[UNO]

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Esta es la tercera parte de una saga de:
"Novios en fuga" ponele así. Pero no le pongas 'ponele así'

Parte 1: Un novio en fuga y... ¿una boda? [Lewavi]
Parte 2: Un omega en fuga y... ¿su prometido? [Bichitos]








💖🌻








Un apurado Eric venía corriendo por los pasillos de aquel lujoso centro de bodas, ese día solamente habían dos ceremonias y uno de ellos tenía un problema. 
Sus pasos se detuvieron frente a la puerta, acomodó su pelo y corbata antes de fijarse en la mirada confusa de Laporte sobre él. Sin duda el otro no sabía la información que traía. 

Abrió la puerta con cuidado y se encontró con todos los invitados charlando, sabía que en unos veinte minutos todos deberían de estar en posición para recibir a la novia. 

—Eric... —escuchó el gélido llamado de su jefe, se dio la vuelta y suspirando se encaminó a él. 

—Ferran... Hablemos en privado, un minuto. —la familiaridad con la que le hablo quebrantó al resto. Todos miraban estupefactos a Eric, pero Ferran le dio una cálida sonrisa y lo llevó hacia un lado, alejado del resto. 

—¿Qué sucede, Eric? —preguntó un poco confundido, el beta suspiró mientras buscaba las palabras necesarias para explicar la situación. No había mucho que decir pero a la vez le faltaba todo por contar. 

—La señorita Sira... Ella no vendrá, ella se ha marchado de la ciudad hoy en la mañana con su familia. —El gruñido gutural del alfa no le causó nada, agradeció no ser de la casta de los demás. —Hoy llegué a la casa, ella no estaba y la madame me dijo que se marchó temprano. Negándose al matrimonio con usted. 

Ferran suspiró antes de pasar sus manos por sobre su cara. Observó a Eric con calma su mente maquinando una solución a todo eso de inmediato. Nadie lo humillara de esa manera. 

—Esto es jodido. —murmuró el alfa antes de desabrocharse la chaqueta y desajustar la corbata. —No voy a permitir que me humillen de esa manera, Eric, de esa familia no debe quedar ni sus cenizas. Dile a Laporte que se encargue de eso, para mañana ya no deben existir ni rastros de la familia Martínez. 

—Está bien señor... ¿Quiere que avise a los invitados sobre la suspensión de la boda? —Eric preguntó. Ferran negó antes de mirar de un lado a otro buscando una solución. 


—Consigue un omega, no importa si es hombre o mujer. —Habló con autoridad. —Que deslumbre tanto que mis invitados queden estupefactos por su presencia, más los que son los socios de los Martinez. 
Ofrécele una cantidad de dinero grande, no voy a permitir esta humillación. Tienes quince minutos Eric. 

El beta miró su reloj y salió a pasos apresurados. Su jefe estaba loco, y él debía cumplir esa orden a toda costa. 







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—te juro que no encuentro la sala. —Pedri iba desesperado por aquel pasillo mientras miraba de una puerta a otra. Estaba llegando tan tarde a la boda de un primo y eso le molestaba, era uno de los acompañantes de honor. Y estaba jodiendo su presencia con esto, el traje navy azul no era de sus favoritos pero ahí estaba con uno y corriendo a una boda. 

Vio a un chico correr de la misma forma que él, abrió sus brazos buscando detenerlo para preguntarle. 

—¿Sabes dónde se celebra una boda? —preguntó, el chico que no desprendía aroma alguno abrió sus ojos de emoción. 

—¿Quieres casarte hoy? —preguntó. Pedri lo miró confundido. —A mi jefe lo dejaron plantado en el altar, sería meramente un acuerdo hasta que los socios dejen de sospechar sobre el cambio repentino. —Eric respira con dificultad. Pedri lo miró confundido hasta que su teléfono volvió a sonar de nuevo. 

—¿Si? ¿Qué? ¡Eso queda al otro lado de la ciudad! —gritó frustrado, se había equivocado de edificio de boda. 

—El jefe te pagará, él tiene dinero suficiente para darte todo lo que quieras a cambio de que no le humillen de esa forma. 

Pedri suspiró, miró al hombre frente a él y la idea no lucía tan absurda, podría obtener dinero y después terminar la relación de inmediato. 

—Esta bien. Pero mínimo debes crearme unos votos de matrimonio lindo. —dijo con el ceño fruncido. 
Eric festejó mientras sacaba su móvil, mandó un mensaje y después tenía los votos en mano. Pedri leía mientras era guiado hasta el salón de bodas, una mujer vestida de forma elegante salió con un ramo de flores y un pequeño paquete. 
En cuestión de segundos estaban retocando sus facciones con maquillaje, un labial de fresas sin color fue puesto sobre sus labios. Incluso a sus pestañas le pusieron rímel. 

Sus mejillas estaban sonrojadas por la velocidad con la que lo estaban preparando. En sus manos fue puesta el ramo y después un reloj, para culminar en un brillante anillo de diamantes. 

—Dios, el jefe va a estar feliz. —dijo Eric. 

—El jefe va a querer que sea su esposo definitivamente. 


—No, esto es meramente para ayudarlo y porque me equivoqué de edificio. —Pedri dijo negando. 

Y dentro del salón, el reconocido jefe de la mafia española. 'El tiburón' esperaba a quien sería su perdición. 



















Continuará...









Basta, que le den como cajón que no cierra al Pedri sjsjsjs.










Pato🦈

Un novio en apuros y... ¿Pedri?  [Fedri] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora