El reloj marcaba pasada la medianoche cuando Seika, nerviosa y temblorosa, abrió la puerta de su pequeño apartamento. El sonido de la cerradura resonó en el silencio, y la lluvia seguía golpeando suavemente contra las ventanas. No podía creer lo que acababa de hacer: había invitado a T/N a quedarse en su casa.
T/N, con su guitarra aún colgada en la espalda, entró tambaleándose. Estaba agotado, y apenas cruzó el umbral, lanzó una mirada de disculpa a Seika. "Gracias por dejarme quedarme esta noche... realmente no sé dónde hubiera dormido," murmuró, sus palabras arrastradas por el cansancio.
Seika intentó sonreír, pero su mente estaba en caos. "No te preocupes... Es solo por esta noche," respondió, aunque no estaba segura de quién necesitaba más ese recordatorio, si él o ella misma.
No había planeado esto. De hecho, todo había sido un impulso. Después de su inesperado reencuentro, y tras escuchar la historia de T/N sobre su vida en las calles y su lucha como músico, algo en su interior se conmovió. Pero ahora que estaban en su apartamento, y viendo a T/N tambalearse de sueño, Seika comenzaba a dudar.
"T/N, puedes dormir en el sofá," sugirió rápidamente, señalando el pequeño pero cómodo mueble que tenía en su sala. Sin embargo, antes de que T/N pudiera responder, su cuerpo cedió completamente al cansancio.
Sin decir una palabra más, T/N dejó caer su mochila y se tumbó en el suelo, apoyando su cabeza en el regazo de Seika, que apenas había tenido tiempo de reaccionar. Su cuerpo se puso tenso de inmediato.
"¡Oye, espera...!" comenzó a protestar, pero se detuvo cuando escuchó la suave respiración de T/N, ya profundamente dormido.
Seika se quedó inmóvil por un momento, su mente procesando la situación. Ahí estaba, sentada en el suelo de su sala, con un chico completamente dormido apoyado en su pecho. T/N estaba literalmente acurrucado contra ella, y aunque su primera reacción fue sentirse incómoda... algo dentro de ella también disfrutaba la cercanía. Bueno, solo un poquito, se recordó a sí misma, sintiendo cómo una sonrisa involuntaria comenzaba a formarse en sus labios.
Pero el peso... ¡Era tanto! Cada vez que intentaba moverse o ajustar su posición, T/N simplemente se hundía más contra ella, haciéndole difícil incluso respirar cómodamente. "¡Uf, este tipo pesa más de lo que parece!" pensó para sí misma, sin poder evitar soltar una pequeña risa nerviosa.
Finalmente, resignada a su suerte, Seika decidió relajarse lo mejor que pudo. A pesar de todo, la calidez que irradiaba de T/N, combinada con el suave sonido de la lluvia, la envolvieron en una sensación inesperadamente reconfortante. Antes de darse cuenta, sus párpados comenzaron a sentirse pesados, y pronto, ella también se quedó dormida.
La mañana siguiente llegó con el sol filtrándose por las cortinas del apartamento. Seika se despertó lentamente, sus ojos ajustándose a la luz, solo para darse cuenta de que T/N ya no estaba sobre su pecho. Miró a su alrededor y lo encontró en la cocina, de pie junto a la nevera, buscando algo de comida.
"¡Oh, buenos días!" dijo T/N, dándose cuenta de que Seika había despertado. "Espero que no te importe que tomara algo de agua. Estaba sediento."
Seika, todavía algo aturdida por los eventos de la noche anterior, simplemente asintió, intentando recomponerse. "No, está bien. Eh... ¿dormiste bien?"
T/N sonrió ampliamente, mostrando una expresión despreocupada. "Sí, gracias. Siento lo de anoche, estaba más cansado de lo que pensaba."
Seika sacudió la cabeza, tratando de actuar con normalidad, aunque sus pensamientos seguían volviendo a la forma en que él había terminado acurrucado contra ella. "No te preocupes... supongo."
Antes de que pudiera decir algo más, escucharon el sonido de la puerta del apartamento abrirse. Seika se volteó rápidamente y vio a Bocchi, su mejor amiga, entrar. Bocchi era una chica peculiar, siempre nerviosa y algo torpe, pero una genio con la guitarra. Había pasado por el apartamento de Seika para repasar una canción que estaban preparando juntas.
"Ah, Bocchi, ¿qué tal?" saludó Seika, tratando de sonar relajada. Sin embargo, lo que sucedió a continuación la dejó completamente desconcertada.
Cuando Bocchi vio a T/N, sus ojos se abrieron de par en par, como si hubiera encontrado a su alma gemela perdida. T/N la miró con la misma intensidad. Era como si hubieran encontrado un terreno común sin siquiera intercambiar palabras.
"¿Tienes una guitarra?" preguntó Bocchi, con una chispa de emoción en su voz, algo raro en ella.
T/N asintió lentamente. "Sí, siempre la llevo conmigo," respondió mientras se inclinaba hacia su mochila y sacaba su fiel guitarra acústica. "¿Tú también tocas?"
Los ojos de Bocchi brillaron. "Sí, toco la guitarra... pero no solo toco, la siento... como si fuera parte de mí."
A partir de ese momento, la interacción entre T/N y Bocchi tomó un giro completamente inesperado. Ambos comenzaron a hablar sobre la música de una manera tan apasionada y, de alguna manera, extrañamente perturbadora. Hablaban de la guitarra como si fuera una extensión de su ser, con un fervor que bordeaba lo obsesivo.
"¿No es increíble cómo las cuerdas vibran? Es casi como si te susurraran secretos," dijo T/N, con una mirada casi maníaca en sus ojos.
"Sí, y el sonido que emiten... es como si fuera un lenguaje secreto, uno que solo los verdaderos amantes de la música pueden entender," respondió Bocchi, en un tono que hizo que Seika se estremeciera ligeramente.
La conversación entre ellos continuó, cada vez más profunda y extraña. Era como si estuvieran hablando un lenguaje propio, uno que solo los músicos apasionados podían comprender. Pero al mismo tiempo, había algo casi perturbador en la forma en que lo hacían, como si estuvieran tocando un tema mucho más oscuro.
Seika observaba la escena desde la distancia, sin saber exactamente cómo intervenir. Nunca había visto a Bocchi tan animada, pero al mismo tiempo, algo en esa interacción la ponía nerviosa. Era como si ambos compartieran una obsesión que solo ellos entendían.
Después de lo que parecieron horas, T/N y Bocchi finalmente dejaron de hablar y se dieron cuenta de que Seika seguía allí, mirándolos con una mezcla de confusión y asombro.
"Ah... lo siento, Seika. Creo que nos emocionamos un poco," dijo Bocchi, volviendo a su típica actitud nerviosa y tímida.
T/N, por su parte, simplemente sonrió. "Sí, supongo que es lo que pasa cuando encuentras a alguien que comparte tu pasión."
Seika forzó una sonrisa, sin estar segura de cómo procesar lo que acababa de presenciar. "Sí... supongo que sí."
Mientras la conversación se relajaba y todos se sentaban, Seika no podía evitar preguntarse si esta conexión extraña entre T/N y Bocchi era algo que debía preocuparla. Pero al menos, por ahora, estaba feliz de que T/N se sintiera cómodo y que Bocchi hubiera encontrado a alguien con quien compartir su amor por la música, aunque de una manera un poco... peculiar.
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Encontrando nuestro AMOR MUSICAL [Seika x T/N]
RomansaPorfin alguien llega para llenar ese vacio, la ultima pieza del rompecabezas, ojala sea un amor que nunca se acabe...