"Enamorado" es otro sinónimo de ceguera. Cuando alguien logra sentir algo más que una amistad por otra persona, está completamente jodido.
A veces "Jodido" puede significar algo malo, pero se puede interpretar de la manera que quieras.
Y es que cuan...
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De acuerdo.. hoy era el día.
Estuvo toda la noche intentando distraerse y no pensar en nada que tenga que ver con Evan, esta vez no quería planear nada, no quería prever nada, no quería forzar nada. Iba a hablar con él de la forma más espontánea que el universo le ofrezca y será él mismo.
¿Que si estaba nervioso? Pff.
Nervioso es poco, estaba aterrado.
No era su estilo solo "dejar que las cosas pasen", necesitaba estar preparado, saber qué hacer y qué podría pasar, tanto tanto Harry como Lailah le aconsejaron no pensarlo demasiado y dejar que fluya. Esto estaba siendo una tortura, el corazón lo tenía en el muslo izquierdo y la cabeza ni quiere pensar en dónde la tiene.
Preparación mental no cuenta, ¿Verdad? Es decir, si se preparaba mentalmente quizá pueda asegurarse de no cometer una idiotez.. ¿O también era hacer trampa?
¡Dios! ¡Esto lo está matando! Nunca había tenido las manos tan sudorosas como hoy.
— Por Dios, deja eso. —Le arrebataron el bolígrafo que estuvo torturando y haciendo ruido con él hasta ahora— ¿Estás haciendo código morse o qué?
— Lo siento, no siento ni las piernas. —Dijo preocupado, su amigo ya conocía su idea de finalmente cumplir su sueño y hablar con Evan, aunque le cueste un par de neuronas—
— Relájate, todo estará bien, ¿Recuerdas? Mente fría.
— Sí, sí, mente fría. —Asintió varias veces, convenciéndose de lo que no le convencía—
— Bueno, te dejo. —Harry se fue alejando de él en otra dirección—
— ¡Espera! ¿¡A dónde vas!? —El terror se instaló en su cuerpo y se apresuró a atraparlo antes de que se fuera lejos—
— ¿Q-? ¿Qué haces? —El pelinegro forcejeó con él— Debes hablar con Evan por tu cuenta, ¿O acaso pretendes arrastrarme y hacerme de tercera rueda? No gracias. —Se quejó intentando de alejar los brazos contrarios—
— ¡Por favor quédate conmigo! —Suplicó casi gritando luego de que su amigo (y traidor) consiguiera desenganchar su agarre y saliera corriendo—
Su expresión lo dijo todo, estaba acabado. Bien, quizá podía quedarse a dormir en la universidad, vamos, que habían salones perfectos para dormir, y la cafetería sería fácil de atracar.
