¡Un plato para el rey! (Kookmin)

Capitulo 3

Namjoon había partido hace 3 días, todo había ido como lo habían planeado, ahora solo faltaba que su compañero regresará al restaurante. Sonrió alegremente mientras tarareaba alguna canción vieja que escuchó de su madre.

Ah, odiaba con fervor a esa mujer, pero debe admitir que tenía un buen gusto a la hora de hablar de música. De algún lado sacó lo gran artista que es en todo lo que hace.

¡Dios tuvo que rebajarme a ser un simple mortal!, de otra forma sería un segundo ser perfecto, de eso estoy seguro.

Un leve toque en su espalda le hizo girar su cabeza con irritación. ¿Es que nadie de aquí entendía que no deberían cortar su inspiración?, su creciente ira fue reemplazada por una sonrisa divertida.

-.¡Baekhyun!, ¿que sucede?, ¿ya llegó Namjoon?.-Pregunto observando el uniforme del chico, estaba algo arrugado y con polvo. Resiste hacer cualquier mueca de desagrado, en su lugar comenzó a sacudir el uniforme.

-.No, no ha llegado, pero los insumos si, ¿puedo llevarme a dos para que me ayuden? .-Pregunto señalando a Chanyeol y Jennie.

Jimin giro su rostro hacia los nombrados, Jennie estaba bastante apurada lavando platos y ollas, probablemente estaba cubriendo a Felix pues este estaba en casa cuidando de su madre enferma. Por otro lado, Chanyeol estaba entrando y saliendo de la cocina, tomando y dejando pedidos, de hecho alcanzó a escuchar el pedido de Baekhyun.

-.Manos ocupadas, perdón.-Señaló las dos bandejas de madera en las que llevaba comida antes de irse.

Jimin miró a los demás de la cocina, todos bastante absortos en sus roles de la cocina , y casi cómicamente giró su rostro hacia Baekhyun. Este ya estaba mirándole con timidez.

¿Qué es lo que harán estos niños cuando me muera?, le sonrió al chico para después darle palmadas en la espalda, llevándolo hacia la parte trasera donde recogían los insumos encontrándose con el gran barco de donde bajaban cajas y barriles de madera. Tenían bastante suerte de que fuera un jefe amable y generoso que no le importaba mancharse las manos.

De forma muy literal. Rio en sus adentros y con una sonrisa sumamente dulce se acercó al comerciante que estaba gritando órdenes a los jóvenes que bajaban las cajas. Al hombre se le iluminó el rostro cuando lo noto.

Baekhyun rodó los ojos con un suspiro. Bueno, pero no pueden culpar a Jimin, ¿no?, él suele tener ese efecto en las personas.

-.Jimin, me alegra verte de nuevo.-Saludó animadamente el hombre, era canoso y de piel morena, tendría unos 40 años y si bien le iba seguiría teniendo muchos más.

Llevaba una gran embarcación que no era ni el doble, sino el triple de tamaño de la que antes tenia, tambien llevaba ropa nueva, cosas que antes nunca podría permitirse, pero gracias a que Jimin hizo la misericordiosa acción de colaborar con él ahora podía permitirse lujos como la ropa nueva.

Jimin era lo que podía decirse...un ejemplo a seguir. Si, esa era la situación. ¿Quién podría sospechar de él?, seguiría auto alimentando su ego pero tenía que ser amable y maravilloso como siempre.

-.A mi también me alegra verte, mirarte, nuestro comerciante favorito solo se pone más guapo mientras pasa el tiempo.-Alago guiñandole un ojo haciendo sonrojar al otro.- ¿Y bien?, ¿como te ha ido?, escuche que hiciste viajes a medio oriente para comprar especias...espero que no haya ninguna momia en mis cajas.-Bromeo, moviendo sus hombros de manera juguetón.

El hombre, tan orgulloso como podría ser uno, comenzó a hablar y hablar de sus aventuras maravillosas mientras Baekhyun llevaba algunas de las cajas adentro, dejando solo las más pequeñas para que su jefe las cargara una vez que terminara su charla. La verdad es que Jimin no estaba interesado en las aventuras fantásticas del comerciante, solo estaba haciendo tiempo para poder poner la excusa de que lo estaban reteniendo.