Cuando Lord Tywin Lannister decide que su hijo será el señor de Casterly Rock obliga a este a dejar la capa blanca para así desposar a una doncella.
Genna Stark es enviada a la capital para cumplir su rol como esposa de Jaime y señora de La Roca. Si...
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Genna veía a Robert desde la distancia, se veía que estaba harto de esto, Cersei hablaba y hablaba con él, sin embargo, este parecía no parecía prestarle atención alguna. Por otro lado había intentado hablar con su hermano pero él empezó a ignorarla luego de la visita a su habitación donde se dieron un abrazo, el primero después de tanto tiempo, ella había pasado horas enteras admirando a su pequeño sobrino, no podía esperar a que su bebé naciera, procuraria que Robb y su hijo sean buenos amigos, aunque sea por cartas.
Mientras pensaba en la mesa de los Lannister, Jaime parecía bastante molesto, era extraño verlo molesto, podía ser grosero en varias ocasiones pero nunca se molestaba con nada ni nadie, ella creía que era por el matrimonio de su hermana melliza, de todas formas habían llegado juntos al mundo y ahora se separarian, él regresaría a Casterly Rock con ella y su hijo, mientras que Cersei se quedaría en Desembarco del Rey a formar su familia. Todo era extraño para la loba, de un momento a otro empezó a sentirse mal, para pedir disculpas y retirarse.
Mientras le daba los buenos deseos en su noche de bodas Robert sonreía ante la Stark, Cersei por otro lado solo sentía disgusto ante la chica, primero robó a su hermano y luego roba la atención del hombre que ahora era su esposo.
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La ojo gris tarareaba una canción mientras daba vueltas en su habitación, Jaime aún no había llegado del banquete, las sirvientas qué le ayudaron a vestirse estaban cuchicheando como Robert había estado bebiendo demasiado mientras Cersei salía del salón, no tomó importancia, Robert era así.
Mientras se despojaba de sus joyas y las colocaba en su joyero la gran puerta fue abierta de manera abrupta haciendo un ruido muy fuerte que hizo que se sobresaltara, ella volteo rápidamente, por la puerta pasaba Cersei, su vestido blanco y su corset apretado a su delgado cuerpo la hacia ver hermosa, su cabello rubio caía sobre su espalda en unas trenzas qué eran típicas en eventos de esta magnitud para las mujeres sureñas, a excepción de su rostro qué se veía furioso, se acercó a ella de manera amenazante.
Tomó a la joven norteña de los cabellos castaños qué ahora se encontraban sueltos, Genna grito por el dolor "¿Quién te crees que eres para robarte la atención de Robert?, eres una simple niña norteña demasiado estúpida para su propio bien, nadie te quiere aquí, deberías haberte tirado desde el risco de Casterly Rock desde el primer día en que pusiste un pie en mis tierras, ¿Creés que Jaime te ama a ti o a ese bastado que llevas en el vientre? Dejame decirte que no, Jaime está harto de ti, él me dijo que esperaba que murieras en el parto, tú y ese bebé, nadie te ama, Genna, te hago un favor al decirte esto, fuiste una moneda de cambio para tu hermano, no eres nada para nadie, tú y debiste haber muerto con la puta de tu hermana, no eres más que escoria como el bastado de tu hermano" con ello la joven norteña se soltó del doloroso agarre qué se cernia en su cabeza, intentó no llorar por las palabras de Cersei y en un movimiento rápido golpeó fuertemente en la mejilla haciéndola caer sobre su trasero.
Cersei empezó a llorar histéricamente "Ella me insultó y golpeó Jaime" cuando Genna volteó, Jaime estaba parado detrás de ella frente a la gran puerta de madera, rápidamente se acercó a Cersei para ver como estaba su hermana, cuando ayudó a ésta a incorporarse se volteó para posicionarse frente a su esposa, antes de que esta se diera cuenta de lo que sucedía, Genna estaba en el suelo con sangre saliendo de su nariz y el labio partido, Jaime la había golpeado tan fuerte que la derribó al suelo, no entendió en qué momento ellos salieron.
Su viente empezó a doler terriblemente, se había golpeado con el frío suelo de piedra, debajo de ella empezaba a hacerse un gran charco de sangre que provenía de por debajo de ella, Genna no sabía qué hacer, empezó a gritar y a llorar por ayuda, el dolor en su mejilla ahora era irrelevante, lo que sucedería con su bebé era su prioridad. Por la puerta se asomó una cabecita qué conocía muy bien, Tyrion observó la escena sin saber qué sucedía, la norteña se veía pálida mientras le gritaba qué fuese a buscar ayuda, inmediatamente empezó a correr en busca de Jaime o de su padre, inclusive esperaba encontrar al hermano de su cuñada, pero no había nadie por los pasillo, hasta que a lo mejor pudo ver la silueta de un gran hombre, el Guardián del Norte deambulaba por los pasillos de la Fortaleza Roja, rápidamente fue en su ayuda.
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La norteña estaba débil, había pasado toda la noche en trabajo de parto, no habían señales de avance alguno, su cuerpo estaba débil por los incontables días que había pasado sin probar bocado alguno, sin contar lo joven que era para dar a luz, apenas hacía unos meses había cumplido su quinceavo día del nombre.
Fuera de la habitación se encontraba Jaime y Eddard Stark esperando noticias de la norteña, ninguno podía pensar con sensatez por los gritos.
Jaime estaba asustado por aquello,tambien estaba arrepentido por haberla golpeado mientras estaba embarazada, su madre había muerto al dar a luz a su hermano menor, sin contar con las advertencias de los maestres, habían dicho que de por sí Genna era débil para darle herederos, ahora con la condición en la que él mismo la había puesto el riesgo incrementaba tanto para ella como para el bebé en su vientre.
Cuándo una de las parteras qué habían llegado con ellos, Jaime y Ned se dieron una mirada angustiada, la partera se acercó a Jaime "Mis Lores, me temo que lady Genna no soportará mucho más si el bebé no nace en las siguientes horas, lord Lannister, si sucede algo debe elegir entre su hijo y su mujer, ¿A quien debemos salvar?"
El joven rubio lo sabía qué hacer, su joven y linda esposa de debatia entre la vida y la muerte por su culpa, Ned lo observó severamente esperando su respuesta "A ella, salvenla a ella... "
La partera asintió para volver a entrar, la situación se prolongó hasta el día siguiente, cuando los lamentos se dejaron de escuchar los dos hombres palidecieron esperando lo peor, la puerta se abrió dejando ver a la partera quien les indicó entrar, la cama estaba empapada en sangre, sobre ella estaba la más joven de los Stark, con su bebé entre brazos, esta sonreía genuinamente "Ambos están bien mis señores, Lady Lannister es fuerte al igual que el bebé, nació sano a pensar de haber llegado antes"
Jaime se acercó a su esposa, a lo lejos pudo ver la pequeña pelusa rubia en la cabeza de su bebé.
