VIII. Eterno Compañero

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En el vasto cielo de mis pensamientos,
brilla una estrella con fulgor constante,
eres tú, mi amor, en cada momento,
mi razón, mi norte, mi amante.

Tus ojos, profundos como el océano,
reflejan sueños, esperanzas y paz,
tu risa, un canto que aleja lo mundano,
tu voz, el consuelo que me da solaz.

Daría mi vida, mis noches, mis días,
por verte feliz, por cuidar de tu ser,
por ser tu refugio en la melancolía,
por ser tu alegría, tu razón de creer.

No hay montaña alta, ni abismo profundo,
que me aleje de ti, mi amor sincero,
eres mi todo, mi razón en el mundo,
mi único anhelo, mi compañero.

En tus brazos encuentro mi hogar,
en tu sonrisa, la luz de mis días,
eres mi guía en el mar a navegar,
la melodía en todas mis sinfonías.

Juntos forjamos sueños y esperanzas,
caminando siempre hacia el mismo sol,
nuestro amor, inmortal, nunca se cansa,
es el fuego eterno que arde en el corazón.

Eres mi fuerza, mi razón y mi fe,
mi amor por ti no conoce fronteras,
contigo enfrento lo que el destino dé,
mi eterno compañero, en todas las eras.

Ecos del Corazón: Un Río de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora