IV. Bajo las Estrellas

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En la quietud de la noche serena,
bajo el manto de un cielo estrellado,
mi corazón, sin razón ni freno,
late fuerte al sentir tu amado.

Eres luz en mi vida, mi estrella brillante,
guiando mis pasos con suave destello,
y en tus ojos, profundo y radiante,
encuentro el eco de un amor bello.

Cada susurro del viento, cada ola del mar,
llevan tu nombre en un canto eterno,
y en el suave roce de tu mirar,
hallé mi hogar, mi amor sempiterno.

Tu risa es melodía, tu voz, poesía,
dibujando en el aire un dulce encanto,
y en cada caricia, en cada día,
encuentro un sueño del que no me levanto.

Eres mi sueño despierto, mi sol y mi luna,
la razón de mi sonrisa y mi suspiro,
y en cada momento, en cada fortuna,
te llevo conmigo en cada respiro.

Si el mundo se apaga y el tiempo se pierde,
mi amor por ti será eterno y sincero,
pues en tu abrazo mi corazón se vierte,
y en tus ojos hallé mi verdadero cielo.

Bajo el manto de las estrellas, mi amor,
te prometo mi vida, mi ser, mi esencia,
porque tú eres mi todo, mi sol, mi calor,
y en ti hallé mi amor, mi eterna presencia.

Ecos del Corazón: Un Río de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora