CAMILA

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Mariana se dio cuenta de las búsquedas en la laptop de Camila. Intrigada y preocupada, revisó lo que estaba investigando su esposo en secreto. Descubrió los planes de Camila para intentar regresar a su cuerpo y decidió intervenir. Con habilidad en la informática, modificó todos los hechizos y rituales que Camila había estado recopilando para asegurarse de que Jorge no pudiera volver a su cuerpo original.

Esa misma noche, Camila se preparó para realizar el ritual con la esperanza de revertir la transformación. Siguió cada paso meticulosamente, pero al final, fue evidente que algo había salido mal. El ritual no funcionó como ella esperaba.

Decepcionada y frustrada, Camila se recostó en la cama. Aún en su mente, persistía la imagen de Valentina, la nueva asistente. Por primera vez desde que había sido transformada ,Camila soñó con ella. En el sueño, Valentina estaba ahí, sonriéndole con complicidad y mostrándole un camino que Camila no había considerado antes.

Despertó con un sentimiento extraño en el pecho, mezcla de deseo y confusión. ¿Qué significaba aquel sueño? ¿Estaba desarrollando sentimientos por Valentina? Camila se encontraba en un dilema emocional mientras intentaba lidiar con su nueva vida y la frustración de no poder recuperar su cuerpo original.

Jorge finalmente logró enderezar el rumbo de la empresa familiar y evitar su inminente quiebra. Con determinación y habilidad, implementó cambios estratégicos que revitalizaron la Constructora Martínez. Mariana, ahora más unida que nunca a Jorge, comenzó a verlo con admiración por su capacidad de liderazgo y su dedicación a salvar el legado de su familia. Esa noche, mientras compartían un momento íntimo, Mariana le expresó a Jorge un deseo profundo: "Quiero tener un hijo tuyo".

Jorge sintió el peso de esa responsabilidad y la seriedad del compromiso que implicaba. Asintió con seriedad, sabiendo que traer un hijo al mundo podría dar estabilidad a su nueva vida y fortalecer su relación de pareja con Mariana.

Camila llegó temprano  a  casa de su oficina, aún con la mente sumida en pensamientos sobre Valentina. Mientras estaba perdida en sus reflexiones, escuchó de pronto una conversación entre Mariana y Jorge que captó su atención.

—Oye, ¿podré embarazarme? —preguntó Mariana con expectación.

—Claro, soy un hombre totalmente funcional ahora —respondió Jorge con seguridad.

—Pero tú antes eras Camila —replicó Mariana, buscando claridad.

—No importa, amor. Mi amiga Liliana  Fernández me dijo que al cambiar de cuerpo con mi hermano sería un hombre completamente funcional —explicó Jorge, convencido de su nueva identidad.

Camila se sintió impactada por lo que escuchó. Su exesposa y su hermana habían tramado algo más complejo de lo que imaginaba. Decidió actuar rápidamente y buscó entre las tarjetas de Camila, encontrando finalmente la información de la misteriosa Liliana Fernández.

—Liliana Fernández, esta es la mujer que hizo esto posible —murmuró Camila para sí misma con furia contenida.

Decidió marcar el número que encontró. Al otro lado de la línea, una voz conocida respondió.

—Hola —saludó Liliana.

—Hola, soy Camila Martínez de Monterrey —se presentó.

—¡Camí! ¿Cómo estás? —respondió Liliana con entusiasmo.

—Muy bien, amiga. Oye, creo que el hechizo no funcionó como debería —dijo Camila directamente.

—¿Qué? No puede ser. Acabo de hacerlo con un par de adolescentes y funcionó perfectamente —respondió Liliana, confundida.

—Pues conmigo no funcionó —insistió Camila, frustrada.

—Ok, ok. Mira, el fin de semana iré a Monterrey. ¿Dónde puedo verte? —propuso Liliana, buscando soluciones.

—Mira, te dejaré la dirección de este restaurante. Nos vemos el próximo sábado, ¿vale? —acordó Camila, tomando nota mental de la cita.

—Ok, ok. Gracias, Camila. Nos vemos entonces. ¡Adiós! —se despidió Liliana.

—Adiós, Liliana —respondió Camila antes de colgar.

Con determinación renovada, Camila comenzó a trazar un plan. Estaba decidida a deshacer lo que Mariana y Jorge le habían hecho, y Liliana parecía ser la clave para encontrar respuestas y soluciones a su situación.

Ese sábado, Camila llegó al restaurante y esperó nerviosa la llegada de Liliana. Cuando Liliana finalmente entró, su belleza pelirroja dejó a Camila impresionada. La vio acercarse con una sonrisa y se levantó para saludarla.

—Hola, Camí, ¿cómo estás? —preguntó Liliana, con un tono alegre.

—Muy bien, Liliana. ¿Y cómo te fue de viaje? —respondió Camila, intentando sonar casual.

—Todo bien, amiga, todo bien —contestó Liliana, riendo suavemente.

—¿De qué te ríes, Lili? —preguntó Camila, confundida por su risa.

—Tú no eres Camila !—dijo Liliana, aún sonriendo.

—¿Qué dices? Claro que lo soy —insistió Camila, sintiéndose nerviosa.

—No, tú eres un hombre. Hasta acá te huelo —respondió Liliana con seguridad.

—Eres muy predecible. Tú eres Jorge, ¿verdad? —continuó Liliana, dejando a Camila sin palabras.

—Maldita bruja, ¿cómo lo supiste? —dijo Jorge, rindiéndose.

—Tengo mis métodos, Jorge. De seguro traes boxers, ¿verdad? —preguntó Liliana con un guiño.

—Te digo que eres una bruja. Sí, los traigo. La ropa interior femenina me molestaba mucho —confesó Jorge.

—Lo sé —dijo Liliana, levantando un poco su falda para mostrar unos hermosos boxers femeninos.

—¡Tú! ¿También eras hombre? —exclamó Jorge, sorprendido.

—Sí, lo fui, pero me adapté y acepté mi nueva realidad —dijo Liliana con serenidad.

—¿Puedes regresarme a mi cuerpo, por favor? —pidió Jorge, con desesperación en la voz.

—No , No sé cómo intercambiar sus cuerpos —respondió Liliana, mirándolo fijamente. —Lo siento, Jorge.

Jorge asintió, confundido y decepcionado. Tenía mucho en qué pensar. ¿Realmente quería regresar a su cuerpo original y enfrentar nuevamente los desafíos que lo habían llevado a este punto? O, ¿era posible que pudiera encontrar una nueva manera de vivir y adaptarse, tal como lo había hecho Liliana?

Los próximos días serían cruciales para Jorge, ahora Camila, mientras reflexionaba sobre su identidad, sus deseos y el futuro que realmente quería para sí mismo.