Capítulo 4: Recuerdos Bajo la Lluvia

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Era una tarde tranquila en el STARRY, con la luz suave del atardecer filtrándose a través de las ventanas y llenando el club de un resplandor cálido. Seika estaba detrás de la barra, organizando los suministros para la noche. A pesar del bullicio habitual de los clientes y la música, su mente estaba en otro lugar, ocupada con pensamientos persistentes sobre T/N.

Desde aquella noche lluviosa en la que T/N había buscado refugio en el STARRY, Seika no había podido dejar de pensar en él. Había algo en su presencia, en su música y en sus ojos oscuros, que seguía resonando en ella. Pero había algo más que no podía sacarse de la cabeza: el hecho de que T/N había sabido su nombre sin que ella se lo dijera.

"¿Cómo lo supo?" se preguntaba una y otra vez, sintiendo que la respuesta estaba justo fuera de su alcance. Cada vez que recordaba su encuentro, algo le decía que había más en T/N de lo que parecía a simple vista.

Con el paso de los días, su curiosidad se había convertido en una necesidad urgente de respuestas. Decidió que no podía quedarse en la incertidumbre por más tiempo. Tenía que encontrar a T/N y descubrir cómo la conocía.

Esa tarde, Seika salió del STARRY con una determinación renovada. Sabía que T/N pasaba mucho tiempo en las calles, y aunque la ciudad era grande, estaba dispuesta a buscarlo hasta encontrarlo.

Recorrió las calles, preguntando discretamente a los transeúntes si habían visto a un joven con una guitarra acústica. Algunos no tenían idea, otros ofrecían direcciones vagas, pero Seika no se desanimó. Continuó buscando, su mente ocupada con recuerdos fragmentados de su tiempo en la preparatoria, tratando de encontrar una conexión con T/N.

Finalmente, después de horas de búsqueda, Seika lo vio. Estaba de pie en una esquina, hablando con un niño pequeño y mal vestido. El niño parecía tener alrededor de ocho años, y su ropa estaba sucia y gastada. T/N, con su guitarra a la espalda, se inclinó hacia el niño y le entregó un billete, una sonrisa cálida en su rostro.

Seika observó la escena desde la distancia, su corazón latiendo con fuerza. Había algo en la forma en que T/N interactuaba con el niño, su amabilidad y generosidad, que la conmovió profundamente. Podía ver que él no solo era un músico talentoso, sino también una persona de gran corazón.

Cuando el niño se alejó corriendo, T/N se giró y comenzó a caminar hacia un callejón cercano. Seika, sin pensarlo dos veces, lo siguió. Lo vio acomodarse en un rincón con su guitarra y una mochila. Estaba claro que este callejón era su refugio, el lugar donde descansaba y encontraba algo de paz.

Antes de que pudiera llamarlo, T/N se levantó y salió del callejón, caminando hacia la calle principal. Al girar la esquina, se encontró cara a cara con Seika.

"T/N," dijo ella, su voz llena de una mezcla de sorpresa y alivio. "Te he estado buscando."

T/N la miró, sus ojos mostrando una breve chispa de reconocimiento antes de que se suavizaran con una sonrisa. "Seika," respondió suavemente. "No esperaba verte aquí."

Seika lo miró intensamente, tratando de reunir el coraje para hacer la pregunta que había estado rondando en su mente. "¿Cómo... cómo sabías mi nombre la otra noche? Yo no te lo dije."

T/N se quedó en silencio por un momento, sus ojos fijándose en los de Seika. Luego, suspiró y asintió lentamente. "Lo supe porque te conocí en la preparatoria," dijo finalmente, sus palabras llenas de una mezcla de nostalgia y algo más profundo. "No creo que me recuerdes, pero yo nunca te olvidé."

Las palabras de T/N golpearon a Seika como una ola, trayendo consigo un torrente de recuerdos. Se quedó en silencio por un momento, tratando de asimilar lo que había dicho. Lentamente, imágenes de su tiempo en la preparatoria comenzaron a surgir en su mente, recuerdos de clases, amigos, y entre ellos, la figura de un joven con una guitarra.

"¿T/N...?" murmuró, buscando en su memoria. Y entonces lo recordó. "¡Claro! ¡Eras tú! Eras el chico que siempre tocaba la guitarra en los descansos. Todos hablaban de ti y de tu música."

T/N asintió, su sonrisa ampliándose un poco. "Sí, ese era yo. Siempre tocando, siempre buscando formas de expresar mis sentimientos a través de la música."

Seika sintió cómo una ola de emociones la inundaba. Recordaba cómo solía escuchar a T/N tocar, a menudo desde lejos, fascinada por la forma en que la música parecía fluir de él como un río. Aunque nunca habían hablado mucho, siempre había algo en su música que la había tocado profundamente.

"Pero... ¿por qué nunca me lo dijiste?" preguntó, su voz llena de confusión y curiosidad. "¿Por qué no me dijiste que me conocías?"

T/N bajó la mirada, su expresión se volvió más seria. "Siempre fuiste alguien especial para mí, Seika," admitió. "Pero en la preparatoria, yo era solo el chico que tocaba la guitarra. No tenía el valor de acercarme a ti, de hablarte. Y después de graduarnos, perdí contacto con todos."

Seika sintió una punzada de dolor en el pecho al escuchar sus palabras. No podía creer que alguien como T/N, cuya música la había conmovido tanto, había sentido lo mismo hacia ella todo ese tiempo. Y ahora, aquí estaban, años después, finalmente conectando de una manera que nunca habían imaginado.

"Pero la otra noche, cuando te vi en el STARRY, supe que tenía que decir algo," continuó T/N, levantando la mirada para encontrarse con los ojos de Seika. "No podía dejar pasar la oportunidad de hablar contigo esta vez."

Seika no supo qué decir. Sus pensamientos estaban enredados, una mezcla de asombro, gratitud y una profunda conexión que sentía hacia T/N. Las palabras de él resonaban en su interior, cada una cargada de significados que apenas comenzaba a comprender.

"Yo... no sabía," susurró finalmente, su voz temblando ligeramente. "No sabía que sentías todo eso. Y ahora, después de tanto tiempo..."

T/N dio un paso adelante, acortando la distancia entre ellos. "Lo siento si te he confundido o te he hecho sentir incómoda," dijo suavemente. "Pero tenía que encontrarte, tenía que saber si aún había algo... si aún podíamos conectarnos de alguna manera."

Seika lo miró, su corazón latiendo con fuerza. Todo lo que había sentido en los últimos días, desde la atracción y el deseo hasta la curiosidad y la conexión, ahora tenía un nuevo significado. Entendía que T/N no era solo un músico talentoso, sino alguien que había estado en su vida de una manera que ella nunca había imaginado.

"No estoy incómoda," dijo finalmente, su voz ganando fuerza. "Solo... sorprendida. Y... tal vez un poco abrumada. Pero me alegra que me hayas encontrado."

T/N sonrió, una sonrisa llena de alivio y algo más profundo. "Entonces, tal vez podamos empezar de nuevo," sugirió, extendiendo una mano hacia ella. "Hola, soy T/N. Solía tocar la guitarra en la preparatoria y ahora, parece que nos hemos reencontrado."

Seika rió suavemente, aceptando su mano con una calidez que la llenó de esperanza. "Hola, T/N. Soy Seika, y creo que tenemos mucho de qué hablar."

Y mientras la lluvia continuaba cayendo suavemente a su alrededor, Seika y T/N se quedaron allí, dos almas que se habían encontrado de nuevo, listas para descubrir el camino que el destino les había preparado....

Encontrando nuestro AMOR MUSICAL [Seika x T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora