❥Capítulo 09❣

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Esperanza en una flor
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Ambos se observaban, las palabras parecían haberse escapado luego de aquella pregunta dicha por el más alto. Esos ojos azules lo tenían loco, haciéndolo incluso suspirar.

—No pensé que llegarías tan pronto —Desvió el rostro la mujer cubriéndolo ligeramente de la vergüenza, parecía que con una simple frase dicha por el castaño la había hecho olvidar que era lo que le enojaba en primer lugar.

—Mi plan era llegar más temprano pero tuve varios inconvenientes—. Explicó acomodándose el cabello.

Ambos habían apartado la mirada, pero aún así la vista que tuvieron en aquel instante no lograba salir de sus mentes.

El vestido de forma casual con un pulover verde claro y pantalón crema, ella con un hermoso vestido estampado de lirios color rosa pastel combinando perfectamente con su maquillaje.

Se complementaban incluso en los colores de sus vestimentas.

—Me alegra que pudieras llegar, ahora porfin tendremos el personal a mayor capacidad —Explicó levantándose de la silla para hacerlo pasar.

Violeta había puesto al cuidado de ambos niños dos de sus trabajadores, bajo las palabras de Matthew era una idea estúpida dejar a dos trabajadores para hacer una tarea sencilla. Pero resultó ser que el pequeño dormilón era demasiado enérgico como para ser controlado por una sola persona.

Hael siguió a Violeta contemplando una fila extensa de clientes que querían pedir alimentos o libros para llevar, sumando también los comensales que se sentaban a disfrutar como seguramente hubiese hecho el de no ser por el favor.

—Porfavor sígueme —Dijo la mujer abriendo una puerta que daba paso a unas escaleras, Hael estaba nervioso, nunca pensó estar en el hogar de la hermosa dama que admiraba con dulzura.

Ambos subieron al segundo piso hasta llegar a una sala de estar hermosamente decorada y perfumada.

—Tienes un gran gusto para la decoración —Se expresó el castaño admirando su alrededor mientras tomaba un gran respiro para disfrutar del perfumado aroma de la habitación.

—Gracias... —Sonrojada la mujer evito mirarlo por un instante, se sentía cómoda de ver que un hombre tan encantador como el daba un cumplido a sus gustos.

La boca del castaño quiso pronunciar palabras, pero las repentinas manitas abrazando sus piernas lo tomaron por sorpresa.

—¡Hael! —Gritó con emoción la niña mientras mantenía las piernas del castaño inmóviles.

—Hola chiquitina —Con una sonrisa se agachó tomando entre sus brazos a la pequeña para darle un abrazo amoroso como los que cualquier padre dedicado a sus hijos daría.

Eleanor correspondió, lo hizo como si se tratase de su último abrazo.

—Pensé que ya no querías verme —Dijo la niña con un puchero tan adorable como su vestido de conejitos.

—¿Como no querría ver a la niña más hermosa? —Soltó una risita levantando en el aire a la niña para dar varias vueltas y terminar la acción en un abrazo.

Contemplar cada gesto del castaño era hermoso para Violeta, ver a su hija recibiendo ese amor paternal que con tanto deseo añoraba su princesita de ojos esmeralda era reconfortante.

Pero lo que más hacía latir el corazón de la ojiazul era el hombre que provocaba esa felicidad, ese joven castaño de hombros anchos y sonrisa de príncipe azul.

❥Un final con Violeta❣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora