1. El Despertar de las Profundidades

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Siglo XVII.

La caza de vampiros había convertido el mundo en un lugar hostil, donde la supervivencia dependía de la astucia y la discreción. Pero en medio de la oscuridad y el miedo, existía un rincón apartado donde la pasión y el amor florecían, creando un refugio de calor y ternura. En una pequeña cabaña, escondida del ojo vigilante de los cazadores y del juicio de la sociedad, Katsuki Bakugo e Izuku Midoriya compartían un momento de intimidad que parecía desafiar las leyes del tiempo y el destino.

El crepitar del fuego en la chimenea llenaba el ambiente con un sonido reconfortante. Las llamas danzaban, proyectando sombras juguetonas sobre las paredes de madera, mientras el calor envolvía a los dos amantes. Katsuki e Izuku yacían desnudos sobre una cama improvisada de pieles de animales, sus cuerpos aún brillantes y sudorosos tras el acto de amor que acababan de compartir. La calidez del fuego contrastaba con el frío del invierno exterior, creando una atmósfera de seguridad y confort.

Katsuki acariciaba suavemente la piel de Izuku, sus dedos siguiendo el contorno de su espalda con ternura. Cada caricia era un testimonio de la devoción que sentía por su amado, un intento de memorizar cada detalle de su ser. Izuku, con los ojos cerrados, suspiraba de placer, dejándose llevar por la sensación de ser amado de una manera tan profunda y sincera. Sus labios se encontraron en un beso suave pero cargado de pasión, una promesa silenciosa de amor eterno.

—Izuku —murmuró Katsuki contra los labios de su amado—, no hay nada en este mundo que pueda separarnos. Te protegeré siempre, con mi vida si es necesario.

Izuku abrió los ojos, mirándolo con una mezcla de amor y preocupación. —Kacchan, sé que los tiempos son peligrosos, pero mientras estemos juntos, sé que podemos superar cualquier cosa. Prométeme que nunca te rendirás, que siempre lucharás por nosotros.

Katsuki tomó las manos de Izuku entre las suyas, sus dedos entrelazándose en un gesto de unión y compromiso. —Te lo prometo, Izuku. Nunca te dejaré. Siempre estaré a tu lado, en esta vida y más allá.

El fuego crepitaba, llenando el silencio con su cálido resplandor. Los dos amantes permanecieron allí, abrazados, sintiendo la conexión profunda que compartían. Cada roce, cada susurro era una reafirmación de su amor y su lealtad. La suavidad de las pieles bajo ellos, el calor del fuego y el sonido del viento invernal fuera de la cabaña creaban un escenario de paz y romance, un santuario donde podían ser ellos mismos sin temor al juicio o al peligro.

Katsuki acarició la mejilla de Izuku, sus ojos reflejando el brillo de las llamas. —A veces pienso que este amor nuestro es como el fuego, ardiente y brillante, capaz de ahuyentar cualquier oscuridad.

Izuku sonrió, sus dedos trazando líneas invisibles en el pecho de Katsuki. —Y como el fuego, necesita ser cuidado, alimentado con nuestra devoción y nuestros momentos juntos. Prometamos siempre cuidar de esta llama, Katsuki.

Eternally Cursed | KatsuDeku/BakuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora