"Escort" chanjin//hyunchan

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Hyunjin tenía dos problemas, dos graves problemas que según él podrían arruinar su plan de estar tirado en la cama durante todo el día.

El primero y menos importante, tenía hambre, no había desayunado nada y la cocina quedaba en el piso de abajo, así que tendría que bajar y subir las escaleras que para su tormento, vivía en una jodida mansión, entonces cuándo uno habla de bajar las escaleras e ir al primer piso se refería a más o menos unos diez metros de escaleras y unos cientos de metros para caminar por pasillos porque además, estaba en un extremo, en el contrario del suyo.

El segundo y más importante era sin duda su tobillo lesionado, porque un bailarín profesional como él nunca pasaba el año sin al menos con una articulación morada a la que le debía su licencia.

La cosa era que no podía ir a la cocina, su madre no estaba en casa como para llamarla  y en esta situación se dió cuenta que era importante tener el número de las empleadas del hogar.

Vió a su alrededor por si encontraba algo que lo ayudara a trasladarse pero se acordó que hace algunas semanas se había incorporado a la moda minimalista, así que no había nada más que unos muebles y un espejo. Se sentó en su cama viendo las posibilidades ¿y si gritaba? Alguien lo escucharía... no, sería demasiado vergonzoso, no era un niño como para pedir las cosas a gritos.

Pero tenía hambre.

Y cuándo una persona tiene hambre es capaz de hacer cualquier cosa.

Asi que gritó lo más fuerte que pudo, una y otra vez hasta que su voz no pudiera más. Al principio no se escuchó nada, lo que casi hace que se ponga a llorar, pero por suerte, antes de  que las lagrimas cayeran por su rostro la puerta fue tocada.

ㅡoh por dios, pase pase por favorㅡdijo Hyunjin contento con una sonrisa que se fue apagando conforme se abría y dejaba ver quién había acudido a su rescate.

Casi se le escapa una maldición, pero no de mala manera sino por el asombro ¿acaba de ver al hombre más caliente de la tierra? Sentía su cuerpo entrar en calor y eso que era invierno, se supone que hacía frío.

Ahora que se acordaba, su madre había estado llamando a escorts que la acompañaran en sus eventos de trabajo y cama.

ㅡ¿usted era el que gritaba?ㅡdijo con un acento desconocido ¿australiano? No lo tenía muy seguro pero eso lo hacía más sexyㅡlo escuche de la sala de estar, vine a ver si pasaba algo pero si no ocurre nada...ㅡ.

ㅡ¡No se vaya!

Hyunjin se sonrojó al instante, habían cruzado palabras, frases cortas... ay Hyunjin ¿hace cuánto que no follas? Parecía un puberto hablando con su crush por primera vez, pero mil veces más vergonzoso.

Aquel hombre, para que se hagan una idea, era excesivamente guapo, más que muchos que ha visto en su vida; tenía el cabello negro corto pero con flequillo liso, ojos oscuros que te perforaban el alma e iba vestido con tan solo una sudadera negra y jeans, sin zapatos por alguna razón. Su físico no se quedaba atrás ya que se le marcaba por la tela su cuerpo trabajado y los brazos descubiertos eran dignos de una escultura de un dios griego.

Hyunjin notó que había estado observando fijamente el cuerpo del hombre, el ambiente se había vuelto incómodo así que sacudió la cabeza para reiniciar su expresión con una sonrisa de niño inocente para nada convincente.

ㅡejemㅡempezó el menorㅡespero que no le moleste... pero ¿me podría traer algo de comer?ㅡ.

El hombre lo miró con cierta molestia, claro, no parecía un empleado.

ㅡesto... ¿o llevarme a la cocina?ㅡla mueca contraria no cambióㅡverá aquí que estoy lesionado, no puedo hacer fuerza o sino me va a doler mil infiernos y... bueno, no he comido de la mañanaㅡ.