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| 𝐐uién diría que una niña perteneciente a la misma realeza de un reino enemigo tendría un lugar importante en una de las ordenes prestigiosas de los caballeros mágicos..
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Ambos caballeros llegaron a la Capital Real del Reino Trébol, la cual está situada en la cima de la montaña más alta dentro del reino. Por fuera de esta hay una barrera mágica que separa la región noble, que es como el nombre lo dice, donde se ve mas habituado a los de esta clase alta.
En la actualidad, el país estaba sufriendo el luto de su ex Rey Mago, Conrad Leto, los habitantes del reino sabían el por qué de su desaparecimiento, pero no era nombrado o mencionado por alguna parte por respeto.
La Sede de los Caballeros Mágicos, en el que se realizaban la mayoría de reuniones con los capitanes y el Rey Mago actual recién ascendido a este puesto, Julius Novachrono, era allí donde la capitana de la orden Cisne Amatista se encontraba y era también donde ambos magos tenían la misión de dejar a la pobre niña encontrada poco antes.
No les tomó tanto tiempo llegar si no hubiese sido que un caballero mágico que estaba de guardia con tipo de magia espacial pudo llevarlos directo hacia las puertas de tal sede.
─ ¡Capitana Leroy! ─ Kenji grito, alzando su mano para que la capitana, quien cabe recalcar era bastante adulta, pudiese verlos a ambos.
El estado de ambos magos era horrible, estaban cubiertos de sudor, pero gracias a un milagro, la vice capitana de la orden, Katarina Neville, la cual conversaba en ese momento con su capitana de orden sobre el ascenso de esta, o mejor dicho, pensaban en que Katarina podía convertirse en la próxima capitana de la orden.
En referente a la situación de la pequeña niña, Katarina pudo tomarla entre sus brazos, ignoró completamente a los dos hombres y comenzó a correr en busca del médico Ōwen por ordenes de su capitana, o jefa, como le decía ella.
─ Está desnutrida totalmente, y estas heridas.. Es claro que sufrió alguna clase de maltrato. ─ dijo el experto de medicina, preocupado por el estado de la menor frente a el.
La Magia de Agua del doctor Ōwen se centraba en la curación, nunca le interesó aprender tipo de magia ofensiva, por algo era conocido como el médico del reino.
La vice capitana trataba de asimilar un poco la situación fuera de la habitación, digamos que no es tan normal encontrar a una niña de menor edad en las fronteras del reino, y mucho menos en esas condiciones físicas tan malas. Lamentó no haber estado en ese entonces junto a sus colegas, tal vez hubiesen llegado mucho mas rápido y la criatura no habría perdido tanta sangre en el transcurso del viaje.
Por suerte la magia curativa del doctor surgía un efecto demasiado rápido en las heridas que no eran tan graves, así que poco a poco la niña fue despertando. Al poco paso del tiempo sus ojos ya estaban completamente abiertos, pero su vista estaba fijada en el techo del lugar.
