos conocen la gravedad del asunto, una batalla entre lobos podría dejar a más de uno herido. Pero, el propósito de TaeHyubg no era pelear con los estúpidos guardaespaldas de su padre, quienes siempre estaban jodiendole la vida, no, su propósito principal era ir tras Jisu.

La pobre se hallaba temblorosa en el altar, viendo cómo todos huían y nadie trataba de ayudarla. Tenía miedo de resultar herida en la batalla, que algún lobo intentaste morderla producto de la adrenalina.

El Kim menor se vio acorralado entre cinco bestias. Colocó a la humana detrás de su espalda.

NamJoon, desde su lugar, negó.

— Detenlos, podrían hacerles daño. —dijo el moreno, atado de manos y pies.

— ¿Y? Tu hermano es un traidor, y esa humana no debería estar aquí. ¡Los quiero vivos o muertos en las mazmorras!

— ¡No! —exclamó la Alfa, Jisu sollozo presa del pánico— NamJoon haz algo, ayúdalo. ¡Transformate!

— Yo no… Yo no puedo… —gotas de sudor caen por su frente, ansioso dirige la mirada a Minah, quien asustada y consternada no logra entender del todo la situación. Entonces, tan solo con ver a JiWoon acercar su hocico lleno de colmillos capaces de romper su suave piel, una llama que creyó extinta vuelve a renacer dentro suyo. El aullido de un lobo furioso.

Las esposas se rompen de un salto. Su cuerpo arde mientras con un dolor indescriptible sus huesos comienzan a romperse. El proceso que alguna vez pasó y juro ya nunca más pasar, ha sucedido.

Su padre sonríe.

— ¡Al fin! Al fin mí hijo es un lobo de verdad, ¡Digno de…!

Sin embargo, estando en su etapa más primitiva. En lo único que su mente piensa es venganza, venganza hacia su padre que lo encerró por días prohibiendole volver a dónde pertenece. El increíble lobo de pelaje marrón abre su boca, cinco veces el tamaño del resto, y la cierra en el cuello de su padre.

El grito desgarrador resuena.

— ¡NamJoon! —su hermano grita— ¡No, NamJoon. No lo hagas! —aun así, él estaba fuera de si, cegado de un cargo de emociones fuertes— Mierda, esto no debía ser así… —en medio de su desesperación, clavo la vista en la castaña— Dile algo, ¡Por eso te traje! ¡Él no debería matarlo!

—  ¿D-Decirle algo? ¿Pero qué podría?

— ¡No lo sé! Pero si no quieres que estos lobos que nos superan en números nos hagan su cena, será mejor que lo llames. ¡Y rápido! No tenemos más tiempo.

En toda su vida jamás había tenido el corazón tan acelerado, le costaba pensar en la desesperación que palabras exactas decir para ayudar. Hace tan solo horas había caído en cuenta que su ex novio era en realidad un enorme lobo, y que todo este tiempo esa ha sido la razón de todo. La grieta que los dividia ahora parecía menos pequeña.